Qué vergüenza [colaboración]

Fumanchú, el CHINAclero disconforme [colaborador].-

Que digan que la cosa esta muy mala, será verdad no se le puede negar ni a los topos, es evidente. Que digan que no se llegará nunca a los cinco millones de paraos como consuelo, que sea verdad o que sea mentira eso es lo de menos. Lo que diga la Cope, lo que diga la Ser, Intereconomía o La Sexta. Qué más da. La verdad no está nada más lejos que en el recibo de la luz, la puta bombona, el plazo de la hipoteca, los 420 euros de ayuda del que lo tenga, el cartón del paro. Ésa es la verdad y la realidad y todo lo que digan es caca de la vaca.

Que digan que las familias están al borde de la quiebra, que los desahucios se triplican, que la abundancia escasea. Toito lo puedo consentir porque en verdad lo tengo delante de mis narices.

Ahora. Lo que no puedo consentir son estos espabilaos que dicen que este país no tiene solución ahora, estos espabilaos intelectuales de tres al cuarto que llevan más de treinta años que no se les escuchaba y que lo último que se les reconoce de movimiento es de haber corrido delante de los grises. Y ahora se rasgan las vestiduras porque están imaginándose que sí, que la cosa también va con ellos y les faltan ya menos de un cuarto de hora.

Puede ser que esté de acuerdo con ello pero solo en una única cosa, que en este país existe una manchá de flojos, vagos, chulos, sinvergüenzas, golfos, mentirosos e incompetentes inútiles y que me perdonen los que he olvidao de mentar. Que el sistema que elegimos les favoreció más que a nadie, les favorece y, a este paso, les seguirá favoreciendo y, para colmo, este sistema le engrandece hasta términos incalculables. La democracia para esta calaña es una autopista con 17 carriles.

Esta gente tiene un alto índice de buenas colocaciones, buenos enchufes, buenas relaciones y buena calidad de vida. A esta gente hay que pedirle permiso hasta para ir al cuarto baño. Esta gente es la lacra, es el problema y es el enemigo a batir.

De que este país no tiene solución que se lo cuenten a mi prima Juana. Ésa sí que lo solucionaba todo con medio jorná.

Este país tiene solución y en menos de veinticuatro horas porque delante de mis narices, doy fe y tengo la completa seguridad de que los sinvergüenzas están localizados en los años que estamos, que se les ve venir a leguas, se distinguen ya hasta en la oscuridad con la misma seguridad y lo sabemos de sobra.

Pero de que existen millones de trabajadores, gente honrada, educada, competente, acta y apta, gente dispuesta con mucha valía, que serían incapaz de llevarse ni un lápiz que no es suyo, esta gente está al margen de todo por eso mismo, precisamente, es por lo que no entró en el jueguecito, porque esta gente no salió nunca de aquello que no fuese trabajar honradamente.

Claro que esto tiene solución y rápida, siempre y cuando la cosa se haga al contrario de cómo se está haciendo, cortando por arriba de la piramide, cortando y no recortando, cortando de raíz desde la punta hasta la parte más baja sin contemplaciones. Recorta, le recortaba yo los pelos a más de uno/a.
Investiguen patrimonios, investiguen salidas al extranjeros de dineros, investiguen compras y ventas fraudulentas, investiguen, e investiguen de oficio y dejarse de tanto me dijo me dijo.

Donde hay educación no existen clases sociales, los sinvergüenzas los hay con dinero, pero también sin dinero y esperando una oportunidad.

Este país, créanme, está lleno, llenito hasta los bordes también de gente honrada. El poder está en manos del maldito y asqueroso valor que le da alguno al dinero.

Existe una táctica muy fácil de atrapar a un delincuente, busque usted primero el dinero y seguro que detrás aparece él.

Esto tiene solución. ¿Quién ha dicho que no?

¿Acaso a alguien le interesa que no la tenga?