Ya tenemos Papa y por partida doble
Félix Arbolà [colaboraciones].-
Tenemos nuevo Papa y creo que por primera vez en la historia de la Iglesia, coexisten dos con idĂ©ntico tratamiento de “Santidad”, “Papa” y “Sumo PontĂfice”, aunque en el caso de Benedicto XVI, vaya seguido del tĂ©rmino “EmĂ©rito” y que sus zapatos en lugar del rojo habitual, -en recuerdo de la sangre derramada por los mártires de la Iglesia-, sean marrones. Los que le regalaron durante su visita el pasado año a MĂ©xico.
No es Ă©ste el Ăşnico cambio, ya que su sotana blanca es de tela más sencilla que la habitual de un PontĂfice y no lleva sobre sus hombros la capa corta o “muceta” de color blanco tambiĂ©n, que le llega hasta los codos y va abrochada por delante con una serie de botones.

Por lo visto seguirá llevando el anillo, pero no tendrá grabados los distintivos pontificios, aunque continuará usando el nombre de Benedicto XVI. Sorprende asimismo que vaya a residir en un convento de clausura dentro del recinto Vaticano, por lo que no serĂa nada extraño que a veces puedan coincidir o visitarse.
SerĂa curioso presenciar la primera entrevista que celebren. ¿Se inclinarán ambos al encontrarse como señal de respeto mutuo o será el anterior el que rinda su homenaje de adhesiĂłn al reciĂ©n elegido? Uno y otro son Sumos PontĂfices, aunque Benedicto XVI lleve agregado el ya citado adjetivo que, segĂşn el diccionario, es el reconocimiento a una persona que se ha retirado de su empleo o cargo y puede “continuar ejerciĂ©ndolo” o de un premio como reconocimiento a sus mĂ©ritos.
Lo señalado entre comillas es interesante, a mi entender. Los “emĂ©ritos” pueden intervenir, seguir desempeñando sus funciones o ser llamados para asesorar en asuntos que son competentes. ¿Pasará esto con el Papa Benedicto?
SENCILLO Y HUMILDE
Del nuevo Papa, me figuro que ya tendrán más que amplia informaciĂłn. Sabrán, no me extrañarĂa, hasta el pie que calza y sus detalles más insignificantes. Yo lo he visto, desde el balcĂłn del Vaticano, como una persona sencilla, ajena al clamor general que le llegaba, no por indiferencia, sino por humildad. Miraba a esa enorme multitud como si ese homenaje popular le causara más vergĂĽenza que satisfacciĂłn.

Casi me atreverĂa a decir que pudiera sentirse incĂłmodo y algo azarado ante un entusiasmo que Ă©l debĂa creer injustificados. Un detalle que no me pasĂł inadvertido tampoco es que sus brazos se hallaban caĂdos a lo largo del cuerpo, en un gesto de azarosa actitud ante la enorme sensaciĂłn causada. Muy diferente a los anteriores que elevaban sus brazos hacia la multitud allĂ congregada, como es lo habitual.
Algo que me sorprendiĂł y bastante fue que la Cruz pectoral que llevaba no era la habitual de oro, sino de madera y sĂ© que el anillo papal por deseo expreso del PontĂfice es de plata en lugar de usual de oro. Todo indica que estamos ante el Papa pobre y de los pobres.
Es como si su elecciĂłn no fuera un sueño o deseo realizado, sino la culminaciĂłn de un repetido ofrecimiento por parte de sus “fraternales” electores, que esta vez no tuvo más remedio que aceptar. Se habla que en el CĂłnclave anterior, donde fue elegido Benedicto XVI, llegĂł a obtener en una de las votaciones cuarenta votos, el que más obtuvo, y pidiĂł casi con lágrimas y miedo a sus compañeros en el Cardenalato que no lo votaran a Ă©l, sino que dieran sus votos al otro que figuraba tambiĂ©n entre los favoritos, Benedicto XVI.
PERSONA ADECUADA PARA DIRIGIR LA IGLESIA
En su primer encuentro con los fieles de todo el mundo, parecĂa dar a entender que el aceptar su elecciĂłn habĂa sido un gesto de sumisiĂłn y sacrificio a la voluntad de Dios y al criterio de sus compañeros. Se cuentan cosas muy loables de Ă©l, como su vida fuera de todo protocolo y distinciones en Argentina, donde residĂa en un pequeño apartamento en uniĂłn de un anciano sacerdote, en lugar de utilizar el palacio cardenalicio.

Sus viajes en transportes pĂşblicos y paseos callejeros sin escoltas y hasta las veces que micrĂłfono en mano, como si se tratara de un simple vendedor ambulante o charlatán, se dirigiera a los fieles en plena vĂa pĂşblica o jardines, llevándole su mensaje y defendiendo sus derechos ante la tiranĂa y los abusos. No creo que haya sentado muy bien a la presidenta argentina, aunque haya enviado un telegrama de felicitaciĂłn y haya sido la primera en visitarle oficialmente.
Hombre Ăntegro y cabal, creo que la Iglesia ha encontrado la persona adecuada para enmendar los comentados errores y extraños tejemanejes que tanto daño le están haciendo, hasta en el interior del mismo Vaticano.
Detalle que revela el temple y modo de actuar de este nuevo Papa es el hecho de que fuera personalmente a recoger su equipaje y maletas al hostal del clero donde se hospedaba antes del CĂłnclave y pagar la nota al recepcionista. AsĂ como que en su primera salida a la ciudad de Roma, en lugar del “mercedes” oficial y la escolta motorizada, utilizara un sencillo coche de la gendarmerĂa pontificia.
BUENAS VIBRACIONES Y GRATAS ESPERANZAS
Hasta ahora todo es una incĂłgnita, llena de muy buenas vibraciones y gratas esperanzas. Hemos de tener fe en que Francisco I, que habla nuestra lengua, sea la persona que necesita la Iglesia para salir airosa de esta anĂłmala situaciĂłn.

Algunos critican que en manifestaciones anteriores, como cardenal bonaerense, dijera que no era partidario del aborto y de los matrimonios homosexuales. Lo anormal es que un Papa diga lo contrario.
Yo tampoco soy partidario y no hablo por la Iglesia, sino a tĂtulo personal, segĂşn mi conciencia y raciocinio, aunque no quiera decir que sea contrario a que dos personas del mismo sexo se amen, vivan juntos y hagan de su uniĂłn una promesa eterna de fidelidad y de cariño, pero sin que lo llamen matrimonio o lo quieran igualar a Ă©ste.
Usen otro nombre y dejen este tĂ©rmino para la uniĂłn de hombre y mujer. ¿Por quĂ© ese empeño en llamarlo de esta manera? ¿No hay otros vocablos que puedan definirlo sin polemizar? Respecto al aborto, siempre estarĂ© en contra de quitar la oportunidad de vivir a un ser ya concebido, aunque se halle en embriĂłn.
Felix no le parece raro todo lo que esta ocurriendo en el seno de la iglesia catolica?.Nunca han coexitido en paz dos papas,ni el de Roma ni el Avignon.Estaremos asistiendo a una nueva lucha de la iglesia?.Hay que tener presente que aqui se encuentran las que actualmente sean las dos facciones mas contrarias de la iglesia catolica actual,los jesuitas encabezados por Francisco y aunque camuflado el opus dei(visto con muy buenos ojos tanto por Juan PabloII,como por Benedicto).
ResponderEliminarEn la historia siempre ha habido estas luchas de poder dentro de la iglesia catolica,desde el concilio de Nicea, alla por el 300,los dominicos contra franciscanos y un largo etc.Antecedentes....puf.
Me gustaria que me diera su opinion
Mi querido comentarista y me figuro que paisano: Estoy tambiĂ©n bastante desconcertado ante esta anĂłmala situaciĂłn en el seno de la iglesia. Yo escriobĂa en uno de mis artĂculos, no sĂ© si lo publiquĂ© solo en ldiario digital donde escribo asiduamente. "vistazoalaprensa.es", en mi página de Facebook o en Puente Chico, que son los tres sitios habituales donde publico, que la extraña y sorprendete renuncia, (no dimisiĂłn, ni cese, ya que un Papa no puede dimitir o ser cesado), aunque si renunciar a su misiĂłn, por causa justiticada, debido a las dificultades y luchas que tenĂa que estar soportando a travĂ©s de los Cardenales de la curia vaticana. No todos, sino los implicados en el asunto de las finanzas de la iglesia, las consignas ante los nuevos tiempos y costumbres y las modificaciones que necesita la Iglesia en algunos de sus aspectos y consignas, debido a la mentalidad nueva y más abierta de la sociedad. Mas que una cobardĂa, fue una obligada determinaciĂłn, ya que los cargos estaban ocupados por una serie de señores que habñian acumulado excesivo poder e infuencia para apartarlos.
ResponderEliminarEl asunto de la pederastia en el clero fue otro asunto que le cogiĂł de desagradable sorpresa y se dio cuenta de que era más duro y dificil de lo que Ă©l podĂa hacer. Necesitaba que un hombre nuevo, ajeno a la vida vaticana y sus conflictos, sin someterse a purpurados ya muy afincados en sus puestos y cargos, llegara a la cabeza de la Iglesia y pusiera freno y limpiara tantos errores acumulados.
Hay que darse cuenta que la direcciĂłn de la Iglesia CatĂłlica, al igual que otras creencias y religiones, está al mando de hombres, más o menos virtuosos y buenos o incapacitados y egoĂstas. De todo hay en la viña del Señor como nos contaban en la escuela sobre el Evangelio. Su renuncia ha supuesto una reforma total en la direcciĂłn, clima, costumbres y normas de la Iglesia y del mismo Vaticano. Se ha suavizado el protocolo que reinaba en las entrevistas y salidas del Papa; Ă©ste se ha acercado a la multitud y ha besado y abrazado personalmente a los fieles a los que se acercaba, sin distancias, ni impedimentos; ha cambiado su Cruz pectoral de oro, por otra de plata; las zapatillas rojas oblkigatorias hasta entonces de todos los Papas, por su habituales zapatos y ha empezado a mover a los cargos que eran necesariuo apartar de sus funciones y ser como el dijo el Papa pobre y de los pobres.
Esto solo podĂa hacerlo un Papa nuevo, llegado de otros lugares lejanos y no contaminados por el espĂritu de la vieja Europa, de donde procedĂan sus antecesores y acostumbrado mezclarse entre las gentes, -el utilizaba en Arentina los transportes pĂşblicos para sus desplazamientos y vivĂa en un sencillo apartamento con un viejo sacerdote, en lugar de utilizar el palacio episcopal que como Cardenal y Primado de la Iglesiqa argentina tenĂa. Todas estas modificaciones las está imponiendo en el Vaticano desde el primer dĂa de su Papado. Y ya Benedicto XVI, que fue el que impulksĂł estas medidas le dejĂł detalladas en un informe secreto que sĂłlo pudo leer el que el fuera elegido.
Creo que la Iglesia ha ganado con este Papa y que a pesar de que digan que es algo retrógrado, los que nunca están de acuerdo conb lo que se refiere a Iglesia y Catolicismo, si veremos nuevas normas y consignas que significaran una importanbte apertura hacia nuevos métodos y costumbres en la soeciedad cristiana. Al menos, yo lo creo y lo espero, Un abrazo
"pero sin que lo llamen matrimonio o lo quieran igualar a éste.
ResponderEliminarUsen otro nombre y dejen este tĂ©rmino para la uniĂłn de hombre y mujer. ¿Por quĂ© ese empeño en llamarlo de esta manera? ¿No hay otros vocablos que puedan definirlo sin polemizar?"
Sr ArbolĂ. Dado que el matrimonio es un contrato civil que otorta ciertos beneficios legales ¿Por quĂ© cree que debe de estar vedado a parejas homosexuales en un estado aconfesional?
Amigo mĂo: El matrimonio será un contrato que otorga ciertos beneficios legales, pero me da la impresiĂłn, al menos, para mĂ, de que es mucho más que un contrato que busca beneficios legales. Yo más bien diria una promesa formal entre un hombre y una mujer para unir sus vidas y crear una familia y tener hijos, siendo ambos muy compenetrados entre sĂ y siempre mediando el amor entre la pareja. Hasta en los pueblos más primitivos, y no hablo ahora de iglesia y españoles, las uniones matrimoniales son siempre mixtas entre hombres y mujeres, aunque en algunos casos por razones de poblaciĂłn o peligro de extinciĂłn tribal, o Ă©tnico, se unan dos o mas mujeres con un solo varĂłn,-caso de que Ă©stos andes escasos- o a la inversa, si son las mujeres las que escasean y sobrabn los hombres. Pero siempre mezcla de sexos. El amor homosexual, que a mi no me parece mal. Allá cada uno con sus inclinaciones, caprichos y su cuerpo, no es una uniĂłn matrimonila, sino una pareja sentiment al o de hecho que optan por unir su destino y sus vidas y llevar una vida en comĂşn. Hasta en el sexo, han de ser diferentes con las parejas matrimoniales. Por algo será. Me parece desfasado y casi obsesivo ese empeño en llamar matrim onio a uniones sentimentales de personas que pueden ser más largas, fieles y hasta gratas que muchos matrimonios de hombre y mujer. Lo cortĂ©s no quirta lo valiente, pero cada uno en su sitio. Es mi opiniĂłn y no es cuesiuĂłn religiopsa o ideolĂłgica, sino de sentido comĂşn y raciocinio. Saludos cordiales.
ResponderEliminarSr ArbolĂ.
ResponderEliminarLejos de su visiĂłn, el origen del matrimonio no es el amor, que no necesita ningĂşn documento, sino crematĂstico; asegurar que los Ăşnicos herederos fuesen los hijos de la uniĂłn matrimonial, discriminando a los bastardos engendrados fuera del matrimonio.
En la actualidad, en el mundo desarrollado; donde discriminar a los bastardos es ilegal, el contrato matrimonial civil ofrece una serie de ventajas de las que ningĂşn español, por su condiciĂłn sexual, puede ser privado sin sufrir una clara discriminaciĂłn. El resto de sus argumentos son consideraciones morales privadas, que sĂłlo defienden los afiliados religiosamente, irrelevantes, si lo tenemos que ponderar con la igualdad de derechos que consagra la ConstituciĂłn Española... curiosamente las distintas religiones realizan sus propios matrimonios de los que sĂ son dueños de discriminar a quienes quieran, pero no les parece suficiente, esto es una grave intromisiĂłn a la aconfesionalidad del estado y nos acercarĂa a teocracias actuales como las de los paĂses islámicos o a pasadas dictaduras teocráticas occidentales como la sufrida en este mismo paĂs hasta hace pocas dĂ©cadas.
No quiero polemizar en una cuestión en la que ni usted me va a convencer a mi, ni yo pretendo tampoco convencerle a usted. Cada uno es dueño de sus actos, pensamientos y reaccioines, siempre que se respeto al prójimo, que no quiere aceptar obligatoriamente las normas de los demás. Yo tengo esta opinión sobre el matrimonio, como unión entre el hombre y la mujer para formar una familia y engendrar hijos. Usted tiene la otra que hace a las uniones del mismo sexo, matrimoniales. Pues, muy bien para usted y para ello, pero yo no tengo por qué aceptar que utilicen el mismo término que las otras uniones racionales y naturalkes. Es ganas de ir contra corriente, cuando existen mil vocablos para expresar la unión entre hombres y entre mujeres, sin necesidad de utilizar la clásica y aceptada universalmente como matrimonio. A usted le parece mal, pues lo siento. No pretendo polemizar por un asunto que no me quita el sueño. He expuesto mi iopinión en un articulo y no espero que estén todos de acuerdo conmigo. Ni tampoco que yo tenga que ir contra mis convencimientos para agradar a todas las opiniones. Un saludo y espero no seguir en esta absurda polémica, que no es mi estilo.
ResponderEliminarSr ArbolĂ.
ResponderEliminarCreo que personaliza en exceso. Nos estamos expresando en un medio pĂşblico, no gastarĂa mi tiempo en rebatirle si no fuese asĂ. No espero que Vd cambie de opiniĂłn. De otros artĂculos, conozco sus sesgados argumentos, fruto del adoctrinamiento nacionalcatĂłlico que tristemente ha nublado la razĂłn de varias generaciones de españoles. AsĂ pues, no me resisto a que queden sin respuesta los elementos errĂłneos que considero más relevantes por si a algĂşn paisano le resulta de interĂ©s.
Yo si defiendo al matrimonio homosexual; pero al igual, también defiendo que existan personas que opinen de distinta manera y no por eso sean retrógradas ni adoctrinadas con el anterior régmen; simplemente son personas que puensan de una forma distinta a lo que yo pienso, pero no por ello son más o menos que yo.
ResponderEliminarParticularmnte me ha gustado este artĂculo del Sr. ArbolĂ, por lo cual lo felicito y aunque difiero de Ă©l, en el conceoto del matrimonio, me encanta que existan personas que libremente puedan expresar sus pensamientos sin que por ello se les fusile.
Estoy casado con una mujer, mi matrimonio es heterosexual, tal vez por eso, el que dos hombres o dos mujeres se casen no me afecta en nada.