La delegación de Turismo, a pesar de las pruebas presentadas por competencia desleal, archivó la denuncia del Apartahotel Tartessus

Los demandados siguen usando los locales comerciales como apartamentos según han corroborado detectives privados contratados por el Tartessus

En el artículo publicado ayer sobre la denuncia judicial por competencia desleal de varias empresas radicadas en el Centro Comercial Tartessus Center, les dábamos cuenta de las denuncias formuladas por la empresa afectada, Omega Royal Estate SL, que regenta el Apartahotel Tartessus, ante la Gerencia de Urbanismo de Chiclana, con Cándida Verdier a la cabeza, y la Consejería de Turismo de la Junta y de la inhibición de ambas entidades públicas. A pesar de las numerosas pruebas presentadas por los denunciantes contra los que ejercen la competencia desleal, la delegación provincial de Turismo archivó el caso, aunque siguen publicitando los locales comerciales para pernoctar, con derecho a desayuno y en la habitación. (FOTOS: Anuncio en prensa de los estudios comerciales).


La Guardia Civil fue otro de los lugares donde hicieron patente la ilegalidad que se estaba cometiendo en dicho centro comercial. El 27 de febrero de 2011 se formuló la denuncia, poniendo en su conocimiento la existencia de unos alojamientos clandestinos en el Tartessus Center, explotados por la sociedad Tesalia Inversiones y Promociones SL, cuyo administrador único pudiera ser Javier Martínez.

La denunciante afirmó que ella misma había realizado una reserva telefónica en dichos alojamientos a nombre de Nora Ferrer, que fue recogida y abonada en la recepción del Hamman Sancti Petri, aportando copia.

Se advertía a la Guardia Civil que en ese lugar se estaban desarrollando otros incumplimientos referentes a diversas normativas de seguridad establecidas en diferentes leyes. Una de esas normativas hace referencia a que los directores de los establecimientos de hospedaje o sus encargados, han de procurar que los extranjeros alojados, incluidos los nacionales de las demás partes contratantes y de otros estados miembros de las CE, “cumplimenten o firmen personalmente las fichas de declaración que serán transmitidas a las autoridades competentes diariamente, y siempre que éstas lo estimen necesario”.

Las personas que se alojan en esos “estudios comerciales” no constan, según la entidad denunciante, en las listas policiales que reciben de cada establecimiento como es obligatorio por ley. Tampoco daban facturas, como le sucedió a la persona que actuó como reclamo, Nora Ferrer, que no se la dieron por “problemas informáticos”.

Presentó una reclamación, aunque la hoja que le entregaron no se ajustaba al modelo vigente y cuando recibió la factura solicitada la descripción del servicio recibido “faltaba a la verdad, ya que el alojamiento contratado se pretendía esconder bajo la expresión “alquiler de sala (Estudios comerciales para uso profesional)”, lo que, al disculparse, el expedidor de la factura y explotador del negocio ilegal se está señalando como autor de la falta”.

DENUNCIA ANTE TURISMO, QUE ARCHIVÓ EL CASO

El 1 de marzo de 2011, el director del Apartahotel Tartessus presentó un escrito ante la Delegación Provincial en Cádiz de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, denunciando la existencia de los ya referidos apartamentos clandestinos. Las reservas de los alojamientos clandestinos podían realizarse a través de la página web del Hamman Sancti Petri, utilizándose como recepción de los alojamientos los baños árabes.

Se le solicitó a la Consejería el inicio de actuaciones administrativas y posible sanción. Se personaron así mismo en la Delegación de Turismo de Cádiz, aportando copia de la reserva de Nora Ferrer, hoja de reclamaciones y factura, así como varias direcciones de páginas web (Hamman Sancti Petri y Show de Tapas) a través de las cuales podían realizarse reservas.

También en la propia oficina de Turismo dieron cuenta de anuncios en la revista donde se publicitaban dichos alojamientos. El 10 de marzo de 2011 la Delegación de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte comunicaba al director del Hotel Tartessus el inicio de actuaciones previas contra Tesalia Inversiones y Promociones SL, “por clandestinidad, si bien, el 29 de abril de 2011, a pesar de las irrefutables pruebas presentadas, el Delegado de Turismo consideró oportuno el archivo del expediente porque “no podía constatarse” el servicio turístico prestado”.

“No deja de resultar curioso que, a los pocos días de haber interpuesto la denuncia en la delegación de Turismo, y antes de la notificación de archivo del expediente, desapareciera de la página web de los Baños Árabes Hamman Sancti Petri, la oferta de los alojamientos”, señalan los denunciantes.

OFERTAS DE TEMPORADA

Pero Tesalia no abandonó su actividad turística. Buscó un colaborador a través del cual publicitar comercialmente sus alojamientos: el restaurante Show de Tapas, ubicado en un local comercial del Centro Comercial Tartessus Center, propiedad también de Javier Martínez, “lo que le suponía una explotación turística de los estudios comerciales mucho más completa”, ya que ahora, además del alojamiento, podría ofrecer el desayuno en la habitación, como anuncian en la revista.

En ésta se ven imágenes parciales de los apartamentos: “Los excelentes precios de estos estudios los convierten en una magnífica opción para personas que vengan fuera de Cádiz a disfrutar de algún evento. En temporada baja, el precio del estudio comercial es de 55 euros, siendo de 80 euros en temporada media y de 105 euros en temporada alta. El precio incluye el desayuno servido en la propia habitación…”.

Hay ofertas para los campeonatos de motociclismo de Jerez o el puente del Día de Andalucía y habla de dormir dos noches en un dúplex, con derecho a una cena. Para demostrar la actividad turística que se estaba llevando a cabo de forma clandestina, contrataron los servicios de detectives privados. En su informe, éstos cuentan cómo efectúan la reserva de alojamiento, alojándose allí. Hablan así mismo de cómo están equipados.

El cliente es obligado a firmar “un contrato de arrendamiento de estudio comercial” antes de tener acceso a la tarjeta –llave. Dicho contrato, “elaborado en fraude de ley, tiene como probable objeto intentar eludir, entre otras, la responsabilidad que, mediante este procedimiento se le ha de exigir”.

Con todo lo expuesto no hay ninguna duda de que en los estudios comerciales se desarrolla una actividad hotelera “que se ejerce al margen de la legalidad vigente, con engaño al consumidor”.

ENGAÑO A LOS CLIENTES

Los clientes no sospechan “que su estancia se desarrollara en un lugar prohibido,
inseguro e ilegal”. Durante el invierno 2010/2011, una unidad de alojamiento para 4 personas sin el desayuno incluido en el Apartahotel Tartessus, ha tenido un coste medio de 117,70 €/diarios, debiendo añadirse 12 € por huésped y desayuno, según puede apreciarse en la tarifa oficial del hotel.

Los demandados han ofertado una unidad de alojamiento para 4 personas, por 55 €/diarios con el desayuno incluido. El cálculo medio por persona por alojamiento y desayuno en los estudios comerciales supone a cada huésped un coste de 11 €, mientras que en el Apartahotel Tartessus, cada cliente debe pagar un total de 41,41 €, lo que implica una diferencia de 30,41 € por persona.

El consumidor ignora que “lo más probable es que tampoco estén asegurados esos locales, al menos como estudios comerciales y prestando el servicio denunciado, ya que ninguna aseguradora se prestaría a una ilegalidad como ésta”. En caso de producirse un accidente el perjudicado “no tendría a quién dirigirse, puesto que la aseguradora se desentendería del siniestro, y los explotadores de los estudios comerciales negarían la existencia del alojamiento, como de hecho ha ocurrido en la expedición de la factura”.

No asegurar el hecho del alojamiento, supone, a los demandados, un ahorro en los costes de su actividad, igual que les supone un ahorro en los costes de su actividad prescindir de los servicios de conserjería, de dirección y de botiquín, imprescindibles según la normativa turística, y muy útiles para resolver cualquiera contingencia.

Por tanto, “al consumidor le están ocultando datos que afectan a la peligrosidad y a la salud, lo suficientemente importantes para que un cliente decida no contratar los alojamientos de los demandados, y contrate otros. El consumidor ignora que los datos que ha proporcionado a la empresa (incluidos los datos bancarios) no están debidamente protegidos”.