Los sindicatos critican al delegado de Recursos Humanos acusándole de “no tener humanidad y utilizarnos como sus marionetas”

Acusan al equipo de gobierno de crear un mal clima laboral y de dar jefaturas a dedo.-

Al finalizar el pleno ordinario de enero, Juan Molina, de Comisiones Obreras, y en nombre del resto de sindicatos que conforman la Junta de Personal del Ayuntamiento (UGT, CSIF, CGT y UPBLA, leyó un comunicado en el que criticaba con dureza al equipo de gobierno y especialmente al concejal de Recursos Humanos, Diego Rodríguez.

Decían en el citado comunicado que querían hacerse oír “para que toda la ciudadanía escuchen de viva voz la situación laboral en la que nos encontramos y a la que estamos siendo sometidos”, haciendo referencia en primer lugar a los recortes del gobierno central y que el equipo de gobierno municipal “ha querido cumplir estas directrices a pies juntillas”.

Comentan que con estos recortes, “el gobierno central ha dado al traste con 40 años de democracia, de luchas sociales, equiparaciones laborales, paz laboral y social, y nuestro equipo de gobierno, en manos de su delegado de Recursos Humanos, y tal y como él mismo expresa, desde la “derecha más derechona”, hace cumplir la ley de la forma más dura y radical, sin un ápice de humanidad y queriendo en todo momento, utilizarnos como sus marionetas, sin contemplar nuestros derechos, tratándonos como eslabones de una cadena laboral sin vida propia y sin familias”.

Dicen los sindicatos que lo peor del pisoteo de sus derechos “es ver la inhumanidad en todo este asunto. Este señor (Diego Rodríguez) y este equipo de gobierno desconfían de los trabajadores y se jactan con las situaciones tan caóticas que su talante no negociador, no humano e intolerante, provocan entre las personas, entre los trabajadores de este Ayuntamiento”.

FUNCIONARIOS DE PRIMERA, SEGUNDA Y TERCERA

Hicieron los sindicatos referencia a lo publicado días antes: “Implantan ya no la normas del señor Rajoy, sino que las endurecen y quieren implantar las suyas propias, sacando de la norma la interpretación más retorcida, con el beneplácito de funcionarios que deben asesorarles de su metedura de pata. Pero no hay nada como el dinero, traducidas en algo legal que son las sumas cuantiosas de productividad que se siguen pagando aun en tiempos de crisis y austeridad, para acallar estas voces y hacer que miren hacia otro lado”.

Afirman que las restricciones no son para la totalidad de los trabajadores: “A los amigos y colegas no les afectan, ya que mientras a los demás nos recortan, a ellos les conceden jefaturas a dedo para, quizás, paliar el detrimento económico sufrido por esas leyes que tan plácidamente aplican nuestros gobernantes”.

“Nos preocupa el hecho de que todo esto aboca a la aparición de funcionarios de primera, segunda y tercera –continúan diciendo los sindicatos-, sembrando un clima laboral nefasto, ya que existen privilegios para algunos que otros no podemos ni plantearnos alcanzar, puesto que no somos “amigos”, como por ejemplo: salir a desayunar, (solos o con los propios delegados) o no realizar el control de asistencia (privilegios e irregularidades que desde los órganos de representación de los trabajadores, se viene denunciando reiteradamente y que, al parecer, nunca es tiempo de solventar”.

Dicen no entender “el porqué de esa saña del equipo de gobierno hacia nosotros. Somos trabajadores, empleados públicos, funcionarios de carrera, nadie nos ha regalado nada, estamos aquí por méritos propios, después de pelear nuestras plazas con muchas, muchas personas. Nadie nos ha elegido en ninguna urna, tenemos mérito y capacidad para estar donde estamos, ocupamos las plazas que nuestras oposiciones, según ley, nos permite”.

ACTITUD POCO TOLERANTE

Manifiestan que “no somos más de lo que somos, pero sí hacemos más de lo que nos dice la ley, y lo llevamos haciendo muchos años. La masa mayoritaria de este Ayuntamiento está integrada por Auxiliares Administrativos, y son los que sustentan su base, realizando trabajos de superior categoría, nunca reconocido ni, por supuesto, pagado”.

Aseguran que antes el clima laboral era sostenible, “pero este equipo de gobierno nos insulta constantemente, con su actitud poco tolerante y contraria a la negociación, así como aplicando la ley de la manera más intransigente e impidiendo el tan necesario equilibrio entre vida laboral y familiar ya que actualmente somos el Ayuntamiento en el que se está haciendo una interpretación más extrema y rígida de la ley, recortándonos incluso derechos reconocidos que quedan al margen de los Decretos enunciados por el gobierno central”.

Desde que empezaron “las supuestas negociaciones” a raíz del decreto del 20 de julio 2012, con la implantación del nuevo horario, “hemos sido testigos de múltiples evidencias del “talante negociador” de este equipo de gobierno”.

Han visto cómo aparecían Decretos de traslado y aumento de categorías profesionales, jefaturas dadas a dedo, hasta un total de 17 nombramientos (todo con su correspondiente subida económica) sin negociación alguna, justificación razonada ni el aval oportuno del informe preceptivo y, por supuesto, “sin dar el correspondiente traslado de los mismos, con carácter previo, a los órganos de representación de los trabajadores y sin seguir los cauces que garanticen la trasparencia y la no arbitrariedad de tales decisiones, tal y como establece la normativa vigente”.

PONER A LA OPINIÓN PÚBLICA EN CONTRA

Aseveran que este equipo de gobierno “es de una intransigencia ilimitada, y lo sabemos no porque la mesa de negociación se haya convertido en un mero debate para al final hacer lo que le venga en gana a éste, sino porque nos consta que incluso antes de que se hubieran tratado los temas en la mesa de negociación, algunos delegados en sus negociados ya tenían redactados los decretos con los horarios pendientes de firma y las notas de régimen interior preparadas, así como notas de prensa en la calle, en la página web corporativa y en los medios de comunicación”.

“Eso para el concejal de RRHH es negociar: ir a una reunión y decir “voy a hacer esto”, cuando los correspondientes decretos se encuentran ya redactados y firmados. Éste es el nuevo concepto de negociación. Ir a una mesa a charlar como si estuviéramos en una reunión de “no amiguetes” y luego hacer lo que le venga en gana no es negociar. Más bien es asestar otra patada a la democracia. No es más que un insulto a la figura del empleado público, y a las mesas de negociación”, apuntan los sindicatos.

Manifiestan así mismo que “no nos cabe duda de que si nuestro puesto de funcionario de carrera o empleados públicos no tuviera carácter fijo, este equipo de gobierno nos habría puesto ya a todos los que luchamos para dignificar nuestra labor hacía la ciudadanía de patitas en la calle”.

El extenso comunicado finaliza diciendo que este equipo de gobierno, “con su actitud déspota, intenta crear un clima laboral que  termine desacreditándonos, ponga a la opinión pública en contra de nuestra tarea para finalmente desmantelar los servicios públicos, a fin de ponerlos en manos de las empresas privadas gestionadas por amiguetes. Ese es su objetivo final, desmantelar el estado de bienestar”.