Nos sobran días y nos faltan soluciones

Me entero que el pasado día 11 la ONU, ha declarado el “día de las niñas”, el quince “el de la mujer rural” y el l8 “el de la menopausia”. Existen ya “el de la infancia”, “el de los niños”, “de la mujer maltratada”, “de la madre”, “de la mujer trabajadora”, etc., etc. Muchos días dedicados a la mujer que de poco sirven y nada remedian.
No se ataja el problema discriminatorio que sufre la mujer en algunas partes del mundo y entre hombres repugnantemente machistas, con dedicarle unos días determinados. Todo será inútil si no nos mentalizamos en considerarla no como un ser inferior que necesita nuestra protección, sino la persona que como madre, esposa, hermana, hija o simple compañera, merece nuestro respeto y cariño. ¿Qué sería de nosotros sin la presencia y decisiva influencia de la mujer desde el instante que nacemos y a lo largo de nuestra existencia?
Soy un convencido de que si el hombre tuviera que parir haría ya muchos años, millones, que la Humanidad habría desaparecido. No quiero decir con ello que el hombre sea cobarde y lo ha demostrado en multitud de ocasiones y circunstancias, pero considero que en la maravillosa e inigualable misión de la maternidad no hace falta solo el valor y la abnegación para aguantar nueve meses de molestias, fatigas, dolores y limitaciones, que la mujer soporta y vuelve a soportar en más ocasiones aún sabiendo lo que le espera, sino un amor sin límites hacia ese ser que ella ha traído a la vida y al que dedica todo su tiempo.

Aguantando estoicamente noches enteras sin dormir y jornadas completas de constante inquietud procurando que no le pueda afectar problema alguno. Sin omitir, por supuesto, esos durísimos dolores del parto que no se pueden comparar con ningún otro. Ya solo por esto deberíamos sentirnos en una deuda permanente con este ser tan sublime.
MUCHOS DÍAS ESPECIALES
Yo propondría sustituir tantos días especiales, que por su reiteración llegan a pasar inadvertidos, por la celebración de un día homenaje a la mujer sin distinción de edad, ocupaciones y procedencias y concienciar a los jueces para que aumenten las condenas a todos los desalmados que las torturan, violan, prostituyen y matan sin la menor vacilación.
No entiendo esto de los “días especiales”, pues vamos a tener que ampliar el calendario ante tantas dedicatorias. Me resulta un tanto absurdo la celebración de ese “día de la mujer rural”. Lo que ésta necesita es que respeten sus derechos y la traten con la debida consideración, facilitándole el tiempo necesario para su formación y vida familiar y un salario similar al del hombre, acorde con su difícil y fatigoso trabajo en jornadas interminables.
Además, ¿no existe ya “el día de la mujer trabajadora”? ¿A qué se debe esta nueva celebración, si la mujer domina ya todos los campos laborales, que antes eran privativos del hombre y es muy difícil celebrar por separado cada uno de ellos?

A este respecto, nos piden en ese día que les recordemos y ayudemos con nuestros donativos en sus curaciones y compra de aparatos ortopédicos que, a veces, venden las mismas empresas fabricantes de esos artefactos causantes de las tragedias en otras de sus fábricas. ¡Vaya lección de honestidad! Y lo peor del caso es que como tantas otras muchas barbaridades quedan impunes.
Creo que ya está bien de intentar celebrar tantos “días de…” y esforzarnos todos para que no se originen las causas que los motivan. Y si concienciarnos de estos propósitos nos resulta difícil, con mayor motivo aún.
Totalmente de acuerdo. Fenomenal reportaje, trado con el máximo respeto y profesionalidad. Soy puedo decir. GRACIAS, en nombre de todas las mujeres y sobre todo en mi propio nombre. Angeles Mainé
ResponderEliminarGracias a ti, xreo que te llamas Angels, por tu cariñoso comentario, Sólo por ello, merece la pena escribir y exponer mis opiniones. Es una satisfacción ver que lo que uno piensa y defiende encuentra eco en la mujer, a cuya naturaleza, uban dedicadas mis palabras. Siempre, gracias a las enseñanzas de mi madre, he sentido un enorme respeto y admiración hacia la mujer y la considero, sin hipócritas lecturas, como muy superior al hombre en muchas cuesiones y merecimientos., Sin voi+osotros no existiríamos ninguno de nosotros y ello ya es suficiente para rendeiros nuestro permanente homenaje. De todas formas, he tenido mucha suerte en las que he tenido a mi lado desde el instante de nacer hasta la fecha, salvo alguna que otra traición y decepción que me han hecho sufrir por mi entrega total y confianza. Desde Madrid, aunque con el corazón siempre puesto en esa mi Chiclana natal, te envío un cálido abrazo de admiración como mujer y de emoción como paisana. Félix Arboli.
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