“TAETRO” y la Coral Polifónica “Sancti Petri” conmemoran el centenario de Miguel Hernández

Ofrecerán un recital hoy sábado en el patio de la biblioteca a partir de las 19,30 horas

Hoy sábado se cumplen 100 años del nacimiento del poeta alicantino Miguel Hernández, que vio la luz en Orihuela el 30 de octubre de 1910, una efemérides que el colectivo “TAETRO” y la Coral Polifónica “Sancti Petri”, con la colaboración del Ayuntamiento, conmemorarán en un acto que se desarrollará a partir de las 19,30 horas en el patio de la biblioteca municipal. La entrada es gratuita. (FOTO: "TAETRO" y la Coral "Sancti Petri" el Día del Libro, en abril, donde recitaron y cantaron varios poemas).

El acto consistirá en recordar algunos de los poemas más famosos del poeta alicantino, que serán recitados, cantados o ambas cosas por las dos entidades participantes. Comenzarán con “Elegía a Ramón Sijé”, que será leída por la componente del colectivo teatral, Milagros Rivas; a continuación, y entre otros poemas, se leerán o cantarán “Elegía a la novia”, por Ana Belén Ruiz, que estará acompañada de la Coral Polifónica “Sancti Petri”.

Seguirán con “Me sobra el corazón”, por Eufrasio Jiménez; “La boca”, por parte de la coral; “Vientos del pueblo”, por Almudena Ruiz y la coral; “Las desiertas abarcas”, por Aurora Fernández; “Eres toda espuma”, cantado por la coral. El acto terminará con la lectura por parte de todos los miembros de “Nanas de la cebolla” y con la interpretación de la coral de “Trece heridas”.

Miguel Hernández comenzó a escribir a los 15 años, con su entorno como inspiración. En 1933 editó su primer libro, “Perito en lunas” e inicia la relación con grandes poetas como Rosales, Alberti, Neruda o Aleixandre. En 1936 publica su afamada “Elegía”, dedicada a su amigo Ramón Sijé, muerto un año antes, y edita su libro de poemas “El rayo que no cesa”. Además, comprometido políticamente, se incorpora al Ejército Popular de la República.

En 1938 muere su hijo, lo que comporta la creación de una serie de poemas a los que imprime las trazas de su genialidad. En 1939, tras la conclusión de la Guerra Civil, intenta escapar a Portugal, pero es capturado y enviado a prisión, donde continúa con su producción poética, donde nacen los versos de “Nanas de la cebolla”. En 1940 es condenado a muerte, pero se le conmuta la pena por 30 años de prisión. Muere en 1942, a los 31 años de edad, debido a una grave afección pulmonar.