¡¡¡Me han subido la pensión dos euros!!!

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Rajoy, el señor de las promesas, me acaba de subir la pensión. Cobraré dos euros  más al mes. Creo que llegarán. Me ha invitado a un viaje en Metro de ida o de vuelta o en autobús. O a una barra de pan o litro de leche. Nada más. Y lo ha lanzado a los cuatro vientos como si acabara de cantar el gordo de la Lotería de Navidad. Le quitan la barba y nadie notaría la diferencia. Quizás, el chaval de San Ildefonso daría la sensación de ser más despabilado.

No sé si reírme a carcajadas, llorar como una plañidera o sufrir una pataleta de impotencia y rabia. Parece que se estuviera choteando de la ciudadanía española o nos quisiera dar la inocentada por anticipado.

¿Qué hago yo con esos dos euros mensuales tan generosamente ofrecidos por todo un Ejecutivo reunido en Consejo de Ministros y escrito, firmado, rubricado y sellado por todo un presidente de gobierno y algún que otro ministro?  Lo digo como lo siento, para dar esa limosna que ofende al que la recibe y denigra al que la ofrece, me callo la boca y los euros de unos y otros, que alcanzarán millones, los dedico a fomentar nuevos empleos, aliviar las cargas de empresas en apuros y subir las subvenciones mínimas a los que han perdido su trabajo y las esperanzas de reencontrarlo.

Al menos, de esta manera sería de utilidad este desembolso ministerial y no daría lugar a burlas, chistes y escarnios en crónicas, debates y tertulias de cafés. ¡Hasta en eso no ha sabido estar a la altura de las circunstancias y lo único que ha logrado es proporcionar chufla y crítica, en este caso atinada, entre sus cada vez más numerosos oponentes.

¿Quién le asesora para dejarle en tan espantoso ridículo? ¿No se da cuenta que no se puede tener a una ciudadanía pasándolas canutas y con el miedo a perder hasta las pestañas, para anunciarle con aire triunfalista, como el que acaba de descubrir el remedio contra el cáncer, que todo marcha mejor y por ello vamos a cobrar un euro o dos más cada mes?

RIDÍCULA Y BOCHORNOSA SUBIDA

¿No hubiese estado mejor y más plausible que en lugar  de esa ridícula y bochornosa subida salarial, que a nadie convence, ni le saca de ningún apuro, lo hubiese invertido en subir esas subvenciones familiares a los que llevan años sin  percibir ingresos, que son los que necesitan y con urgencia esos desvelos gubernamentales?

Yo con mucho gusto renunciaría a mis dos euros. Si es que llegan, para que con los de otros solucionáramos el hambre y la angustia que están padeciendo los que gracias a una mala política, una generalizada corrupción y una justicia lenta y poco severa, se ven obligados a pasar hambre. ¡Ésa sí que sería una buena manera de gobernar y afianzarse votos! Lo demás es ganas de blasonar, farfullar  y fantasear.

Baja el petróleo, pero no se nota en el precio de la gasolina y los carburantes. Todo queda en mayor beneficio para las grandes empresas petroleras e industriales. Para aumentar las riquezas de los que más tienen a costa de los que más necesitan. La sanidad y la educación continúan en el taller de sastrería, sometidas a constantes recortes, que las van a convertir en inservibles retales.

Pero esas cuestiones no se mencionan, ni discursean, solo se anuncia a bombo y platillo, como si fuera la panacea contra el hambre, la subida de esos dos euros. Tampoco se dice que esta espléndida subida repercutirá y no precisamente en dos euros, en las pensiones de los ex ministros, ex altos cargos, ex diputados, ex senadores y tantos ex políticos, aun que solo hayan trabajado tres meses, pues sus sueldos duplicados y hasta triplicados, son cifras que necesitan la calculadora para sacar la cuantía que les corresponde.

Lo digo con honestidad y sinceridad, preferiría que esos dos euros que me van a corresponder, junto a los de los otros en idénticas circunstancias, pasaran a engrosar un fondo presupuestario que incrementara la exigua pensión o subvención que muchos, millones de españoles, están percibiendo y les hacen pasar auténtica hambre e hiriente necesidad.  

POLÍTICA DE ENCHUFISMO Y CORRUPCIÓN          

Resulta denigrante e insultante que Ana Mato, por citar el último ejemplo, cese como ministra de Sanidad y le den un nuevo cargo donde cobra  tres veces más que como ministra. Es la norma habitual de este gobierno para premiar el cese por los malos servicios prestados. Al menos, Franco les daba la Cruz de Carlos III y los bajaba del coche oficial.

Es el resultado de una política donde priva el enchufismo, la corrupción generalizada y una justicia muy lenta y excesivamente benévola para este tipo de delitos. No comprendo el triunfalismo de Rajoy, anunciando tiempos mejores y subidas salariales y de pensiones, cuando la realidad nos dice todo lo contrario.

Estará mejor para ellos, que como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, pero no para el pueblo que dicen es soberano a la hora de votar y al que ningunean miserablemente cuando se trata de su bienestar económico y social.

No es así, señor Rajoy, como se gobierna una nación y se tiene contenta a su ciudadanía. Sus asesores están cobrando por engañarle y pretender que usted nos engañe a nosotros. Esos dos euros de subida los guarda usted en una hucha ya que oyéndole parece ser le hace más falta a usted que a nosotros.

El pueblo español no quiere limosnas y menos de lo que le pertenece. Queremos justicia, dignidad, trabajo, bienestar social y sueldos acordes con nuestro trabajo y capacidad. Para  hacer las cosas bien este nuevo año, baje el sueldo a toda esa camarilla de políticos inútiles y vividores que solo nos producen nauseas, cabreos y deseos de que desaparezcan de nuestra vista, pues para hacer lo que hacen nos sobran todos.