A la deriva
Francisco M. Navas [colaboraciones].-
En los prĂłximos dĂas, el Partido Socialista Obrero Español, que a los ojos de todos parece haber conservado hasta la fecha sĂłlo la primera de las cuatro palabras que componen su digno e histĂłrico nombre, se propone montar un espectáculo mediático a travĂ©s del cual intentará, una vez más, ofrecernos la certeza de que es capaz de sacar de sĂ mismo un nuevo cambio del cambio del recambio.
Echemos un vistazo previo a la Conferencia PolĂtica que el PSOE celebrará en breve. De las más de mil personas que participarán en ella, la decisiĂłn final sobre la aceptaciĂłn de propuestas que allĂ se planteen, o la elaboraciĂłn del documento final seguirá estando, como hasta ahora, en manos de unos pocos, de los cabezas de delegaciĂłn, de los que mandan realmente en el partido, de los mismos de siempre.
Los temas verdaderamente candentes, como una auténtica renovación desde abajo que desplace de una vez por todas a los de arriba, a los de siempre, las listas abiertas y desbloqueadas, la elección por todos los militantes del candidato o la candidata del partido a las elecciones generales de 2015, son temas que llegan de antemano vetados.
¿De quĂ© hablarán, entonces? ¿De renegociar el nefasto Concordato con la Santa Sede, eliminado subvenciones a la Iglesia CatĂłlica y sacando la religiĂłn de las escuelas? ¿De echar abajo la ley Wert cuando ellos gobiernen? ¿De convertir el Valle de los CaĂdos en un monumento a la concordia nacional?
¿De blindar la sanidad pĂşblica, de manera que nadie pueda venir a desmantelarla como se está haciendo? ¿O de intentar utilizar Internet como gran vehĂculo de movilizaciĂłn de masas?¿ CĂłmo quieren que la gente los crea, si tras gobernar durante más de veintidĂłs años en nuestra reciente etapa democrática no han sido capaces de resolver definitivamente ninguno de estos temas?
RECUPERACIÓN DEL IDEARIO POLÍTICO
No serĂ© yo el que niegue a cualquier partido su deseo de renovaciĂłn. El problema reside en que, a mi modesto entender, las iniciativas que realmente significarĂan una autĂ©ntica renovaciĂłn del PSOE pasan inexcusablemente por la recuperaciĂłn de esas tres palabras que el partido ha ido borrando lenta pero inexorablemente de su ideario polĂtico.
Socialista, es decir, de tradiciĂłn solidaria y compensadora de las desigualdades econĂłmicas, sociales y polĂticas de la ciudadanĂa; obrero, porque si se es socialista, se está siempre de parte de los obreros, de los asalariados, de los que se ganan la vida dignamente con su jornal, no del lado de los banqueros, ni de la iglesia, ni de los empresarios que sĂłlo buscan su lucro personal.
Y español, defendiendo la unidad polĂtica del territorio dentro de la complejidad de sus culturas, sin menoscabo de una visiĂłn de diversidad dentro de esa unidad y recordándoles a todos que sobre España opinamos todos y votamos todos, no sĂłlo los catalanes o vascos.
Eso es lo que le llega a la gente: el obrero, el hombre de a pie, machacado hoy por el PP, sabe que con el PSOE no le ha ido mucho mejor. Y tras perder su trabajo y su casa por la acciĂłn de la especulaciĂłn financiera, Ăntima amiga de los Populares y engordada por la comisiĂłn legislativa de estos SocialdemĂłcratas, que no Socialistas, lo Ăşnico que se pregunta es cuándo desaparecerá del mapa esta pandilla de inĂştiles y, lo peor de todo, quiĂ©nes los reemplazarán, para que en este paĂs ellos y sus hijos puedan tener algĂşn futuro.
FALTA DE IDEOLOGĂŤA Y CODICIA PERSONAL
El problema de las ideologĂas es que sus definiciones están recogidas nĂtidamente en los manuales de historia: socialista era Carlos Marx, economista empeñado toda su vida en argumentar sobre la barbarie capitalista, y socialdemĂłcrata es la señora Merkel, la que nos hace sudar sangre en su propio beneficio, al igual que bajo la dictadura de Franco se acuñó el burdo tĂ©rmino de nacionalsindicalismo, muy prĂłximo al nacionalsocialismo de Hitler. Y claro, yo prefiero parecerme, aunque sea un poquito, a Carlos Marx en sus análisis que a la señora Merkel, Franco o Hitler.
Precisamente la falta de ideologĂa y la codicia personal que trajeron consigo todos aquellos que en 1982 se apuntaron al PSOE para sacar tajada tras la victoria electoral de Felipe González y Alfonso Guerra, muchos de los cuales siguen viviendo de la polĂtica desde entonces, constituyen la causa esencial del deterioro ideolĂłgico de este partido.
Pronto se copiaron por aquellos socialistas conversos de pacotilla los lujos y las prebendas de la derecha reaccionaria; pronto se acostumbraron a los buenos sueldos, a los coches oficiales, a las casas lujosas, a clavarse la chaqueta a los asientos de sus puestos y a traicionar sus programas electorales, aun cuando para pregonarlos se pusiesen las cazadoras de ante y se quitasen las corbatas en las campañas electorales.
El respeto y la credibilidad se recuperan dejando de mentir, apoyando al dĂ©bil, parándole los pies a los poderosos, administrando una justicia igual para todos, favoreciendo inteligencias frente a apellidos, pidiendo perdĂłn por los errores cometidos y proclamando la firme voluntad de resolverlos. En definitiva, siendo honesto. Mientras se les siga viendo el plumero, ocultos dĂa a dĂa tras frases vacuas pero esclavos de sus actos, no tienen otra opciĂłn que seguir a la deriva.
En los prĂłximos dĂas, el Partido Socialista Obrero Español, que a los ojos de todos parece haber conservado hasta la fecha sĂłlo la primera de las cuatro palabras que componen su digno e histĂłrico nombre, se propone montar un espectáculo mediático a travĂ©s del cual intentará, una vez más, ofrecernos la certeza de que es capaz de sacar de sĂ mismo un nuevo cambio del cambio del recambio.
Echemos un vistazo previo a la Conferencia PolĂtica que el PSOE celebrará en breve. De las más de mil personas que participarán en ella, la decisiĂłn final sobre la aceptaciĂłn de propuestas que allĂ se planteen, o la elaboraciĂłn del documento final seguirá estando, como hasta ahora, en manos de unos pocos, de los cabezas de delegaciĂłn, de los que mandan realmente en el partido, de los mismos de siempre.
Los temas verdaderamente candentes, como una auténtica renovación desde abajo que desplace de una vez por todas a los de arriba, a los de siempre, las listas abiertas y desbloqueadas, la elección por todos los militantes del candidato o la candidata del partido a las elecciones generales de 2015, son temas que llegan de antemano vetados.
¿De quĂ© hablarán, entonces? ¿De renegociar el nefasto Concordato con la Santa Sede, eliminado subvenciones a la Iglesia CatĂłlica y sacando la religiĂłn de las escuelas? ¿De echar abajo la ley Wert cuando ellos gobiernen? ¿De convertir el Valle de los CaĂdos en un monumento a la concordia nacional?
¿De blindar la sanidad pĂşblica, de manera que nadie pueda venir a desmantelarla como se está haciendo? ¿O de intentar utilizar Internet como gran vehĂculo de movilizaciĂłn de masas?¿ CĂłmo quieren que la gente los crea, si tras gobernar durante más de veintidĂłs años en nuestra reciente etapa democrática no han sido capaces de resolver definitivamente ninguno de estos temas?
RECUPERACIÓN DEL IDEARIO POLÍTICO

No serĂ© yo el que niegue a cualquier partido su deseo de renovaciĂłn. El problema reside en que, a mi modesto entender, las iniciativas que realmente significarĂan una autĂ©ntica renovaciĂłn del PSOE pasan inexcusablemente por la recuperaciĂłn de esas tres palabras que el partido ha ido borrando lenta pero inexorablemente de su ideario polĂtico.
Socialista, es decir, de tradiciĂłn solidaria y compensadora de las desigualdades econĂłmicas, sociales y polĂticas de la ciudadanĂa; obrero, porque si se es socialista, se está siempre de parte de los obreros, de los asalariados, de los que se ganan la vida dignamente con su jornal, no del lado de los banqueros, ni de la iglesia, ni de los empresarios que sĂłlo buscan su lucro personal.
Y español, defendiendo la unidad polĂtica del territorio dentro de la complejidad de sus culturas, sin menoscabo de una visiĂłn de diversidad dentro de esa unidad y recordándoles a todos que sobre España opinamos todos y votamos todos, no sĂłlo los catalanes o vascos.
Eso es lo que le llega a la gente: el obrero, el hombre de a pie, machacado hoy por el PP, sabe que con el PSOE no le ha ido mucho mejor. Y tras perder su trabajo y su casa por la acciĂłn de la especulaciĂłn financiera, Ăntima amiga de los Populares y engordada por la comisiĂłn legislativa de estos SocialdemĂłcratas, que no Socialistas, lo Ăşnico que se pregunta es cuándo desaparecerá del mapa esta pandilla de inĂştiles y, lo peor de todo, quiĂ©nes los reemplazarán, para que en este paĂs ellos y sus hijos puedan tener algĂşn futuro.
FALTA DE IDEOLOGĂŤA Y CODICIA PERSONAL

Precisamente la falta de ideologĂa y la codicia personal que trajeron consigo todos aquellos que en 1982 se apuntaron al PSOE para sacar tajada tras la victoria electoral de Felipe González y Alfonso Guerra, muchos de los cuales siguen viviendo de la polĂtica desde entonces, constituyen la causa esencial del deterioro ideolĂłgico de este partido.
Pronto se copiaron por aquellos socialistas conversos de pacotilla los lujos y las prebendas de la derecha reaccionaria; pronto se acostumbraron a los buenos sueldos, a los coches oficiales, a las casas lujosas, a clavarse la chaqueta a los asientos de sus puestos y a traicionar sus programas electorales, aun cuando para pregonarlos se pusiesen las cazadoras de ante y se quitasen las corbatas en las campañas electorales.
El respeto y la credibilidad se recuperan dejando de mentir, apoyando al dĂ©bil, parándole los pies a los poderosos, administrando una justicia igual para todos, favoreciendo inteligencias frente a apellidos, pidiendo perdĂłn por los errores cometidos y proclamando la firme voluntad de resolverlos. En definitiva, siendo honesto. Mientras se les siga viendo el plumero, ocultos dĂa a dĂa tras frases vacuas pero esclavos de sus actos, no tienen otra opciĂłn que seguir a la deriva.
bla, bla, bla, bla, bla... parole, parole, parole...
ResponderEliminarHa puesto todo el articulo -o lo que sea-, lleno de fotos de "papas fritas".
ResponderEliminarA la deriva van todas las construcciones edificadas en zonas inundables, ya que no se va a hacer la presa contraavenidas.
ResponderEliminar¡ Y esas NO PRESCRIBEN ! ¡ Derribos YA !
Merkel, Franco, Hitler= capitalistas.
ResponderEliminarLenĂn, Stalin, Ceaucescu,, Castro..., y un larquĂsimo etc., = marxistas
¡Que no¡ sr. Navas, no manipule más. La Historia está ahĂ, y cuenta las verdades. Y, por lo visto, los marxistas no eran obreros, muy al contrario, a los obreros los fusilaban, los torturaban, los explotaban, los desterraban a Siberia, los condenaban a la miseria y a la opresiĂłn. ¡Dese una vueltecita por Cuba¡ en pleno siglo XXI, los marxistas tienen al pueblo oprimido y en la miseria total. Vaya a Venezuela y encumbre a ese presidente que ve caras del difunto en las paredes de los tĂşneles...
Y que hace ese cura rezando el primero, ¿por quĂ© reza?
ResponderEliminarpa que escribes si nadie te traga en Chiclana
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