Cataluña no es Escocia, ni España el Reino Unido

Félix Arbolí [colaboraciones].-

El otoño viene bien cargado de sorpresas de todos los colores, más oscuros que claros, y de no muy fundadas esperanzas. Llevamos viviendo una época donde la tragedia parece haberse cebado con nosotros, porque salimos de Málaga y entramos en Malagón.

Descubrimos lo de Bárcenas, Urdangarin, “ERES” andaluces, Fabra, Pujol y otros escándalos financieros y nos damos de cara con esos aires independentistas que nos llegan desde los Pirineos, donde antes decían que empezaba España y terminaremos ignorando donde la vamos a encontrar. 

Lo de la independencia de Cataluña es algo que no entiendo, aunque mis ascendientes sean originarios de allá y hasta existe un pueblo en Gerona que lleva mi apellido. Todos los que lo llevamos estamos conectados familiarmente. Por cierto, un lugar muy bonito, turístico y paradisiaco.

No creo que los catalanes, tan amigos del negocio y el comercio, piensen que las grandes empresas y demás organismos importantes de gran  proyección  y dependencia del resto de España, se van a conformar con quedar aisladas en tan estrechos límites geográficos.

En Escocia los tres Bancos más influyentes y fuertes han anunciado que trasladarían sus oficinas a Londres, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo e ingresos que tal medida supone.

Los financieros y hombres de empresas catalanes, no creo que sean tan altruistas de perder sus negocios y beneficios  por la escasa o nula visión política y económica de algunos de sus políticos y la ceguera de una ciudadanía, que antepone el inexplicable odio a lo español a su bienestar y supervivencia.  

RUPTURA QUE NO BENEFICIA A NADIE

Ciudadanos, que en su mayoría proceden de muy distintos lugares de nuestra geografía, en los que continúan residiendo sus familiares. Es una ruptura que, si la consideramos serenamente, no beneficia a nadie y perjudica a todos.

Europa ya lo ha dicho claro, no la aceptaría como nación independiente y no sé qué tipo de moneda utilizarían, aunque me figuro que sería el “euro” acuñado en España o Francia.

Lógicamente, no podrían acuñar una moneda aceptable en el área internacional, pues carecen de las divisas y garantías precisas. Es decir, que el nuevo país, llamémosle así, no tendría moneda propia y utilizaría la del país vecino.

Cataluña, digan lo que quieran, nunca ha sido país o nación históricamente. A lo sumo, Condado de Barcelona, dependiente de la Corona de Aragón. El resto de nuestras regiones la mirarían y tratarían como enemigos de lo nuestro.

Los productos que nos llegaran de allá, con los tributos o cánones correspondientes a todo lo que se importa de un país que no figura como miembro de la Unión Europea, no serían rentables para nuestros bolsillos y encima viniendo de una comunidad que ha roto los ancestrales lazos que nos mantenían unidos. Sería como un nuevo Gibraltar, pero sin la protección de Gran Bretaña. 

ESCOCIA NO TIENE NADA QUE VER CON CATALUÑA

Hacer paralelismo con Escocia es absurdo, pues el reino escocés era independiente del inglés hasta 1717, que se firmó el Tratado de la Unión, por el cual se creaba el Reino Unido o la Gran Bretaña, formado por Inglaterra, País de Gales, Escocia e Irlanda.

No obstante, Escocia e Inglaterra dos países independientes, estuvieron regidas muchos años por el mismo monarca y fue Ana, la última reina de Escocia y de Inglaterra, la primera que se convirtió en reina de una sola Gran Bretaña.

Es decir, se unieron mediante un Tratado que ahora someten a consulta su continuación o revocación. Nada que ver pues, con el caso catalán.

¿Qué pasará con los políticos, altos cargos, diputados y senadores catalanes que hoy están en el poder gracias a que Cataluña forma parte de España? ¿Y con los periodistas, locutores, presentadores televisivos y los profesionales que ocupan puestos relevantes en nuestras distintas empresas?

Tendrán que decantarse por una u otra nacionalidad y no creo que sea tan difícil la decisión que van a adoptar. ¿Y las empresas que hoy dominan el mercado español y están instaladas en Cataluña?


GRAVES PERJUCIOS PARA EMPRESAS Y BANCOS

En una somera exposición de las que perderían con la independencia y es presumible que se trasladarían a otras regiones o comunidades, podemos citar a Planeta y Vueling, que ya han hecho pública su oposición a esta separación.

Aparte se sabe que saldrían muy perjudicadas con esta postura Nissan, SEAT, Gas Natural, Caixa Bank y Banco de Sabadell, en los que el setenta por ciento de sus depósitos están fuera de Cataluña.

Freixenet y Codorniú que verían mermados considerablemente sus ventas y beneficios; Agrolimen, Damm y Nutrexpa, con su variedad de productos y derivados y hasta Casa Tarradellas, cuyo principal distribuidor de sus productos es Mercadona. Muchos millones en juego para cambiar la “estelada”, por la “senyera”. 

¿Nadie ha pensado en estas lógicas consideraciones? Sentiría perder la conexión y el hermanamiento con esa comunidad, pero no le perdonaría la ofensa que con su separación y rencor a lo nuestro nos quiere hacer. Así de claro y sencillo.