CAZANDO MINUTOS (Más allá del tiempo)

César Bardés [colaborador]
Todo el mundo sabe que el tiempo es el gran enemigo. Las manecillas no dejan nunca de moverse y se convierten en espadas verticales que van asestando sus pequeños golpes afilados con minutos mientras nos acercan a la muerte. El tiempo es un cazador que nunca vuelve sin presa porque en su mochila hay vidas, amores, huellas y prados que, tarde o temprano, acaban por borrarse.
Todo esto es muy bonito. Yo aún diría más. Es el estilo propio del trascendente arriba firmante. Pero teniendo en cuenta que la premisa de un hombre que viaja en el tiempo sin poder controlar ni cuándo ni dónde ya fue abordada en la excelente novela y mediocre película Matadero cinco, de George Roy Hill, y que el autor del guión de este plomo servido con reloj es Bruce Joel Rubin, autor de Ghost y de Mi vida, ya se pueden imaginar el pedazo de terrón de azúcar que se viene encima. Si a eso añadimos la torpeza natural de un director como Robert Schwentke, responsable de ese robo a mano armada y avión aterrorizado en Plan de vuelo: Desaparecida entonces no es que la cosa sea una catástrofe, es que, sencillamente, es un desastre.
Para empezar, ahí tenemos un ejemplo de estructura de guión que podría haber sido así o lo podría haber imaginado un ánade volando sobre los tejados de la memoria. Segmentos de una historia sin aristas, sin ningún sentido, sin forma (pero, eso sí, con mucho fondo) se suceden ante nuestros ojos. Y además es que pasa por el error mayúsculo de ir prediciendo todo lo que va a ocurrir, así que el espectador no tiene que trabajar, ni presentir. Sólo asiente y se deja alienar por esa emoción hecha de papel celofán y péndulo engañoso. Y luego hay algunos que se atreven a criticar a los críticos porque desvelamos demasiado de las tramas.
En segundo lugar, no hay por dónde coger la lógica de una historia que todo el mundo se cree por muy atípica que sea. ¿Usted viaja en el tiempo? Hombre, no me diga. Eso le pasa a cualquiera. ¿Desaparece ante mis propios ojos? Jo, es genial. Si es que todo reside en que al fulanito le falta algún gen que se debe haber perdido. ¿Hay remedio para eso? No. ¿Se puede llegar a controlar? Caramba, eso está hecho. Ah, y de paso no se olvide de forzar la primera cerradura que se le presente porque usted aparece cuando menos se le espera. Desde luego, qué inoportuno.
Eso sí, que no falte el encuadre más favorecedor sobre Rachel McAdams y la cara de panoli y de continuo no sé qué me pasa que no hago más que robar ropa y luego la dejo tirada en cualquier parte de Eric Bana. Y ya para jugar a ser trascendentes vamos a homenajear al maestro Kubrick haciendo que, mientras el interfecto desaparece, cante Daisy, que, si no recuerdo mal, era la canción que cantaba cierto ordenador que se había vuelto majareta mientras se le iba el recuerdo al limbo y pongamos en el absolutamente equivocado y prescindible papel del padre del protagonista a Arliss Howard, uno de los actores principales de La chaqueta metálica.
Vale, vamos a terminar el artículo con las frases bonitas, que sé que gustan. Quizá el amor puede que esté más allá del tiempo e, incluso, de la vida. Cazar minutos al vuelo es tarea propia de hombres que son eternos aunque mueran porque amaron con todas sus fuerzas; porque fueron padres ejemplares y vivieron con coherencia una vida que, así retratada, es un cúmulo de fruslerías. Perdón, que se me ha ido la mano. Sigo. Así que si quieren emular al enfermo de, esperen que su enfermedad tiene nombre, cronodiscapacidad y transformarse en cazadores del instante, sigan el camino de estas líneas de adoquines de tinta y hagan algo mejor que perder el tiempo. No sé, viajen al pasado con la mente y acuérdense de las cosas buenas que hicieron, por ejemplo.
César Bardés
pues la verdad que tiene toda la pinta, recomiendanos una buena, saludos
ResponderEliminarHombre, la verdad. Ahora, durante los meses de abril y mayo, es cuando viene toda la tralla. Tengo que decir que, si podéis verlas de alguna manera, bien en el cine o bien por algún canal, las que más me han sorprendido este año han sido (y no necesariamente por este orden), "Invictus", de Clint Eastwood; "El libro de Eli", de Albert y Allen Hughes (y los que piensen que es una película que magnifica la religión diríjanse a mi comentario en este mismo sitio); "El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella; "La cinta blanca", de Michael Haneke y "Shutter Island", de Martin Scorsese, casi todas ellas reseñadas en estas páginas. Claro que esto es muy subjetivo y depende de los gustos de cada cual.
ResponderEliminarno se si conoces a un sobrino mio que es critico de cine en no se donde , trabaja por internet para no se quien ,y en granada estudio la carrera esta de cienmatografia porque le encanta el cine y esta muy puesto, se llama juan luis cabillas, es mi primer sobrino y trabaja mucho y es muy serio en lo que hace
ResponderEliminargracias por las recomendaciones, porque yo que no tengo tiempo pa na no me gusta ir a llevarme una sorpresa, desagradable se entiende, saludos
ResponderEliminarEl libro de Eli, precisamente no magnifica la religión, sino que de forma muy realista nos hacer ver la manipulación a la que nos somete, y la gran herramienta que es. Una película gris en todos los aspectos, con cantidad de matices a muchos estilos cinematográficos. Me gusto.
ResponderEliminarNo conozco al señor Cabillas aunque, si es de verdad lo que afirmas, estoy seguro que su trabajo no sólo será serio, sino mejor que el mío.
ResponderEliminarEn cuanto a "El libro de Eli" estoy de acuerdo en que uno de los aspectos de la trama es el que se ha apuntado aquí. Bien visto, aunque yo no sea nadie para decir esto.
¡que es muy jovencito! pero le gusta mucho esto, cuando hable con el lè pregunto donde escribe por si te interesa , esta muy bien lo de poner el trailer
ResponderEliminaraunque sea subrealista esta pelicula es muy bonitay tiene un fondo muy romantico. todos sabemos que nadie ha logrado viajar en el tiempo, aunque sea con una maquina,creo que cesar bardes no ha logrado ver el mensaje que transmite la pelicula.todo lo demas de robar prendas o viajar y desapareciendo ante los ojos de los demas para mi es pura ficcion y fantasia.
ResponderEliminarYo hecho en falta el cine reivindicativo, social y herramienta para cambiar las cosas. Es una indecencia ver la sucesión de rodajes de mariconadas y efectos especiales, claro... como los actores se vuelven podridos de dinero.
ResponderEliminarTal como está el patio, y con lo que está pasando en el mundo, me parece una indecencia el mundo del cine, de los actores y de los millones que manejan.
La población, como borregos al cine, a tragarse dogmas... ¿Dónde queda esa película que hace que te levantes del sillón?, una que os haga indignaros con la realidad social de este putrefacto mundo de decoros y aparencias, de corruptelas y de poderosos manejando el destino de la humanidad entre bambalinas.
Bazofia es lo único que se puede ver en el cine, simple adoctrinamiento para que no cambie el sistema, pérdida de tiempo y de potencial.
Caramba, uno que no he sabido ver el mensaje (una película puede ser perfectamente romántica y creíble y bien hecha y ejemplos los hay miles) y otro que si el cine...¿cómo es eso de que la población como borregos al cine a tragarse dogmas? Poca gente va al cine. Y salvo productos de descarada comercialidad (como es el caso) te aseguro que hay que tener muchas narices para producir una película porque el cine no es muy rentable.
ResponderEliminarAdoctrinamiento en el cine..pues hay de todo y de todas las tendencias. Los rojos son los buenos, los fachas son los buenos, hay que ser buena persona para obtener siempre un triunfo personal, hay que ser mala persona para triunfar sin más, lo primero es uno mismo, lo primero son los demás, la religión es buena, la religión es alienante...La cultura protege de la manipulación y el grado de cultura de un pueblo es que el que mide la capacidad de sus gobernantes. Y esa cultura es la que tiene que desbrozar lo que es aceptable éticamente y lo que no lo es. ¿Quieres películas con realidades sociales? Mírate cualquiera de Ken Loach, o "The company men", o "The inside job" y verás cómo hay realidades sociales en todas ellas. Otra cosa es que esas películas funcionen cinematográficamente o no. Pero mensaje te aseguro que hay muchas. La reciente película de Robert Redford, como "Pacto de silencio" y verás cómo hay mensaje, al igual que lo hay en otra película suya como es "Leones por corderos". Otra cosa es que el espectador sepa verlo. El cine jamás ha sido una pérdida de tiempo y menos aún de potencial. Seguro.
Un saludo y gracias por los comentarios. He tardado en contestarlos porque no los he visto. Espero sepáis disculparme.