EDITORIAL - junio 2009

El PSOE ya está en campaña para las municipales

A dos años vista de las próximas elecciones municipales el PSOE ha comenzado su campaña electoral. Desde hace algo más de un mes raro es el día en el que no presenten algún proyecto, saquen alguna noticia contra el PP o prometan, por enésima vez, lo mismo que llevan prometiendo desde hace años y que nunca cumplen.



Tienen los socialistas al Partido Popular en el punto de mira, saben que son los que les pueden quitar de nuevo la alcaldía, por eso le atacan cada día, a veces con argumentos que causan vergüenza ajena. El resto de la oposición no existe.

Oír a Manuela Moreno hablar de comidas de 300 euros en un conocido restaurante chiclanero, cuando su partido se ha gastado en ese mismo lugar 800 con sus colegas de la Junta, suena a tomadura de pelo. Si Ernesto Marín no hubiera sido tan cándido y hubiese hecho caso a sus socios de gobierno, podríamos habernos enterado de todos los chanchullos que el PSOE, con sus diferentes alcaldes y equipos de gobierno, ha hecho en estas tres décadas.

O cuando hablan los socialistas de comilonas de mariscos del PP siendo ellos los reyes del langostino a costa del contribuyente. Como ejemplo, la caseta municipal, donde se han puesto hasta las cejas de gambas y del mejor jamón pata negra. Y pagando nosotros, claro.

Román sabe que lo de la moción de censura les va a pasar factura y quiere aprovechar estos dos años que quedan para dar sensación de que trabajan y de que están creando riqueza para el pueblo, cuando ellos lo han llevado a la ruina. Los más de diez mil parados no es culpa sólo de la crisis, sino de una política basada en el ladrillo, consintiendo la construcción de decenas de miles de viviendas ilegales, algunas de ellos mismos, con lo que el sector de la construcción floreció de forma ficticia, porque en cuanto alguien tosió, todos constipados.

El PSOE sigue prometiendo cosas que sabe que no va a cumplir, como no lo ha hecho con la estación de autobuses, prometida hace treinta años y que ahora se ha quedado en una marquesina. Lo de los aparcamientos subterráneos en varias barriadas es otro chiste, porque cuando gobernaban nunca lo plantearon y sólo se les ocurrió cuando estaban en la oposición.

Ahora lo sacan de nuevo, pero sin asegurar que los harán, sino dejando la decisión a los vecinos y así quitarse la responsabilidad si al final no se llevan a cabo. Lo mismo que con la barriada de El Pilar, copiando lo que su máximo rival, el PP, llevaba en su programa. En copiar son maestros.

En realidad no han hecho nada hasta ahora, y llevan seis meses en el poder. Todo lo que nos venden ya lo hicieron en años anteriores sin que se vea por ningún lado el resultado. Han aumentado los cargos de confianza, colocado a sus compañeros de partido -uno de asesor del alcalde (que es, además, el secretario local del PSOE, que no se sabe en qué le asesora, pero que hace lo mismo que la Verdier cuando la enchufaron en Diputación), a otra de secretaria particular (fue diputada en el Congreso y se había quedado sin carguito)-.

Y las socias de gobierno, lo mismo. Una no da un palo al agua, pero tiene más asesores que el propio alcalde, y dos concejales para que le hagan el trabajo en Cultura y Deportes. Y la otra, de turismo, poniéndose al lado de Román para las fotos y poco más. Ni tan siquiera recibe a personas a las que prometió ayudar cuando estaba en el cuatripartito y que ahora deja tiradas cuando tiene que pedirle responsabilidades al PSOE. Y las medidas para potenciar el turismo o la economía de la ciudad no se ven por ningún lado. Nos esperan dos largos años.