Aquel día no había muerto nadie

- Y tanto guardar, ¿para qué? - pensaba mientras mascaba chicle mecánicamente. - Tanto dato, tanto registro, tanto investigar, y archivar, y fichar, y recordar, y todo para perdurar en la memoria de los tiempos. ¡Qué le importará a los humanos del futuro cómo somos ahora!
Había poco trabajo aquel día. Ni un cliente en toda la mañana. Por eso había sacado una silla a la entrada y se había sentado a tomar el fresco. No hay nada como el ocio para permitir que vuele la imaginación.

- En el pasado se preocuparon bien poco de archivar. Se dedicaban más bien a vivir, supongo. O más bien a sobrevivir. Y lo que consideraban importante ahora nos importa tres pimientos a nosotros. A nosotros nos interesa más lo que ellos no tuvieron interés en recoger, por eso buscamos en sus restos, por eso especulamos sobre su vida diaria, por eso entre mil fajos de papel sagrado nos volvemos locos al encontrar uno que, precisamente, estaba allí de casualidad.
Se le posó una mosca en el brazo. Ya empezaba a hacer calor.
- Probablemente, si les interesa algo de nosotros, será aquello que precisamente menos estemos valorando en la actualidad. Tal vez algo que tengamos delante y a lo que no le demos la menor importancia. Es todo una cuestión de perspectiva. Tal vez archivar no sirve para nada. Para crear una falsa impresión de eternidad, como mucho.
Miró el letrero de su negocio: "Ataúdes Jiménez". Hoy, seguramente, no se había muerto nadie..
- Al menos yo no me quedaré sin trabajo. Los muertos siempre existirán. Aunque, pensándolo bien, guardar cuerpos inertes sí que es guardar un elemento inútil. Quizá en el futuro no les den a los cuerpos muertos ningún valor, ni les rindan culto, ni los metan en cajas. Quizá hasta la muerte pierda trascendencia. Quizá en el futuro le den a la vida el valor que tiene, también, sin menospreciarla, pero sin sobrevalorarla. O quizá el futuro no exista y se acabaron los problemas...
Sopló de repente una ligera brisa que refresco el ambiente. Escupió el chicle. Aquel día no había muerto nadie...
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