EDITORIAL - agosto 2009

En el circo de Román cada día crece un nuevo enano

El verano político en Chiclana está calentito. Hace un año el cuatripartito se enfrentaba a una posible moción de censura y doce meses más tarde es el nuevo alcalde, José María Román, el que las está pasando canutas. La lucha encarnizada contra el Partido Popular, al que acusarán a este paso hasta de la muerte de Manolete, no le está dando el resultado esperado, entre otras razones porque la crisis galopante que tenemos nos trae cada mes más parados (la bajada del verano es ficticia porque en octubre volverá a subir lo que ahora ha bajado o más).


Raro es el día que no cierra un comercio o una empresa, por lo que de nada sirve la palabrería política y las promesas de creación de empleo cuando, por muchos planes del gobierno central que nos vendan, la realidad dice que el desempleo sube y sube y Román, que prometió acabar con éste, ni lo logra ni sabe qué hacer para conseguirlo. Por si fuera poco, varias asociaciones vecinales están en contra de la regularización de viviendas que pretende el PSOE, utilizando a las federaciones vecinales que, como ya es costumbre, asienten ante cada orden de Román.

Aceptar la regularización propuesta por los socialistas sin haber estudiado a fondo las ordenanzas demuestra que estos vecinos acatan todo lo que Román les diga. Este chalaneo es impresentable. Los que han edificado ilegalmente le echan un pulso al Ayuntamiento y éste cede de forma vergonzosa. Mientras, los que han construido legalmente ven como a ellos se les discrimina.

Y el redactor del Plan, Fustegueras, responsable de las numerosas ilegalidades que ha motivado que los tribunales lo echasen para atrás, diciendo sin que se le caiga la cara de vergüenza que Chiclana saldrá en el New York Times si se hace bien lo de la regularización. Si él hubiera hecho bien el PGOU no habríamos tenido tantos problemas y no habría que hacer uno nuevo, que nos va a costar otro ojo de la cara. Esperemos que Fustegueras no sea el nuevo redactor. Sería el colmo de los despropósitos.

A Román, en las últimas semanas, le están surgiendo problemas por todos lados. Los comerciantes de la zona por donde pasará el tranvía están en pie de guerra, han creado una plataforma que anuncia movilizaciones para después del verano, y van en serio. El IBI también ha movilizado a los ciudadanos y ya han recogido más de siete mil firmas en contra. Y habrá también movilizaciones en septiembre.

Y los comerciantes y hosteleros del centro están indignados con el cierre al tráfico de la calle La Plaza, principalmente, porque las pérdidas son mayores cada día. Y el juzgado declara a Butrón y Blanco representantes legales de IU y no a la tránsfuga Nadine Fernández, con la que él ha pactado para coger el sillón municipal, y que según la comisión que lleva este asunto, ha dicho hace unos días que él se ha beneficiado con ese pacto.

O sea, que es tan tránsfuga como Ernesto Marín por pactar con IU. Y en lo de las licencias ilegales al Barceló y al Supersol aún no se ha dicho la última palabra. No creemos que Román tenga unas buenas vacaciones con lo que le espera a la vuelta de ellas.