Lo que pudo ser y no fue

Una vez conocĂ a un tipo que presumĂa de vivir segĂşn "lo que pudo ser y no fue". SostenĂa que la realidad podĂa ser buena o mala, sĂ, pero que siempre serĂa mejor una realidad verosĂmil pero que, por determinadas circunstancias de esas que rigen nunestros destinos, no hubiera llegado a darse.
Este tipo, en consecuencia, se encargaba de adornar su vida con "irrealidades" a las que daba tratamiento de verdad, sucesos que no habĂan tenido lugar pero que, como Ă©l decĂa "podĂan haber sido reales".
- Vives de la ficción - le comenté en una ocasión.
- Bueno -reflexionĂł. - PodrĂamos decir que vivo de mi realidad.
El tipo estaba convencido de que la vida que entendemos por real era un sueño, que los que le rodeábamos Ă©ramos personajes que aparecĂamos y desaparecĂamos de su entorno como por arte de magia. CreĂł la teorĂa de "la realidad onĂrica". Incluso intentĂł patentarla en el mundo de la filosofĂa. SegĂşn esta, al no poder verificar la veracidad de la realidad que nos rodea, cualquier realidad verosĂmil, "lo que pudo ser y no fue", es tan real como la primera.
Luego me contaron que al tipo le vinieron mal dadas. Primero le tacharon de loco, o de psicĂłtico, o de cualquiera de esas etiquetas que pone la gente "normal" a los que no ven lo mismo que ellos. De hecho, ya me extrañaba que no lo hubieran acusado antes ante los guardianes de la salud mental. Más tarde, sus realidades onĂricas se convirtieron en pesadillas, casi tan horribles como la realidad real cuya validez Ă©l trataba de refutar.
Tiendo a pensar que su imaginaciĂłn se habĂa rebelado contra Ă©l. Tiene que ser frustrante y doloroso comprobar que cualquier realidad que imagines es peor que aquella de la que huyes. OĂ rumores que decĂan que acabĂł con sus huesos en un psiquiátrico, aunque probablemente Ă©l habĂa renunciado a aceptar ese hecho y aseguraba encontrarse en algĂşn otro lugar, un lugar que nunca llegĂł a definir con claridad pero que le provocaba un temor reverencial.
- Tu vida se está convirtiendo en una entelequia - recuerdo que le dije una vez.
- Bendita entelequia - me contestó. - La vida de los demás es triste, y sólo es una.

Uno De Mi Calle Me Ha Dicho que Tiene Un Amigo que Dice Conocer Un Tipo que Un Dia Fue Feliz
ResponderEliminarfumanchu dice: pollo en mi casa tengo una lata de melacotone en anmibar y creo que esta caducá. que hago?
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