Las nuevas tecnologías y otras cuestiones
Félix Arbolí [colaboraciones].-
No sé cómo acabará este artículo y si al final irá a su destino o quedará en algunos de los vericuetos de este nuevo y complicado ordenador que ha sustituido a mi antiguo amigo y compañero donde “navegaba” sin ningún tipo de problemas. A los aparatos les pasa como a las personas que nos llega un momento en el que hay que renovarse o morir.
Nosotros, a base de cambios en nuestra manera de vivir, pensar y “amar”, (ya me entienden), aunque ahora nos suponga todo un reto lo que antes, siendo jóvenes, hacíamos sin el menor esfuerzo.
Cuando nos “averiamos” la visita al médico y seguir sus indicaciones y controles. Por cierto, hablan que quieren multar a los que vayan al médico sin causa justificada. Como si el paciente pudiera diagnosticar si su dolencia o molestia se debe a causa seria o es un trastorno pasajero.
No obstante, sí hay que tener en cuenta que hay personas que van al médico con la misma facilidad que otros toman una aspirina por los mismos síntomas e incluso menores. No me lo explico. Acuden a las consultas por puro pasatiempo, para ocupar sus horas de ocio.
A mí me fastidia tener que pasar mis revisiones anuales y controles del Sintrom y no por el trato que recibo, siempre magnífico, sino porque es una pejiguera pasar toda una mañana o tarde en el hospital o ambulatorio.
Me parece acertado que hagan algo para que las consultas colapsadas por los recortes de personal sanitario, no tengan, además, que soportar las majaderías de esos hipocondriacos, que haberlos, “haylos” y en cantidad, que se sienten mal porque se sienten bien y hasta se inventan un dolor o molestia para darle la coña al ya estresado médico.

EL NUEVO ORDENADOR, UN MIURA
En tales casos, sí veo bien que se les reprenda por su inexistente enfermedad e injustificada visita, advirtiéndoles que la próxima vez se le penará esa falta de consideración. Aunque es un terreno resbaladizo y complicado en el que se pueden cometer abusos por ambas partes.
El nuevo ordenador es un auténtico “Miura” para mí. Su pantalla parece que me va a abducir en cualquier momento. Es enorme y tiene más ventanillas que el AVE con una serie de indicadores ocultos y desconocidos que me tienen intrigado y con miedo a pulsarlos porque no sé lo que me voy a encontrar en cuanto pinche con el ratón, que se ha vuelto bastante revoltoso con el cambio.
Temo que pueda aparecer el amigo Montoro avisándome de una nueva subida de impuestos o “el cobrador del frac” reclamándome algún pago o cualquiera otra sorpresa, siempre desagradable, como ya nos tienen acostumbrados.
Creo que moriré antes de haber podido recuperar a mis viejos amigos y espacios preferidos. Es algo tarde para hallar la salida de este laberinto tecnológico. Creo que como mi nieto no se compadezca y se pase una tarde o una mañana asesorándome me voy a tener que tragar todo cuanto me echen en la tele.
Me encuentro como si me hubieran dejado abandonado en plena selva y me dijeran: ¡Ahí te quedas, apáñate
como puedas!”. Algo similar a haber pasado una grave enfermedad y al recuperarme tuviera que empezar el aprendizaje desde cero. Mucho arroz para un gallo viejo.
LIBRO SOBRE EL REY Y EL 23 F
Con lo de temas que me gustaría abordar y no me va a ser posible ya que escribir un párrafo me supone tres veces más esfuerzo y tiempo que antes el artículo entero. Siempre con el miedo de que al dar a una tecla o pinchar un icono me pueda equivocar y me encuentre de nuevo en el principio. No sería la primera vez, ni creo que la última. Es la batalla de las nuevas tecnologías contra mis ya gastadas pilas mentales para poder iniciar un difícil aprendizaje.
Tenía pensado comentar la fiebre desatada con el libro de Pilar Urbano, sobre el Rey, el 23-F y las muy controvertidas versiones sobre sus relaciones con Adolfo Suárez. Todos lo quieren comprar ante la amenaza de que lo retiren por orden judicial. Hablan que el promotor de esta petición de retirada es el hijo del político; otros, presión de la Corona e incluso hay los que dicen que puede tratarse de una estratagema para incrementar su venta y agotar con la mayor rapidez sus ediciones.
Sea por uno u otro motivo, la cuestión es que le han hecho una promoción al libro a escala internacional y se vende como las rosquillas en la verbena de San Isidro o los chicharrones y embutidos de mi tierra, que tanto echo de menos en esta lejanía física, que no emocional.
Es el libro del día, de la semana y me atrevería a decir del año. No lo he leído aún y no sé cuándo lo haré, pues los libros sobre figuras políticas y sus confidencias y secretos, como no sean escritos por sus propios protagonistas o personas muy íntimamente relacionadas, no me merecen excesivo interés y mucho crédito. La verdad solo se sabrá cuando la familia del recientemente fallecido político se decida a publicar sus memorias.

CREDIBILIDAD
Además, como sobre este personaje se ha escrito y publicado tanto y por distintos autores, nada coincidentes en lo que realmente interesa y es esencial, (aunque todos alardeen de estar en posesión de la verdad), tampoco me sirve de mucho lo que digan unos y otros.
Conste que no estoy poniendo en duda la credibilidad de ninguno. Se habló de que Pilar Urbano tuvo problemas con el de la Reina, al acusarla de haber tergiversado algunas palabras de su regia entrevistada. No aclaraban si por omisión o errónea interpretación. Es una cuestión en la que ni entro ni salgo. No es de mi incumbencia.
Sobre el Rey y Suárez se ha escrito desde que el primero le ofreció el gobierno y luego lo despidió con un ducado, eso sí con grandeza de España y que por lo leído, no lo heredará su hijo, que lleva su mismo nombre y apellido, sino una nieta. Todo lo ocurrido en la vida de este estadista parece surgido de una novela de misterios e intrigas.
Opino que es asunto en el que hay demasiados canales abiertos y cada cual debe ser libre para navegar por el que más le agrade y le ofrezca mayores garantías, que yo tengo bastante con continuar mi batalla con este nuevo y complicado compañero de juegos y aventuras, a ver si consigo descifrar sus secretos y permite que yo pueda continuar en contacto con ustedes. Espero que este milagro sí se produzca.
No sé cómo acabará este artículo y si al final irá a su destino o quedará en algunos de los vericuetos de este nuevo y complicado ordenador que ha sustituido a mi antiguo amigo y compañero donde “navegaba” sin ningún tipo de problemas. A los aparatos les pasa como a las personas que nos llega un momento en el que hay que renovarse o morir.
Nosotros, a base de cambios en nuestra manera de vivir, pensar y “amar”, (ya me entienden), aunque ahora nos suponga todo un reto lo que antes, siendo jóvenes, hacíamos sin el menor esfuerzo.
Cuando nos “averiamos” la visita al médico y seguir sus indicaciones y controles. Por cierto, hablan que quieren multar a los que vayan al médico sin causa justificada. Como si el paciente pudiera diagnosticar si su dolencia o molestia se debe a causa seria o es un trastorno pasajero.
No obstante, sí hay que tener en cuenta que hay personas que van al médico con la misma facilidad que otros toman una aspirina por los mismos síntomas e incluso menores. No me lo explico. Acuden a las consultas por puro pasatiempo, para ocupar sus horas de ocio.
A mí me fastidia tener que pasar mis revisiones anuales y controles del Sintrom y no por el trato que recibo, siempre magnífico, sino porque es una pejiguera pasar toda una mañana o tarde en el hospital o ambulatorio.
Me parece acertado que hagan algo para que las consultas colapsadas por los recortes de personal sanitario, no tengan, además, que soportar las majaderías de esos hipocondriacos, que haberlos, “haylos” y en cantidad, que se sienten mal porque se sienten bien y hasta se inventan un dolor o molestia para darle la coña al ya estresado médico.

EL NUEVO ORDENADOR, UN MIURA
En tales casos, sí veo bien que se les reprenda por su inexistente enfermedad e injustificada visita, advirtiéndoles que la próxima vez se le penará esa falta de consideración. Aunque es un terreno resbaladizo y complicado en el que se pueden cometer abusos por ambas partes.
El nuevo ordenador es un auténtico “Miura” para mí. Su pantalla parece que me va a abducir en cualquier momento. Es enorme y tiene más ventanillas que el AVE con una serie de indicadores ocultos y desconocidos que me tienen intrigado y con miedo a pulsarlos porque no sé lo que me voy a encontrar en cuanto pinche con el ratón, que se ha vuelto bastante revoltoso con el cambio.
Temo que pueda aparecer el amigo Montoro avisándome de una nueva subida de impuestos o “el cobrador del frac” reclamándome algún pago o cualquiera otra sorpresa, siempre desagradable, como ya nos tienen acostumbrados.
Creo que moriré antes de haber podido recuperar a mis viejos amigos y espacios preferidos. Es algo tarde para hallar la salida de este laberinto tecnológico. Creo que como mi nieto no se compadezca y se pase una tarde o una mañana asesorándome me voy a tener que tragar todo cuanto me echen en la tele.
Me encuentro como si me hubieran dejado abandonado en plena selva y me dijeran: ¡Ahí te quedas, apáñate

LIBRO SOBRE EL REY Y EL 23 F
Con lo de temas que me gustaría abordar y no me va a ser posible ya que escribir un párrafo me supone tres veces más esfuerzo y tiempo que antes el artículo entero. Siempre con el miedo de que al dar a una tecla o pinchar un icono me pueda equivocar y me encuentre de nuevo en el principio. No sería la primera vez, ni creo que la última. Es la batalla de las nuevas tecnologías contra mis ya gastadas pilas mentales para poder iniciar un difícil aprendizaje.
Tenía pensado comentar la fiebre desatada con el libro de Pilar Urbano, sobre el Rey, el 23-F y las muy controvertidas versiones sobre sus relaciones con Adolfo Suárez. Todos lo quieren comprar ante la amenaza de que lo retiren por orden judicial. Hablan que el promotor de esta petición de retirada es el hijo del político; otros, presión de la Corona e incluso hay los que dicen que puede tratarse de una estratagema para incrementar su venta y agotar con la mayor rapidez sus ediciones.
Sea por uno u otro motivo, la cuestión es que le han hecho una promoción al libro a escala internacional y se vende como las rosquillas en la verbena de San Isidro o los chicharrones y embutidos de mi tierra, que tanto echo de menos en esta lejanía física, que no emocional.
Es el libro del día, de la semana y me atrevería a decir del año. No lo he leído aún y no sé cuándo lo haré, pues los libros sobre figuras políticas y sus confidencias y secretos, como no sean escritos por sus propios protagonistas o personas muy íntimamente relacionadas, no me merecen excesivo interés y mucho crédito. La verdad solo se sabrá cuando la familia del recientemente fallecido político se decida a publicar sus memorias.

CREDIBILIDAD
Además, como sobre este personaje se ha escrito y publicado tanto y por distintos autores, nada coincidentes en lo que realmente interesa y es esencial, (aunque todos alardeen de estar en posesión de la verdad), tampoco me sirve de mucho lo que digan unos y otros.
Conste que no estoy poniendo en duda la credibilidad de ninguno. Se habló de que Pilar Urbano tuvo problemas con el de la Reina, al acusarla de haber tergiversado algunas palabras de su regia entrevistada. No aclaraban si por omisión o errónea interpretación. Es una cuestión en la que ni entro ni salgo. No es de mi incumbencia.
Sobre el Rey y Suárez se ha escrito desde que el primero le ofreció el gobierno y luego lo despidió con un ducado, eso sí con grandeza de España y que por lo leído, no lo heredará su hijo, que lleva su mismo nombre y apellido, sino una nieta. Todo lo ocurrido en la vida de este estadista parece surgido de una novela de misterios e intrigas.
Opino que es asunto en el que hay demasiados canales abiertos y cada cual debe ser libre para navegar por el que más le agrade y le ofrezca mayores garantías, que yo tengo bastante con continuar mi batalla con este nuevo y complicado compañero de juegos y aventuras, a ver si consigo descifrar sus secretos y permite que yo pueda continuar en contacto con ustedes. Espero que este milagro sí se produzca.
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