In Memoriam: “Cuando un hombre ama a una mujer”

 

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Me entero con enorme pesar de la muerte del gran cantante norteamericano Percy  Sledge. Esta misma mañana he estado oyendo mientras escribía mi artículo su famosa versión de “Cuando un hombre ama a una mujer”, la más conocida de él, aunque no era su autor sino el que la adaptó esta maravilla musical a su peculiar e inconfundible estilo de soul romántico y la que le hizo universalmente famoso. 

Ahora, mientras escribo estas líneas, la estoy oyendo nuevamente y es realmente fascinante. Es de mis discos preferidos -tengo más de seiscientos-, junto al de Frank Sinatra, Julio Iglesias, Aretha Franklin, Whitney Huston, Debussy, Beethoven y otros más de muy diversos estilos y autores, como han podido comprobar.

Sin  omitir  “Edelweiss” de “Sonrisas y lágrimas”, que es uno de los que me dan los buenos días en  mayor número de amaneceres. Soy un melómano obsesivo y no podría escribir una sola línea sin tener un fondo musical que me estimule.

A muchos le extraña que me pueda inspirar Julio Iglesias, pero me gusta su manera de cantar y lo que expresa en la letra de sus canciones. Soy fan suyo desde que empezó su vida musical en la casa de discos “Columbia”, donde le conocí, antes de su fama y oportuno viaje a América en la que halló su éxito y su camino. Oyéndole me he sentido inspirado para pensar y escribir algunos de mis temas.

En realidad me gusta toda la música que me diga, inspire o haga sentir algo. De cualquier estilo e intérprete siempre que tenga esa magia especial para calar profunda en mis sentimientos y hacerme más llevaderos los infortunios que ofrece a veces la vida. No me agrada nada esa infernal y enloquecedora locura, donde los desacompasados y ensordecedores sonidos y sus incomprensibles y chillonas letras,  no dicen nada y si lo hacen, es mejor no enterarse. 

NOS QUEDA SU OBRA PARA RECORDARLE

Soy un convencido de que una buena melodía en un momento idílico y culminante, es un recuerdo que se asocia en nuestra memoria al evento o hecho en cuestión y nos lo hace inolvidable el resto de nuestra vida.


Percy nació en Alabama, donde de pequeño se ganaba la vida recolectando algodón en sus campos. Su muerte, a los setenta y tres años, ha sido debido a un cáncer de hígado. ¡Maldita enfermedad que tantos infortunios nos está causando, sin que nadie encuentre esa medicina milagrosa que nos libere de ella! 

A lo mejor, pasa como con la penicilina, que surge por despiste y casualidad en cualquier modesto laboratorio. A mí me ha costado la vida de mi padre y tres hermanos.

Su canción “Cuando un hombre ama a una mujer” le dio la fama, pero en su álbum se recogen muchas otras que nada tienen que envidiarle. No sé cual elegiría de las que estoy oyendo en este instante. Murió en  su casa de Louisiana. Lo bueno y confortable es que los que han dejado constancia de alguna manera de su paso por la vida,  no mueren jamás, pues siempre nos queda su obra para recordarlo y seguir admirándole.
Su talento los hace inmortales. Sé que mañana será nuevamente quien me de los buenos  días con su famosa canción. Gracias Percy por tan valioso y maravilloso legado.