¿Dimite Esperanza Aguirre o la invitan a irse?

Félix Arbolí [colaboraciones].-

La dimisión de Esperanza Aguirre ha causado auténtica sorpresa y las más controvertidas reacciones. Opino y no creo equivocarme, que en este asunto hay una especie de mano negra o complot secreto y la han defenestrado por ser una valiente crítica a los desaciertos de sus bien colocados compañeros de partido.

Esa temida “mosca cojonera”, que canta las verdades en público y por ello su permanente olvido en los ajustes y desajustes de los gobiernos del PP. Creo que le tenían miedo, pues eran conscientes de que tenía arrestos para ponerse a todos por montera.

Si mal iban las cosas entre los “populares”, ahora les van a ir peor, pues han perdido una de sus más importantes bazas. De seguir así las cosas se van a quedar Rajoy, “su niña de la Moncloa” y el temido señor del Guindo. Insuficientes hasta para una partida de mus.

Creo que la manera de proceder de la dimitida o cesada “líder” era considerada errática a sus compañeros de viaje, al no querer aceptar la obligada obediencia a esos extraños poderes que, desde la sombra, rigen la política mundial. Hay versiones para todos los gustos. También que su desaparición puede estar motivada para desligarse del batiburrillo en el que sus dirigentes nacionales han convertido su gestión en el gobierno, en detrimento del partido y arrepentimiento de sus votantes.

Huir del caos antes de verse envuelta en ese inevitable torbellino que arrastrará  a sus compañeros al fracaso y al ostracismo, si no ponen remedio a tantos desaciertos y calamidades, que ya lo dudo.

Puedo casi asegurar que algo raro ha ocurrido, pues Esperanza, al estilo de los buenos gladiadores, no dejan su lucha hasta morir o triunfar. Y esta líder, que cuenta con enormes apoyos entre sus compañeros y los votantes del PP, no es de las que tiran la toalla a las primeras de cambio.

Debo  aclarar que no me gustaba su empeño en privatizar todo nuestro patrimonio, pues entre ella y Gallardón con sus ínfulas faraónicas, han dejado a los madrileños hasta sin el agua que bebemos y era del pueblo, que no es ni libre ni soberano, pero he de aceptar que tenía más adictos y seguidores que el propio Rajoy y era la única que le contradecía en sus malas decisiones. Es decir, todas las que ha tomado desde que llegó al poder.

Como no suelo ver las noticias de la “tele” en ninguna de las cadenas, ya que no quiero añadir a mis agobios la posibilidad de úlcera o estrés, no me enteré de su dimisión o “retirada provisional” hasta las siete de la tarde del mismo día, cuando la comentó en mi página de Facebook uno de mis amigos de esa tierra, Chiclana, mi trocito de patria chica.

PREGONEROS DE LA MENTIRA

Nadie puede suponer que a un periodista residente en Madrid y con más años en la profesión que “Cascorro”, le iban a poner al corriente de la actualidad un amigo tan lejano. Pero estoy tan saturado de pregoneros de la mentira que he decidido mandarlos a hacer puñetas y seguir mi vida aislado del mundanal y asfixiante ruido de tantos fantasmas arrastrando sus cadenas de hambre y de cinismo.

Esto ocurre por tener televisiones tan torticeras y partidistas que nos obligan a huir de ellas, cual si se fueran el mismo diablo y zambullirnos de cabeza en la revuelta “piscina” de las digitales, para evadirnos de problemas. Mis elecciones suelen ser  programas que nada tienen que ver con la política y sus avatares.

Al menos aún nos queda el derecho de decidir sobre nuestro equipo de fútbol favorito sin tener que pagar IVA y cambiar de canal, cuando aparece el moderno juglar de turno ante la pantalla anunciando esas amañadas noticias que les ponen sobre la mesa o ante la cámara para dar la sensación de que nos están mirando y lo que hacen realmente es leerlas.

Por cierto, hablando del IVA y como muestra de la insaciable voracidad de nuestro gobierno y su “ayuda a la cultura”, indico los porcentajes que se cobran a la música en algunos países europeos, incluso en Grecia que se encuentran en peores momentos económicos: Noruega, no cobra este impuesto; Suiza, el 2,5%; Bélgica, el 6 %, como Hungría y Holanda; Grecia, el 6,5 %; Alemania el 7 %; Francia, el 7,5 % y nuestra querida España, destacando siempre en el aspecto negativo y abusivo, el 21 %. Una bagatela en los tiempos de gran prosperidad que disfrutamos.
     
No iba a hablar de política, pero las circunstancias mandan. Y es que de nada sirven nuestros propósitos con los políticos que nos han tocado en la tómbola de la desgracia.