Logo Derecho - Bann

Al salir del cine: DESPUÉS DE LA CAÍDA (Blue Jasmine)

Añadir leyenda
César Bardés [colaborador].-

Es difícil adaptarse a las nuevas situaciones después de una caída de muchos metros hacia abajo. Descender a la velocidad del sonido desde la cúspide es duro, torturante, humillante, desolador. Quizá eso ocurre también después de haber guardado demasiado silencio y jugar con el dinero de los demás aunque se finja ser una frívola entregada al lujo y a la moda más cara. Da lo mismo. El resultado es una soledad que deja sin aliento, una burla del destino que hace que el cielo se convierta en un techo odioso, un deseo inamovible de volver a escalar aunque todo esté empedrado con escalones de mentira.

Y es que no es fácil acostumbrarse a lo más bajo cuando se ha estado en lo más alto. No se puede pasar de la galantería entre cócteles al acoso de dentista al mejor estilo de W.C. Fields. Es imposible encontrar algo en común entre un mundo de derrota y de fracaso y otro lleno de falso éxito y de ropa envidiable. El equilibrio huye entre bahías y parece que las lágrimas, irritantes y ambiciosas, están dispuestas a salir a la mínima ocasión. Es una lección para la presuntuosidad, desde luego, pero también es un castigo hacia la arrogancia y hacia la pretendida moral que jamás se puede encasillar en un estrato social. Ésa existe en todas partes. Solo hace falta tener la suficiente clase como para demostrarla, enseñarla y vivirla.



Cate Blanchett es el alma de esta película porque en ella confluye la canción triste del jazmín nocturno y la luminosidad de una esperanza que parece empeñada en huir. Detrás de todos esos deseos de volver a recuperar una vida que nunca se ha merecido, no hay ambición, ni tampoco hay soberbia. Todo eso no son más que fachadas. Lo que hay es neurosis. La obsesión de creer que todo el mundo está sonriente y expectante por asistir a la caída más humillante. De tener todo a no tener nada. Y, desde luego, por ahí pasa un tranvía llamado Deseo.

Woody Allen dirige con enorme precisión, sabe exactamente en qué momento hay que introducir la melodía más adecuada para el estado de ánimo por el que pasa la protagonista, huye de la comedia para adentrarse en la ironía y ponerse descaradamente del lado de los perdedores pero está lejos de ser una de sus mejores películas. Más que nada porque vuelve a hacer algo ya visto aunque ponga en juego su veteranía para introducir sus obsesiones, sus miradas lacerantes, sus desprecios justificados. Allen se pone el rostro de Blanchett y consigue que ella sea él, con sus gestos y sus vacilaciones, con sus conversaciones truncadas y sus neuróticas banalidades pero le falta el humor. Puede que, en algún momento, se escape una sonrisa de complicidad pero hay historia suficiente como para que se deslizara un chiste sobre este ridículo espectáculo que es la vida, sobre los absurdos sueños destrozados y los anclajes morales a una posición social elevada. Prefiere quedarse en tierra de nadie, volcado levemente hacia el drama pero siendo ligero en todos los solares que pisa, con visitas al realismo de cocina, con una fotografía más fría de lo normal debida a nuestro Javier Aguirresarobe y con un pulso milimétrico para dirigir a una gran actriz de rara belleza y talento más que acusado...más que acusador.

La contraposición de mundos de bolsillos vacíos con planetas de ociosa opulencia es lo más atractivo cuando Allen decide jugar con la estructura e ironizar con la aventura emocional de una mujer que solo supo ganar porque todos nos acostumbramos fácilmente a eso, sin importar sentimientos o sueños ajenos. De vez en cuando, el destino también se sienta en un banco y comienza a hablar solo para descubrir que el fracaso está ahí, a la vuelta de la esquina, argumentando excusas y agarraderos. Falacias que crecen con marca como una caída que no se quiere asumir.

No hay comentarios

Los Comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Por favor al redactar tu comentario sobre EL TEMA, cuida las formas.
No utilices 'copiar y pegar' para grandes textos, ni mayúsculas en exceso. No poner textos en el nombre. No direcciones web externas. Mejor sin abreviaturas SMS. Los comentarios pueden ser borrados (ver Advertencia Legal)
.