“Un espejo de mil años. Chiclana, el Museo Oculto II” cerró sus puertas con más de 2.500 visitas
Tras casi tres meses de permanencia, la muestra finalizó con un registro histórico de visitantes durante el mes de marzo.-
El Museo de Chiclana clausuró la exposición “Un espejo de mil años. Chiclana, el Museo Oculto II” tras casi tres meses de permanencia en sus instalaciones. La delegación de Cultura pospuso el pasado 9 de abril su cierre debido “al éxito de asistencia y al interés de la ciudadanía por conocer las auténticas joyas que los chiclaneros albergan en sus casas, y que, por primera vez, veían la luz para el público en general”, señaló el edil de Cultura, José Manuel Lechuga.
Más de 2.500 visitas recibió la muestra, siendo marzo el mes con mayor índice de visitantes, con un récord histórico de 1.538 asistentes. Recibió la visita de centros y asociaciones como el Centro de Educación Permanente “Dionisio Montero”, alumnos de la Escuela Municipal de Arte (EMA), grupos del colegio “Carmen Sedofeito”, “La Pedrera Blanca” y de la Asociación “Mari Luz Sánchez Carmona”.
Además, el personal del Museo llevó a cabo pases guiados a grupos pertenecientes a agencias de viaje de diferentes puntos de Andalucía, así como a los integrantes del programa de la delegación de Turismo “Conoce Chiclana”.
Lechuga manifestó que se siente muy satisfecho “por la acogida de público que ha tenido la muestra, un trabajo llevado a cabo desde Cultura, en el que han colaborado tantos chiclaneros de manera desinteresada, cediendo temporalmente sus piezas”, una actitud que “deja patente que se ha tratado de una exposición hecha con mucho mimo por y para los chiclaneros”.
El más de medio centenar de piezas, entre pinturas y esculturas, que transcurren desde el medievo hasta finales del siglo XIX, originales, o réplicas de gran calidad y antigüedad, claves en la historia del arte, fueron desmontadas para dar paso a una nueva exposición “en la que estamos seguros que continuaremos sorprendiéndonos del carácter colaborador de los chiclaneros”, afirmó el concejal de Cultura.
La muestra llevará por nombre “Ecos de una vida cotidiana. Testigo de la memoria entrañable”, y reunirá objetos de la vida diaria en los hogares, desde finales del XIX a principios del siglo XX, con una doble interpretación, “que los mayores recuerden a través de objetos su pasado, y que los más pequeños tengan una idea de cómo sus abuelos vivían con objetos que han quedado en desuso, pero que marcaron varias generaciones”.
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