Logo Derecho - Bann

¿Quién mató a Esteban Pérez?

José Antonio Sanduvete [colaborador]
- ¿Por qué coño no te pondrán azúcar cuando pides un café bombón? - me dijo Esteban momentos después de que se fuera la camarera. Suspiró disgustado, se levantó y volvió al poco tiempo con un par de sobrecitos que volcó sobre el café ya bañado en leche condensada. Sólo entonces comenzó a hablarme del tema que le había llevado a citarme en aquella cafetería.

- Creo que he creado el personaje perfecto - comenzó. - Ahora sí que puedo decirlo. Basta ya de noveluchas de medio pelo con personajes planos y tramas previsibles. Por fin una novela policíaca tendrá un personaje de verdad, un personaje inteligente, capaz de actuar con cautela y tomar decisiones drásticas cuando la situación así lo impone. Hasta le he puesto nombre: Abraham. Abraham Nogales. ¿Qué te parece? Tiene fuerza, ¿verdad?
Le pregunté qué tenía ese policía para ser tan especial. ¿Era un detective, un comisario?
- Ni mucho menos. Es un gánster. Un matón con sus sicarios y todo. Frío y calculador pero, al mismo tiempo, racional y sensible. Sabe lo que tiene que hacer en cada momento y por qué. Yo mismo me asombro al releer las páginas que escribo. Actúa con personalidad propia, en ocasiones parece encontrarse más allá de mi pluma, por encima de su propio creador. Actúa con autonomía, por así decirlo, y lo hace con tanta coherencia y verosimilitud...
Le felicité. Luego se me ocurrió una idea, y no pude evitar dársela a conocer.
- Tal vez puedas crear un personaje mítico. Una saga, una serie de novelas como las de los grandes maestros, como las de Christie, Doyle...
Entonces su rostro mostró un trazo sombrío. Se inclinó sobre mí y me susurró al oído, como si tuviera miedo a estar siendo espiado:
- Creo que voy a matarlo.
- ¿Vas a matar a...?
- A Abraham Nogales, sí. Puedo hacerlo, soy su creador, ¿no? Es un personaje demasiado hecho, no puede sobrevivir. Las grandes figuras han de tener un gran final, un final trágico, tal vez traicionado por una chica, tal vez disparado por la espalda...

Fue entonces cuando la situación tomó un giro inesperado, cuando entraron en la cafetería aquellos dos tipos con gabardina, saludaron con educación a la camarera, compraron un paquete de Marlboro en la máquina de la entrada, se acercaron a nosotros y se nos quedaron mirando. En realidad, se le quedaron mirando a él.
- ¿Esteban Pérez?
- Sí.
- Sintiéndolo mucho, tenemos que acabar con usted. De parte de Abraham Nogales.
Pude ver claramente las metralletas que sostenían, ocultas por su atuendo, preparadas para disparar.
- ¿Es una broma? - dijo Esteban tartamudeando de miedo.
- Me temo que no, Señor Pérez.
- Pero si Abraham Nogales no existe...
- Pues acabamos de estar con él, y nos ha enviado a llenarle el cuerpo de plomo, Señor Pérez. "Es una cuestión de supervivencia", ha dicho. "Acabad con él antes de que él acabe con nosotros".

Esteban palideció y me miró buscando respuestas, ayuda, comprensión. Aquella mirada fue lo último que recuerdo de Esteban. Luego una ráfaga luminosa, un estruendo atroz, la camarera que se tira al suelo, el cadáver de mi amigo aún sentado en su silla, gotas de sangre sobre el café bombón, el matón que enciende un Marlboro y huye antes de que a nadie se le pudiera ocurrir hacer o decir nada.

Todavía pienso que si hubiera actuado, si hubiera respondido ante aquellos ojos suplicantes... Pero qué podía hacer. Sólo tengo una cosa clara: me lo pensaré mucho antes de escribir una novela, especialmente si en ella aparecen personajes que podrían acabar conmigo.




6 comentarios:

  1. Genial... ¡ te superas !

    ResponderEliminar
  2. Leer tus colaboraciones en Puente Chico es de lo mejor.

    ResponderEliminar
  3. fumanchu dice: los mejor hasta ahora porra. lo que pasa esque Abrahan Nogales lo acabo de contratar yo y trabajara para mi. conque andate con ojo.

    ResponderEliminar
  4. No es nuevo. Todos sabíamos que fumanchu anda con la mafia. :-D

    ResponderEliminar
  5. Quillo... para cuando un relato que podamos ver en el ‘Teatro Mínimo’???.
    Te animo a ello.

    ResponderEliminar
  6. Muy buen micro-relato.

    ResponderEliminar

Los Comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Por favor al redactar tu comentario sobre EL TEMA, cuida las formas.
No utilices 'copiar y pegar' para grandes textos, ni mayúsculas en exceso. No poner textos en el nombre. No direcciones web externas. Mejor sin abreviaturas SMS. Los comentarios pueden ser borrados (ver Advertencia Legal)
.