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Al salir del cine: CONSULTAS CON LA NATURALEZA (El artista y la modelo)

CĂ©sar BardĂ©s [colaborador].-

Las curvas de la belleza se escapan de entre los dedos, como pintura mal mezclada en una paleta de experiencia. La idea es una fugitiva que no se deja atrapar hasta que la casualidad se cruza, la desesperación se alía y el milagro se produce. La Naturaleza no deja de proponer motivos para la maravilla, para la imitación de una realidad convertida en arte. La búsqueda de la perfección, en suma, no es más que el principio de la caída, de la sabiduría magistral, de una cima que no se puede volver a alcanzar.

Y ahí están las hojas, con su arpa de hierba resonando en la tranquilidad del espíritu. El mármol espera, quieto y paciente, a la inspiración que no siempre aparece. La curiosidad se asoma por detrás de las piedras mientras el mundo se derrumba y cae por el precipicio de lo efímero. El trazo se hace firme para que la mano modele el espíritu. La creación no deja de llamar a la puerta, disfrazada de inocencia, de ingenuidad, de un punto de rebeldía hundida en el silencio, de una encantadora mirada que se hace novia de la sonrisa. Luego, cuando todo acabe, vendrá el inevitable vacío, la imparable soledad y una despedida cariñosa a todo lo que merece la pena.

Por el camino, el desnudo parece una obra divina, el enaltecimiento de la voluntad de lo más hermoso. El hombre es una pieza tan prescindible como un pincel. La mujer es el lienzo, es la belleza de la postura, es la adorable quietud, es el juego inoportuno y la risa juguetona. La vejez comienza a irse porque ya lleva demasiado tiempo tratando de convencer al artista de que la muerte es lo siguiente. El sol se eleva. El aire sopla suavemente mientras el pan se seca. El silencio habla. El aprendizaje escucha. El gusto ve.


Así, poco a poco, esbozo tras esbozo, vamos descubriendo que el artista consulta con la Naturaleza para crear la forma soñada, el contorno amado, la silueta que marca sus límites con la armonía. El trabajo es duro porque el mundo llama y la muerte se impacienta. Todo se va pegando con papel y cola para crear una sinfonía estética, un movimiento petrificado, un amor reprimido por el tiempo. Vivir para crear, ser Dios en una época de desgracia, tiene que ser algo muy cercano a la plenitud.

Fernando Trueba realiza una película de silencios elocuentes, de diálogos morosos, de momentos de profundo sentimiento que se erigen cuadros en el rostro de Jean Rochefort, intenso en su ancianidad, afable en su sonrisa de aprecio por los detalles que brinda la eterna inspiración de la Naturaleza, rígido en su exigente búsqueda de la verdad en el cuerpo femenino y sólido en sus convicciones de humanismo sin color, de solidaridad sin tendencia, de ser una obra de arte en conductas y éticas. Se encuentra bien acompañado por un blanco y negro que parece revelado en la nostalgia y en la calma deseada. Y el resultado es una historia sensible, nítida, que casi se puede modelar en las manos del espectador con el gozo de haber encontrado una explicación al proceso de crear. La mano de Trueba es la de alguien que sabe qué quiere contar y cómo contarlo y es muy difícil hacerlo en unas escenas en que las miradas sustituyen a las palabras, en que las actitudes son auténticos motivos y en que la verdad parece ocupar su lugar preciso en el lienzo que él propone. Porque la escultura exhala sinceridades con su volumen, con su densidad y con su tacto. Porque un cuerpo femenino puede decir más certezas sobre Dios que ninguna otra cosa. Porque hay un pedazo de corazón en cada uno de los planos de la cinta. Porque crear es agotador pero lo que es fascinante es el mismo proceso de esa creación, mucho más que el resultado final revelado con la mirada de un cineasta, con el pulso de un pintor y con el temple pausado de un escultor sin tiempo.

6 comentarios:

  1. esta película seria impensable realizarla si el artista fuese español como son los artistas
    y la modelos fuesen francesas como son las modelos.
    En mi opiniĂłn una pelĂ­cula que no llame al espectador ni cree curiosidad en el, lleva todos los sĂ­ntomas de pelĂ­cula pasajera y mediocre.
    Con todos mis respeto pienso que el espectador del siglo 21 no va al cine como el de los años 70 o 80.
    el espectador e hoy va a ver una pelĂ­cula en concreto.
    una pelĂ­cula que le llame la atenciĂłn y despierte curiosidad en el tiene en si el 50% de existo garantizado antes de su proyecciĂłn.
    saludos bardes

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  2. ¿TambiĂ©n es especialĂ­sta en cine?¡Que chinito tan listo!

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  3. Quizá yo estĂ© chapado a la antigua pero a mĂ­ sĂ­ es una pelĂ­cula que me llame la atenciĂłn porque me habla de la creaciĂłn artĂ­stica y de sus aristas y llanuras. No seamos ingenuos, por otro lado. Una pelĂ­cula puede no tener Ă©xito y ser excepcional. Ejemplos en la historia del cine los hay a millares. Es más, en muchos casos, el director y los responsables de la pelĂ­cula la hacen porque les produce la satisfacciĂłn artĂ­stica de haber hecho algo que, realmente, merece la pena. En este caso, tengo que decir que la modelo es española, hace papel de española y se comporta como una española (Aida Folch), otra cosa es que me encante como actĂşa, que no es asĂ­. Me encanta Jean Rochefort porque sĂ­ me lo creo como artista. Y además, seamos sinceros, ¿desde cuándo en España se ha apoyado la creaciĂłn artĂ­stica? El artista ha sido siempre el bicho raro, el tipo que se dedica a lo inĂştil. Salvo en casos puntuales en el campo de la Literatura y tambiĂ©n alguno en el cine, lo demás ha sido pura bohemia despreciada por la comĂşn.
    Y si una pelĂ­cula no crea curiosidad en el espectador, querido Fu, no es problema de la pelĂ­cula, sino del propio espectador. ¿DĂłnde estarĂ­amos si no fuera por la curiosidad?
    Un saludo y gracias.
    Y no os peléeis por aquí. Tanto derecho tiene uno a decir lo que piensa como otro, sea de donde sea, con la tendencia política que sea, con la situación que sea y con el respeto debido. Que no me tenga que enfadar.

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  4. uff perdona hombre
    nunca mas lejos de mi intenciĂłn el hacerte enfadar.
    mira barde que yo te respeto mucho

    El otro día estuve viendo una película buenissima se llama "el irlandés" y es del año pasao
    permitame usted que se la recomiende.
    y perdona mis modos.
    argunas veces segun el levante, los mosquito o los politicos se me va la olla.


    pero hablandole sinceramente
    y sin tapujos, bardes
    no me hace ninguna gracia que un francés se folle a una chavala guapa linda morena y española.
    y después para colmo tengamos que admirar su arte
    y pa acabar de rematarlo va y la dirige un español.
    aonde vamo a llegar

    no me gusta joe bardes comprenderme.
    que me jierve la sangre.

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  5. Y tanto que "El irlandés" es buena. Si buscas por aquí, está el comentario que hice sobre ella. Y si no recuerdo mal, hasta tú también me hiciste un comentario sobre ella. Gracias, en todo caso, por la recomendación.
    Y una aclaraciĂłn, en todo caso seguro que bastante superflua. El francĂ©s no se folla a la chavala. Curioso ¿eh?
    AsĂ­ que no te jierva tanto la sangre. Y no te preocupes. Gracias por tus palabras.
    Un saludo, Fu.

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  6. ja ja! ¿Chino lo de que "un francĂ©s se folle a una chavala guapa, linda, morena y española" lo dices por las que se follarĂłn en tu pueblo hace 200 años?
    Por otra parte comentarte que una pelĂ­cula puede no llamar la atenciĂłn y curiosidad de las masas (que evidentemente es a lo que te refieres), lo cual no quita para que sea una gran pelĂ­cula. Sin tiros, efectos especiales, vampiros, sangre, ordenadores, etc...
    Vamos, que al final las pelĂ­culas deberĂ­an de ser sobre futbol, que es lo bueno ¿o no?

    Nota.- sé que estás quemado, como tantos, pero últimamente debes de echar algo en los garbanzos.

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