De locos

Francisco M. Navas [colaboraciones].-

La actualidad social y política, con sus noticias de última hora, que nunca son las últimas, hace que los ciudadanos de a pie nos sintamos absolutamente desbordados, porque aunque el tratamiento que se nos da es el de tontos, afortunadamente todavía nos dedicamos a usar la cabeza para algo más que para peinarnos, a pesar de hallarnos sumidos en un marasmo del que no vemos la salida.

En el terreno religioso, asistimos estupefactos a la renuncia de un Papa, al que los católicos y muchos cristianos creyentes suponen ser el sucesor de Pedro, el que negó a Cristo tres veces según los evangelios, renuncia que permitirá la convivencia de dos papas, uno emérito, palabra que aplicada a Benito XVI tiene su guasa, y al nuevo que elijan en el próximo cónclave, donde participarán como aspirantes algunos obispos acusados de pedofilia, lo cual no deja de ser una broma macabra, ya que por sus bocas y a través de sus actos, siempre según los dogmas de la iglesia, es Dios quien habla y actúa. 

En el terreno judicial, llega a su fin, tras tan sólo dos meses y pico de vida, la más efímera existencia de una ley en toda la historia de la democracia, me refiero a la ley Gallardón de tasas judiciales, que no ha sido capaz siquiera de superar el destete antes de ser modificada, porque incluso antes de ser aprobada ya suponía, por la sinrazón y desproporción de sus medidas, la estupidez personificada.

En el terreno político, doña Dolores, la de Cospedal, continúa acuñando nuevos términos, como retribución en diferido, escandalosos en sí mismos, por cuanto pretende justificar lo injustificable, esto es, que un señor, tesorero durante más de veinte años en el Partido Popular, que llegó a acumular hasta treinta y ocho millones en cuentas privadas en Suiza, (ya van treinta y ocho) ha seguido cobrando sueldo hasta hace sólo dos meses y cotizando como empleado de su partido a la Seguridad Social. Entretanto, el señor Bárcenas, que tiene tripas sin estrenar, denuncia al Partido Popular por despido improcedente.

TUERCAS NACIONALISTAS

En el terreno autonómico, los nacionalistas catalanes aprietan tuercas mientras el Partido Socialista de Cataluña nos demuestra, de una vez por todas, que ni es socialista, ni es obrero, ni es español, amén de definirse ideológicamente de facto como un partido de derechas, pues no se puede ser de izquierdas y nacionalista a la vez.

Eso sí, algunos de sus miembros ya no se hacen llamar Carme o Carma, sino Carmen, con lo cual la españolidad se les supone, aún cuando usen la triquiñuela legal de ausentarse de una votación para no ir en contra de una propuesta de independencia defendida por el resto de sus compañeros.

Con anterioridad a todo esto, no se asombren, el portavoz de Convergencia y Unió se dirigía a TVE en español, no en catalán como siempre, para alabar el posible apoyo del Partido Socialista de Cataluña a sus tesis independentistas.

Podría poner mil y un ejemplos más para demostrar que todo esto que relato supone sólo un ápice del desquicie progresivo de este país de mamarrachos en el que vivimos, y del mundo en general, aunque trataré de centrarme, como siempre, en algunas reflexiones personales.

Al Papa le pediría que rece mucho para que no salga elegido como segundo Papa alguno de estos individuos a los que me he referido anteriormente, porque de lo contrario mucho me temo que tendrá que medicarse contra el insomnio, además de acrecentarse en el seno de la Iglesia Católica las tremendas contradicciones entre lo que predica y lo que hace.

REPASAR LA CONSTITUCIÓN

A Carme o Carma, Carmen a secas para mí, independientemente de cuáles sean sus proyectos políticos de futuro, le recordaría para su bochorno personal que tuvimos que enterarnos de que sus abuelos eran de Almería cuando vino en campaña a disputar en Andalucía la secretaría general del PSOE con Rubalcaba.

A los nacionalistas de CIU les diría que pueden seguir hablando en catalán en los telediarios de audiencia estatal, porque les prometo que no me voy a molestar en leer los subtítulos, aunque les recomendaría que repasasen su español, porque en el artículo 148 de  la Constitución Española se describen pormenorizadamente las competencias de las comunidades autónomas y entre ellas no figura ninguna que autorice a organizar referéndums ni independencias, que son competencias exclusivas del Estado y por tanto deben ser discutidos y aprobados o denegados en su caso por todos los españoles. De camino pueden repasarse el artículo 149 y el 92.

Y para ir finalizando, le rogaría a Gallardón que estudie Derecho, a Iñaki Urdangarín que vaya ahorrando, a Cospedal que memorice el diccionario de María Moliner y se deje de inventar paridas y a los italianos que apechuguen con el resultado de sus elecciones generales. A Rajoy que, como buen palo, aguante la vela de Bárcenas, que tiene para rato, y a los jueces que metan en la cárcel a toda esta pandilla de personajes siniestros que airean sus vergüenzas económicas día a día en las portadas de periódicos y noticiarios.

No obstante, para acabar con un cierto aire místico y en sintonía con la renuncia de Benito XVI, pienso que no le vendría mal a más de la mitad de la Humanidad el reconocimiento a todos los efectos de la igualdad de sexos por parte de todas las religiones del mundo, tal y como se recoge en la Declaración Universal de Derechos Humanos.