Cuando las barbas del vecino veas pelar…

Félix Arbolí [colaboración].-  

El desagradable episodio que sufre el pueblo griego, no nos puede dejar impasible e insensible a los que admiramos su pasado cultural y la enorme e impagable deuda que tenemos con los helenos desde la más  remota antigüedad.

Sin la existencia de Sócrates, Platón, Aristóteles entre otros, sin olvidar al famoso Heracles (Hércules), fundador de Cádiz y personaje de gran trascendencia en nuestra legendaria mitología chiclanera, la historia de la Humanidad hubiera sido muy diferente. 
Pensadores, sabios y hábiles políticos griegos iluminaron al mundo en tiempos de oscurantismo y barbarie. Sin ellos, ni la orgullosa Roma de los Césares hubiese ocupado tan destacado lugar en la Historia.

Es una incongruencia que los grandes pueblos de la antigüedad que más inolvidables huellas dejaron, hayan sido posteriormente dominados, vejados y explotados por la anticultura del “colt” del salvaje Oeste, los siempre belicosos germanos y los obsoletos oropeles de una corona que solo ha podido conservar el absurdo boato de pelucas empolvadas, lujosos mantos  y un cetro de oro más propio de museo que de una soberanía solo simbólica, pues el poder lo ostenta su democrático primer ministro. 

DE DUEÑOS DEL MUNDO A PEONES

Los que ayer eran dueños del mundo y conservadores de su cultura, hoy son simples y vejados peones sometidos a las veleidades de unos señores que hacen y deciden más por egoísmos personales y beneficios exclusivos de sus propios países, que por paliar los problemas al socio que  los padece.  Solicitan una ayuda que tras muchos devaneos les conceden, aunque gravadas en exceso para que no puedan sacudirse el yugo al que se ven obligados.

Yo no soy político, pero sé lo que está bien y lo que es una aberración y falta de respeto y sinceridad de un gobernante al pueblo que lo votó. Me parece reprobable que prometan un paraíso, cuando ni siquiera son poseedores de la tierra de una maceta. Lo más sorprendente es que cuando se dan cuenta del engaño ya es tarde.

Hay quienes continúan votándoles porque como dice el refrán, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Al final todo termina con el pueblo sufriendo más calamidades que las que ya tenía, como ha ocurrido en Grecia.  

Eso nos pasó con  Rajoy en España y faltó poco para que no se incendiara hasta la Cibeles. Jamás se lo hemos perdonado. Yo fui uno de los que se lanzaron a la palestra pues jamás justificaré sus falsas promesas electorales que han cambiado a peor la vida  de mi familia.

PEOR QUE ANTES Y CON MENOS ESPERANZAS

Ignoro si por su culpa o el arrastre de los errores anteriores, pero estimo que antes de presentarse a las elecciones un político responsable y honesto debe enterarse de la situación que se va a encontrar y lo que puede prometer y cumplir y hablarle al pueblo con sinceridad y valor. Lo contrario es caer en los mismos errores que ha estado criticando a los anteriores. 

Luego llegan nuevos aspirantes al poder, con aires mesiánicos y todas las soluciones en su chistera mágica y nos ofrecen soluciones drásticas y seguras que nos harán más libres -algo que dudo-, pero sin mencionar el hambre que vamos a pasar y las restricciones económicas que nos van a imponer, hasta el extremo de no poder disponer de nuestro propio dinero, con cajeros colapsados, Bancos cerrados y “corralitos” de enfurecidos borregos.

En Grecia los creyeron y ahora se han dado cuenta de que tienen que vivir peor que antes y con menos esperanzas. Al final donde dijeron sí, ahora les dicen no y el hombre de la calle, inocente e incauto, aún es capaz de creer en los cuentos de hadas, aunque éstas no tengan varitas mágicas, sino una bien estudiada verborrea para hacerles creer en milagros a pesar de su declarado ateísmo.  

SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO GRIEGO

Vivimos entre pregoneros de mercedes y bendiciones, que luego se vuelven en impositores de angustias y maldiciones y una serie de señores que se han empeñado en manejarnos a su antojo desde esa Unión Europea, que no nos sirve ni para que nos voten en Eurovisión. Ni siquiera nos dan cargos, pues los reservan a países que cabrían en una de nuestras provincias.

Todo por esa inquina a España, que decían era por Franco y ahora ignoramos por qué. Y ya se sabe qué pasa si los necesitamos, como le ha pasado a Grecia. Nadie se acuerda ya de que a los alemanes si les perdonaron las cuantiosas indemnizaciones por la guerra que provocaron. De eso no se habla. No obstante, ahora se han vuelto a convertir los alemanes en los dueños de Europa y sus gestores económicos.

Mi solidaridad con el pueblo griego, no con su irresponsable gobierno, los amigos ideológicos de nuestro Podemos, que tanto mal les están causando con sus incumplidas promesas. Jamás se debe fiar uno de las promesas de un político, sean de la gama que sean, y no olviden nunca que cuando las barbas de tu vecino veas pelar, no andes cerca del que lleva las tijeras porque te van a dejar hasta sin cejas.