Los 420 euros son necesarios y son de gran ayuda a muchas familias
FumanchĂş, el CHINAclero [colaboraciones].-
Los 420 euros son un gran apoyo en las células familiares de esta sociedad porque nos sirve para solventar el tema de la luz que sube y sube en nuestras narices, (por cierto la asquerosa bombilla de Zapatero me sigue alumbrando. Por lo visto, para mà su cometido fue más efectivo que el de él).
El de la gasolina, que impune y descaradamente nos refriegan sus subidas con la peor de las desfachateces; el agua, los recortes sanitarios, los educativos y todos los que conlleva a recortar por la parte más débil.
Los 420 euros son muy curiosos y muy interesantes y dirĂa tambiĂ©n que es materia de estudio sociolĂłgico porque se podrĂa catalogar de muchas maneras. No es gran cosa pero tampoco es nada, es agĂĽita de mayo pero a la vez es miseria asquerosa. No se necesita esfuerzo alguno para conseguirlo pero sĂ se necesita unos lamentables requisitos.
Una unidad familiar se puede también catalogar como una asociación humana que fija un asentamiento, para crear un futuro de bienestar en base de un trabajo y de una libertad común y de muchas unidades familiares y de muchos seres humanos, supuestamente libres.
Se ha forjado la identidad de una etiqueta que ahora han tomado la modita de llamar “marca España”, que sirve para definirnos con unas responsabilidades y unas competencias, pero conviene recordar que competir no es luchar. Luchar es algo que la propia naturaleza te obliga cuando las circunstancias te colocan en una determinada situaciĂłn.
Luchar por sobrevivir es llevar el dĂa a dĂa a un extremo del cual el remedio es irremediable e irreversible, por eso los 420 euros es un bien necesario para sostener un sistema, que empieza ya a anular a cualquier persona que sostenga una unidad familiar y que se meta en la cama cada noche pensando en un susceptible corte de luz o un embargo hostil de cuenta, de cualquier multa desconocida que te lleve al derrumbe familiar.
POLĂŤTICOS DE TRES AL CUARTO
No vais a poder con nosotros porque no nos vais a anular ni a comprar con 420 euros y no me vais a anular, porque mi sentido creativo no tiene más remedio que estar constantemente en uso, mi instinto de supervivencia no os va a facilitar nada, no os voy a dar nada y mientras estĂ© vivo, estarĂ© recibiendo el mal ejemplo que habĂ©is dado y que seguĂs dando a diario por una sencilla razĂłn, por el hecho de que os lo hemos dado todo.
Os hemos dado libertad de movimiento, os hemos dado confianza y os hemos dado ánimo, fe y esperanza como todo lo que se le puede dar a un hijo consentido, para convertirlo en delincuente común, para hacerles entender de que la patria entera le pertenece y asà anularlo como persona y convertirlo en un perfecto inútil e idiota con poder y con dinero.
Sin imaginación, sin decisión, sin carácter y sin entrega, y cobarde, con el único cometido en la vida de echarse la culpa los unos a los otros.
Sois unos maleducados por unos padres demasiado castigados, que se equivocaron creyendo que a un hijo hay que dárselo todo, sois unos malos hijos de una patria que no podrá llegar a ningún lugar sin antes daros un buen escarmiento.
Un buen escarmiento como mis padres hacĂan conmigo.
Los 420 euros son un gran apoyo en las células familiares de esta sociedad porque nos sirve para solventar el tema de la luz que sube y sube en nuestras narices, (por cierto la asquerosa bombilla de Zapatero me sigue alumbrando. Por lo visto, para mà su cometido fue más efectivo que el de él).
El de la gasolina, que impune y descaradamente nos refriegan sus subidas con la peor de las desfachateces; el agua, los recortes sanitarios, los educativos y todos los que conlleva a recortar por la parte más débil.
Los 420 euros son muy curiosos y muy interesantes y dirĂa tambiĂ©n que es materia de estudio sociolĂłgico porque se podrĂa catalogar de muchas maneras. No es gran cosa pero tampoco es nada, es agĂĽita de mayo pero a la vez es miseria asquerosa. No se necesita esfuerzo alguno para conseguirlo pero sĂ se necesita unos lamentables requisitos.
Una unidad familiar se puede también catalogar como una asociación humana que fija un asentamiento, para crear un futuro de bienestar en base de un trabajo y de una libertad común y de muchas unidades familiares y de muchos seres humanos, supuestamente libres.
Se ha forjado la identidad de una etiqueta que ahora han tomado la modita de llamar “marca España”, que sirve para definirnos con unas responsabilidades y unas competencias, pero conviene recordar que competir no es luchar. Luchar es algo que la propia naturaleza te obliga cuando las circunstancias te colocan en una determinada situaciĂłn.
Luchar por sobrevivir es llevar el dĂa a dĂa a un extremo del cual el remedio es irremediable e irreversible, por eso los 420 euros es un bien necesario para sostener un sistema, que empieza ya a anular a cualquier persona que sostenga una unidad familiar y que se meta en la cama cada noche pensando en un susceptible corte de luz o un embargo hostil de cuenta, de cualquier multa desconocida que te lleve al derrumbe familiar.
POLĂŤTICOS DE TRES AL CUARTO
No vais a poder con nosotros porque no nos vais a anular ni a comprar con 420 euros y no me vais a anular, porque mi sentido creativo no tiene más remedio que estar constantemente en uso, mi instinto de supervivencia no os va a facilitar nada, no os voy a dar nada y mientras estĂ© vivo, estarĂ© recibiendo el mal ejemplo que habĂ©is dado y que seguĂs dando a diario por una sencilla razĂłn, por el hecho de que os lo hemos dado todo.
Os hemos dado libertad de movimiento, os hemos dado confianza y os hemos dado ánimo, fe y esperanza como todo lo que se le puede dar a un hijo consentido, para convertirlo en delincuente común, para hacerles entender de que la patria entera le pertenece y asà anularlo como persona y convertirlo en un perfecto inútil e idiota con poder y con dinero.
Sin imaginación, sin decisión, sin carácter y sin entrega, y cobarde, con el único cometido en la vida de echarse la culpa los unos a los otros.
Sois unos maleducados por unos padres demasiado castigados, que se equivocaron creyendo que a un hijo hay que dárselo todo, sois unos malos hijos de una patria que no podrá llegar a ningún lugar sin antes daros un buen escarmiento.
Un buen escarmiento como mis padres hacĂan conmigo.
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