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Días de rosas y tarjetas opacas


Félix Arbolí [colaboraciones].- 
    
Hay días que te levantas con ganas de asomarte a la ventana y gritarle al mundo tu alegría por ese nuevo amanecer cargado de sugerentes perspectivas y otros que aún estando el cielo azul y luminoso, desearías  quedarte en la cama y dejarlo pasar como si el calendario diera un salto. Hoy es uno de estos. Me siento agotado al tener que soportar tantas cabronadas, tanta maldad reconcentrada y tanto egoísmo desatado.

Hasta el más optimista se siente abrumado ante tanta corrupción y desvergüenza generalizada en las altas esferas políticas. Lo de BANKIA y sus tarjetas opacas, después del timo de las “preferentes”, me parece un delito muy grave, como para que quede solo en alarmantes titulares de prensa y la simple devolución de lo gastado.

Se imponen condenas carcelarias, embargos de las propiedades adquiridas con el dinero del pueblo y depuración de los cargos políticos responsables de que esos señores ocuparan esos puestos sin tener la honestidad necesaria para ello.

Todos los que de alguna forma han intervenido en esa utilización fraudulenta del dinero público, mientras rescatábamos esa entidad con cargo a un préstamo multimillonario que hemos de devolver entre todos, han de pagar las consecuencias de su irresponsabilidad, amiguismo y afán desmesurado de lucro y lujo a costa del hambre de todo un pueblo.  Mientras esto no ocurra, gobierno, jueces, políticos y democracia, dejarán de ser fiables a los ciudadanos.

Lo más sorprendente y detestables es que en este desastre no solo son culpables los que saquearon sus cajas en juergas, diversiones y hasta aspirinas, que deberían venir en cajas de oro, sino los que debían impedirlo y no lo hicieron. Como suele ocurrir al ver una presa fácil, acudieron al festín la fauna política, sindical, empresarial y hasta el amigo del jefe que esa tarde fue a visitarle y se encontró con el cargo y el plástico de los milagros.

EL TOCOMOCHO DE LAS PREFERENTES

Mientras, jubilados, familias y ciudadanos que seguían creyendo en la honestidad  humana, depositaban sus ahorros en esa entidad, confiados que aseguraban su  futuro o el de sus hijos, en un nuevo e ignominioso timo al que en lugar del vulgar y menos dañino “tocomocho”, llamaban “las preferentes”. Me siento extraño al tener que escribir de esta manera, pues me duele reconocer que mi opción era la equivocada.

He perdido el rumbo y no sé dónde se halla el norte, el sur o la izquierda y la derecha. Porque la brújula de la corrupción parece haberse vuelto loca y gira en todas direcciones.

He leído algunos de mis anteriores artículos publicados en el diario digital “Vistazo a la prensa”, hoy suspendido momentáneamente por cuestiones técnicas, en “Desde el Paredón”, en “Puente Chico” de mi querida Chiclana y en “Alerta Digital” y me he dado cuenta del cambio al que me he visto obligado en opiniones y convicciones.

Entonces abordaba la actualidad con ilusiones, esperanza y optimismo, pensando -craso error-, que todo iba a cambiar a mejor en cada nuevo gobierno y la realidad me ha hecho ver que siempre son los mismos perros, aunque con distintos collares. Cambio de color, pero no de aptitudes y actitudes.

Nuevas caras, pero idénticos e insaciables bolsillos donde acaparar lo máximo en el menor tiempo posible. Me siento fatal, pues está fallando la fe en mí mismo, en los hombres y a veces, hasta en Dios.

SUEÑOS CONVERTIDOS EN PESADILLAS

Me duele tener que reconocerlo públicamente, porque siempre he sido un hombre sensible y un soñador empedernido y mis sueños se han convertido en pesadillas y la sensibilidad en enfermiza.

Siempre me ha gustado sembrar el camino que he de cubrir de rosas y esperanzas, para admirar la belleza de las primeras sin pensar en las espinas que ocultan, ni en las dificultades que pudieran salirme al encuentro”.

Como en aquella famosa película decían, aún nos queda París, yo quiero creer que aún me queda el Amor. Solo el amor me ha obsesionado y compensado de tanta calamidad.  He amado con locura incontenible y he sufrido sus tristes y  dolorosas consecuencias, pero no me han hecho desistir. Lo he perseguido desesperadamente y en él he encontrado compensación a tanto desastre.

Es lo único que no podrán arrebatarme esos malos políticos o encopetados “trileros”.   Quiero vivir amando y morir sintiendo el calor y la mirada de esa maravillosa criatura que ha llenado tantos momentos de mi vida, los principales, en lo bueno y en lo malo, en el vigor y en la decadencia, en la abundancia y en la adversidad. Sentir como su último beso me acompañará en tan largo viaje. Y esto no hay político o trapisondista capaz de “choriceármelo”. 

5 comentarios:

  1. Como todo lo que siempre escribes. Genial

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  2. Por lo aqui expuesto y porque el único partido que no está implicado en el escándalo de las tarjetas es el Partido vecinal. Yo voto PVRE. ¿Y tú?

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  3. pues en chiclana yo también los voto al pure porque es el unico que no está pringao en ninguna corruptela y en las elecciones a presidente votare a podemos que tampoco esta pirngao en niguna corruptela asinque

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  4. Los del PVRE no están implicados ni en corrupción ni se han implicado en que se cumplan las promesas que hicieron para que los votaran.
    Para cuando un equipo de gobierno con formación, sentido común y gobernando por el bien de todos?¿ Porqué este pueblo sigue siendo el más feo que hay en toda la Bahía?

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  5. Pues yo opino que el pure se estan implicando muchisimo para darle una solucion al extrarradio. Es mas hoy por hoy son los unicos que se preocupan por nosotros.

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