Los de mi raza [Memento Mori]
José Antonio Sanduvete [colaborador].-
"Los de mi raza no somos tan malos como nos pintáis", me dijo. "Tenemos nuestras costumbres, nuestros gustos, habitamos el mundo igual que vosotros, igual que todos los demás seres. Nada de malo tiene la noche, ni la penumbra... el mundo es noche y es dĂa, la vida es luz y es oscuridad... colocar una en un lado de la balanza y otra en el otro os puede parecer natural, pero no es más que un ejercicio de subjetividad, una elecciĂłn, una opciĂłn como tantas otras... quĂ© es el mal y quĂ© es bien... y quiĂ©n lo decide... Tampoco tiene nada de malo vagar por las calles, ni retirarse al bosque, ni cantar y bailar bajo la luz de la luna...
Creo que no lo entenderĂ©is nunca, porque tenĂ©is una cualidad peligrosa: creĂ©is poseer la verdad. Y creerse en posesiĂłn de la verdad termina siendo un defecto bastante desagradable, especialmente si no es cierto. Miráis demasiado al pasado, ese es vuestro primer problema; el segundo es que tambiĂ©n miráis demasiado al futuro. Los de mi raza no tenemos nada en contra de vosotros, ni en contra de nadie, estamos condenados a convivir, eso es todo, pero no parecĂ©is entenderlo. El hecho de que nos bebamos vuestra sangre no nos hace enemigos, nos hace aliados, unidos en pos de un mundo mejor. A los de mi raza jamás se les ocurrirĂa eliminaros, tranquilo, el hecho de que dejemos a nuestro paso un rastro de vĂctimas despedazadas no se diferencia mucho de lo que los de vuestra raza harĂan con cualquier otra, con nosotros mismos, si pudierais...". Entonces sonriĂł, mostrando unos colmillos largos y afilados como la espada de un guerrero. Ni siquiera tuve tiempo para comprender que se disponĂa a atacarme...
"Los de mi raza no somos tan malos como nos pintáis", me dijo. "Tenemos nuestras costumbres, nuestros gustos, habitamos el mundo igual que vosotros, igual que todos los demás seres. Nada de malo tiene la noche, ni la penumbra... el mundo es noche y es dĂa, la vida es luz y es oscuridad... colocar una en un lado de la balanza y otra en el otro os puede parecer natural, pero no es más que un ejercicio de subjetividad, una elecciĂłn, una opciĂłn como tantas otras... quĂ© es el mal y quĂ© es bien... y quiĂ©n lo decide... Tampoco tiene nada de malo vagar por las calles, ni retirarse al bosque, ni cantar y bailar bajo la luz de la luna...
Creo que no lo entenderĂ©is nunca, porque tenĂ©is una cualidad peligrosa: creĂ©is poseer la verdad. Y creerse en posesiĂłn de la verdad termina siendo un defecto bastante desagradable, especialmente si no es cierto. Miráis demasiado al pasado, ese es vuestro primer problema; el segundo es que tambiĂ©n miráis demasiado al futuro. Los de mi raza no tenemos nada en contra de vosotros, ni en contra de nadie, estamos condenados a convivir, eso es todo, pero no parecĂ©is entenderlo. El hecho de que nos bebamos vuestra sangre no nos hace enemigos, nos hace aliados, unidos en pos de un mundo mejor. A los de mi raza jamás se les ocurrirĂa eliminaros, tranquilo, el hecho de que dejemos a nuestro paso un rastro de vĂctimas despedazadas no se diferencia mucho de lo que los de vuestra raza harĂan con cualquier otra, con nosotros mismos, si pudierais...". Entonces sonriĂł, mostrando unos colmillos largos y afilados como la espada de un guerrero. Ni siquiera tuve tiempo para comprender que se disponĂa a atacarme...
Pon tu comentario