Amancio Prada ofrece esta noche en el “Teatro Moderno” el recital “Concierto de amor y celda”

Comenzará a las 21,00 horas e interpretará canciones sobre textos de María Zambrano, Santa Teresa y San Juan de la Cruz.-

El compositor y cantautor leonés Amancio Prada ofrece hoy viernes en el “Teatro Moderno”, a partir de las nueve de la noche, “Concierto de amor y celda”, en el que la mística de San Juan de la Cruz  y de Santa Teresa alternarán con otras piezas claves de su repertorio, llevando al público desde la época de los místicos hasta el presente, trayendo su voz, por primera vez a Chiclana, textos de María Zambrano.

Este recital forma parte del ciclo “Dolencia de amor. Una aproximación a nuestros místicos”, organizado por la delegación de Cultura para rendir homenaje a los clásicos de la literatura mística.
La trayectoria profesional de Amancio Prada ha merecido diversas distinciones entre las que cabe destacar la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en 2001 y, en 2010, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

El precio de la entrada será de 18 euros, con el 20% de descuento para los Amigos del Teatro Moderno.

CONFERENCIA

Ayer jueves pronunció Amancio Prada una conferencia sobre San Juan de la Cruz, centrándose en el Cántico Espiritual. Fue en la Casa de Cultura que, a pesar de la lluvia, llenó la sala de exposiciones, con numerosas personas que no quisieron perderse la disertación sobre este poeta, tan importante dentro de la mística.

Contó Prada cómo entró en contacto por primera vez con San Juan de la Cruz. Con un premio que ganó en un concurso se compró una guitarra, se fue a París, se matriculó en la Sorbona y llegó con una maleta de libros entre los que estaban obras de Miguel Hernández, Rosalía de Castro, León Felipe, Tagore y el poeta berciano Luis López Álvarez.

Comentó el cantautor leonés que “no sabía quién era San Juan de la Cruz, lo estudié en el colegio, pero eran tantos los poetas que te daban que se perdió entre ellos”. Un compañero de estudios en la Sorbona le encontró una habitación en el centro de París, en un edificio señorial donde los dueños de las casas burguesas tuvieron criados en su tiempo.

Era el otoño de 1969 y por entonces las criadas ya no se quedaban a dormir, por lo que alquilaban las dos habitaciones de éstas a estudiantes y emigrantes españoles, italianos y portugueses, los que más abundaban. Estaban en la buhardilla, aunque eran muy pequeñas. Una vecina casi ciega solía tener relaciones con su novio, “produciendo sonidos guturales que me impedían estudiar y concentrarme.

Por ello “cogía la guitarra y no dejaba de tocar durante el tiempo que estaban en sus quehaceres amorosos. Cuando terminaban, yo seguía tocando porque ya me había calentado, por lo que tocaban en la pared para que parara. Era injusto, pero me callaba”.

“CÁNTICO” VIAJERO
El amigo que le buscó la habitación, que vivía en otra colindante, harto de oírle tocar, una noche le regaló un libro de San Juan de la Cruz “para que lo leyera y me callara. Entendí el mensaje y empecé a leer el Cántico espiritual”, que me dejó muy sorprendido por su altura poética, por su fuerza”.

En 1973 cantó en un programa de radio parisino el “Cántico espiritual” por primera, aunque incompleto, acompañado de un cello. Contó los avatares de San Juan de la Cruz durante su trabajo en la orden religiosa a la que pertenecía, llegando a ser raptado cuando se encontraba en Ávila y siendo trasladado de noche, en diciembre, montado en un burro, a Toledo.

En el convento donde lo llevaron pasó nueve meses en una habitación muy pequeña, donde escribió el “Cántico”, aunque en realidad, como no le dieron papel ni pluma no le quedó más remedio que memorizarlo. Donde lo escribió fue en Granada. Murió en Úbeda, Jaén, y ante la disputa de ser enterrado allí y en Segovia, su cuerpo fue partido en dos y reposa en estas dos ciudades.

Precisamente en Segovia fue donde terminó el “Cántico” Amancio Prada, localidad en la vivió cinco años tras regresar de París. El 4 de abril de 1977 lo estrenó en la iglesia de San Juan de los Caballeros, acompañado de un violín y un violoncello. El disco, la primera versión, lo grabó en un solo día, el 1 de junio del mismo año, y desde entonces lo ha cantado en numerosos países y ciudades.

También ha editado diversas versiones, incluso en disco libro. Como final de la conferencia interpretó una canción de un poema de San Juan de la Cruz, que recibió numerosos y cálidos aplausos de los presentes.

Esta noche tendremos la suerte de volver a oírle en el “Teatro Moderno”, una ocasión que no se deben perder.