Mar Gabarre, la simbiosis perfecta de arpa y voz
Delicioso concierto en el “Teatro Moderno”.-
El pasado sábado hacĂa su presentaciĂłn en el “Teatro Moderno” la chiclanera Mar Gabarre con su proyecto musical “Musgö Projet”. Nueva en estas lides, joven y con ideas desbordantes, su espectáculo estuvo a la altura de lo esperado, ofreciendo bellas y melodiosas canciones, en inglĂ©s y en español, acompañada de su arpa y en un par de ellas de una guitarra.
No suele ser habitual que en España se utilice como instrumento de acompañamiento un arpa. De hecho, es raro ver conciertos en los que alguien la toque, de ahà su originalidad y expectación ante lo que te van a ofrecer.
Hace tres dĂ©cadas un guitarrista sevillano llamado Gualberto GarcĂa, uno de los mĂşsicos principales de la progresĂa sevillana y fundador del mĂtico grupo “Smash”, tambiĂ©n pioneros de lo que poco despuĂ©s serĂa el rock andaluz, abandonĂł la formaciĂłn al no estar satisfecho con los derroteros que estaba tomando tras los Ă©xitos logrados y se marchĂł a Estados Unidos.
Allà entró en los ambientes musicales de Nueva York, conociendo a fondo el jazz, el blues y el folk, y también la música india, cuyo instrumento principal es el sitar. Años después volvió a España y empezó a compaginar sus conciertos de música rock con el flamenco, la música clásica y otros espectáculos en los que investigaba los diferentes ritmos y la mezcla de ellos.
En esas investigaciones y espectáculos tuvo preponderancia el sitar. Al principio no fue muy bien entendido, ya que tocar palos flamencos con el instrumento indio chocaba un poco, pero se fue introduciendo y haciéndose normal.
En ello tuvieron mucho que ver sus actuaciones con el guitarrista flamenco Ricardo Miño, concierto que tuve el placer de disfrutar en un vacĂo “Teatro Moderno” hace unos quince años.
Ahora Gualberto compagina el sitar con la guitarra y el flamenco con todo tipo de composiciones. Recomiendo seguirle porque es muy interesante y prolija su obra.
Pues bien, ahora, casi tres dĂ©cadas despuĂ©s, una chiclanera se adentra en el mundo musical con otra “rareza”: el arpa. No es habitual, pero a la primera sorpresa le sigue la segunda: la simbiosis del instrumento con la voz de Mar Gabarre es perfecta y pronto te sumerges en los caminos variopintos por los que te conduce. Lo curioso es que lleva muy poco tocándola y aprendiĂł sola.
Mar ha tenido su aprendizaje en la calle, cantando y tocando para el pĂşblico que pasa al lado y que en algunos casos no le prestan la más mĂnima atenciĂłn. Ya sabemos cĂłmo opinan muchas personas sobre los artistas callejeros, aunque entre Ă©stos haya verdaderos virtuosos.
Pero cantar en la calle también tiene sus ventajas, ya que puedes interpretar lo que quieras, el tiempo que quieras
ARTISTA POLIFACÉTICA
El público de la calle por otra parte también es agradecido si le gusta lo que haces, no sólo por el dinero que pueda dejar en el sombrero, sino porque si le gusta lo que oye se para y escucha atentamente, premiando con aplausos sinceros. Actuar en la calle es directo, sin trampa ni cartón.
Cantas, tocas y el público que desfila por el lugar donde estás, a veces con prisas y otras sin ella, se para porque le ha llegado a la fibra con una nota, bien musical o cantada. Conseguido esto lo demás es coser y cantar.
También estuvo en el pasado Festival de Música Étnica en Conil y en Cádiz. Es una todoterreno. El pasado 6 de diciembre se bautizó en un teatro, en su pueblo, con alguna de su gente y otra que se acercó a escucharla por primera vez.
Mar no sĂłlo canta y toca el arpa y la guitarra, sino que tambiĂ©n compone la mayorĂa de sus canciones, diseñó el cartel y buscĂł y mezclĂł las imágenes que se proyectaron durante el concierto, bellĂsimas, y que le daban a la canciĂłn un toque diferente.
SEGUIRLE LA PISTA
El escenario era también muy simple. El arpa destacada por encima de lo demás. Al lado una guitarra, una lámpara y un atril con algunos poemas que también leyó. Para dar un efecto soñador o etéreo, en algunos momentos salió humo, poco, lo justo para ambientar la canción que estaba sonando, proporcionando calidez.
EscenografĂa sencilla, pero efectista, como si estuviera en el salĂłn de casa. Canciones en inglĂ©s y en español, dulces, con voz melodiosa, que se fundĂa con la mĂşsica del arpa y los movimientos del cuerpo.
TambiĂ©n ha grabado una maqueta con algunas de estas canciones “Musgö Projet” (es tambiĂ©n el nombre con el que se quiere dar a conocer), que pretende que algĂşn dĂa formen parte de un disco. Pero todo se andará. Es aĂşn muy joven y le queda mucho camino por recorrer.
Paso a paso, sin prisa, pero sin pausa, Mar Gabarre puede abrirse un futuro en el mundo de la mĂşsica, en principio para pĂşblicos diferentes y minoritarios, pero que le pueden dar un nombre con el paso del tiempo. Aptitudes tiene para ello. Y ganas le sobran.
Hay que seguirle la pista a partir de ahora. Apunta alto. Seguro que dará mucho que hablar.
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