CABALLERO ANDANTE [colaboración]

Fumanchú, el CHINAclero disconforme [colaborador].- 

Dicen que la Biblia es la palabra de Dios. No lo pongo en duda pero tampoco lo puedo confirmar, ya que no comparto en absoluto ese afán que tiene más de uno a querer imponer el libro como único e insustituible manifiesto y testamento divino.

Para mí, y muy en particular desde que me levanto, veo a Dios manifestarse en cada rincón donde pongo mis sentidos y donde me haga sentirme vivo, y es por eso que mi religión en lo que literariamente se refiere no va más allá de las películas del oeste donde el muchachito siempre hacía el bien y bailaba con la más guapa y su causa gozaba tremendamente de mi simpatía.

Pero cuando a veces viene la desesperación y la tremenda soledad, los miedos y la impotencia, para ello siempre tenía un recurso bastante efectivo como es el Quijote, ese libro plagado de infinidad de perlas, joyas y morocotas en cada uno de sus renglones que te instruyen, te iluminan como una guirnalda y te hace deducir de que disponer de este libro en una casa hoy día, aparte de tener un tesoro con suficiente argumento para discurrir, también puede tratarse como algo divino.

Intento siempre adaptar sus diálogos y sus frases al mundo de hoy y en la mayoría de las veces se adaptaba como si fuese un engranaje de funcionamiento efectivo e inmortal hasta tal punto de tener que agradecer al mismo Dios la posibilidad de haberme dado la gracia de haber nacido en un país como éste, aunque solo sea para tener la dicha de estar leyendo algo escrito en mi propia lengua.


De todas las incógnitas y las preguntas de la vida trato de buscar un razonamiento y no término nunca, y se me hace infinito hasta el lugar que se puede llegar con una estupidez y una razón de mí sinrazón tratando de descifrar una a una sus frases para emplearla en mi vida diaria y nada.

CURADO DE ESPANTO

Ya no puedo más, ni siquiera puedo con este libro que habla de la libertad como del tesoro más grande que puede recibir una persona de los cielos y que junto con la honra es la única causa de que una persona merezca aventurarse y jugarse la vida.

Esta última semana acabo de ver la cola de personas pidiendo comida en Las Albinas y era la más grande de las había visto. Y me hirió bastante, quedándome sorprendido de mi sensibilidad ya que, a estas alturas, pensaba que estaba curado de espanto.

Así que cuando al medio día llegué a mi casa me fui directamente al libro y lo primero que se me vino a la mente era esa frase tan famosa que habla sobre perros que no pude encajar en mi vida actual.

Esa vida que llevo a sobras de perros por todos lados ladrando, que por mucho que ladren los que avanzan siempre son los mismos y resulta que hasta puede ser que uno de los perros sea yo y que poco a poco, y viendo que la cosa no avanza, no dejo de pensar en salir de una vez de esta vida de perros para convertirte en caballero andante y con ello, olvidarme de la hacienda y alcanzar la fortuna o la gloria con plena libertad.

Al decir lo que dice este libro de la libertad e intentar aplicarla en nuestros días es prácticamente imposible, viéndose uno cautivo no por un canalla, sino por un sistema que apenas puede a uno darle la cara ni posibilidad alguna de aventurar la vida, ni por libertar ni por honra, porque morir por la honra hoy día es un riesgo tan grande que es capaz uno hasta después de muerto de servir de cachondeo.

CABALLERO, PIRATA O PIRÓMANO

Por eso, para ser caballero, lo primero es tener un caballo y después hay que estar dispuesto para defender a las damas y las causas nobles y difíciles, pero adaptando la situación a hoy día, podemos descartar al caballo y cambiarlo por una Vespa sin dejar de considerar que al precio que está hoy el gasoil y al que se va a poner, más le vale al caballero andante apañárselas con ir a patita.

Otra opción sería echarse al monte, cosa difícil porque aparte de lo quemao que está este año, no vas a poder asaltar a nadie que no sea un dominguero de estos senderistas que gastan menos que Tarzán en babuchas y que nunca llevan un duro en er borsillo, y aparte son capaces hasta de perseguirte a palos por toda la serranía. Así que también hay que cuidarse y estar preparado para sortear entre pinos y matorrales a la patrulla motorizada der SEPRONA y si lo hace este verano quién sabe, lo que no es menester que no te confundan con un pirómano.

No te vale tampoco declararte pirata porque ya no sería caballero andante y tienes que irte a Somalia o a Gibraltar a asaltar a barcos pesqueros españoles, y si lo haces por internet no veas la que te puede caer encima como te atrapen pirateando información por la red. Son capaces hasta de acusarte de todo lo más malo menos de pirata.

En fin, ya que no te puedes aventurar para nada no te queda otro remedio que seguir como un perro sin amo, ladrando a la luna y mordiendo todo lo que se menea esperando que de vez en cuando echen el mendrugo, que por supuesto no vendrá del cielo y que te llegará a ese estomago tan mal agradecido que tienes para, por lo menos, sostenerte más por obligación que por derecho y quedarte con tu honra y tu dignidad dentro de él hasta que vengan tiempos mejores, que seguro que vendrán.