El Réquiem de Mozart, un deleite para los sentidos
Escuchar algo de Mozart siempre es una delicia, pero si se hace, encima, en el marco adecuado, entonces el disfrute es mucho mayor. Eso sucedió con el Réquiem y la Iglesia de San Bautista, que aunaron sus fuerzas para deleitarnos en una noche mágica. Además, para dar mayor realce a la ocasión, voces de varias agrupaciones corales de la provincia de Cádiz, algunas chiclaneras entre ellas, se reunieron para ofrecer una versión de esta obra maestra de la música clásica y del compositor austriaco.
El espectáculo fue dirigido por Juan Carlos Cañada y contó con la colaboración del Conservatorio de Música de Jerez, cuya orquesta de alumnos –Joaquín Villatoro-, buenísima, acompaña a la formación vocal. Intervino el Coro Ciudad de Jerez con la soprano Desirée Seglar, la contralto Carmen Patiño, el tenor Javier Checa y el bajo Ángel Tomás Pérez bajo la dirección de Juan Luis Lorenzo.
Alrededor de setecientas personas (entre las que no vimos, una vez más, a la concejala de Cultura, Nadine Fernández, algo habitual por otra parte) asistieron embelesadas a tan magnífica interpretación. Cuando se ofrecen buenos espectáculos no es necesario gente con renombre.
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