EDITORIAL AGOSTO 2015

Román ridiculiza a su concejala de Turismo.-

Mes y medio lleva en el poder municipal José María Román y ya está haciendo de las suyas. Si en su última época de gobernante demostraba que le faltaban ideas, en su nuevo mandato el norte lo tiene perdido desde el primer día. Parece un elefante en una cacharrería. Sus concejales, en general, tampoco andan muy avispados y sus meteduras de pata han sido constantes. Que lo hagan los nuevos es comprensible, pero los que llevan años no.

El edil de Hacienda anda dando tumbos con la deuda municipal. Román le ha metido en un embolado que será difícil salir de él. Los números que aporta son distintos cada vez que habla y los populares rebaten esas cifras con documentos, con lo que está creando un lío a los chiclaneros que ya no saben cuánto se debe.

El alcalde está pregonando cada día lo mal que está el Ayuntamiento para encontrar una justificación para subir el IBI en 2016 y el resto de impuestos. Aparte del Partido Popular, ya han salido otras formaciones mostrándose en contra del citado aumento, que estando en minoría puede que no salga adelante.

La Plataforma del IBI sigue calladita sobre este asunto. Bueno, ha dicho que lo estudiará, pero que está en contra de una subida, aunque lo ha dicho con la boca pequeña y bastantes días después de que Román anunciara la medida.

Nada más aterrizar ya ha vuelto a actuar de la misma forma que antes en Servicios Sociales. Ya fue denunciado por sus propios técnicos que daban ayudas a familias que no estaban en la lista, incluso algunos de esos nombres apuntados en servilletas de bares, todo muy “legal”.

INTENTO DE COMPRA DE SCHAUER

Pues bien, ya ha ocurrido lo mismo y el propio edil de esta área ha respondido afirmativamente a la denuncia formulada por el PP, aunque alegando que no se podía quedar de brazos cruzados ante el problema.

Sus intenciones son buenas, pero la forma de hacerlo no y eso debería tenerlo en cuenta cuando se le presente otra vez esta situación o cuando el alcalde le diga que lo haga. Él, mejor que nadie, sabe que así no se hacen las cosas.

Seguimos con otras actuaciones de Román y del PSOE en los cuarenta y cinco días que lleva gobernando. Según denunció el PP, ha intentado comprar al concejal popular Stefan Schauer, con la intención de que éste se hiciera cargo de la delegación de Turismo. Al parecer, ha sido el sector turístico de Chiclana el que se lo ha pedido al regidor y éste no lo ha dudado.

Dicen los socialistas que todo se hizo a la luz, hablando con los populares. Aunque fuese así, lo que Román pretende es tener un voto más en su grupo y que el PP tenga uno menos, argucias propias de un político que por gobernar ha hecho de todo. Recordemos lo de la moción de censura y el pago del congreso de uno de los dos partidos que se cambiaron de bando para irse con él.

A LOS PIES DE LOS CABALLOS

Pero en este asunto hay una persona damnificada: Su concejala de Turismo, Ana María González Bueno. Román la ha tirado a los pies de los caballos, porque a ver qué cara pone a partir de ahora cuando se reúna con los hoteleros del Novo, sabiendo que éstos no la quieren a ella sino a Schauer.

Ha sido una patada en el estómago en toda regla. El PSOE nunca ha elegido un edil de Turismo que tuviera idea de ello. Ponían a cualquiera, ya que jamás le dieron a este sector la gran importancia que tiene. La última fue María Ángeles Polanco tras aliarse con el PSOE, que reconoció en su primer encuentro con los directores de los hoteles que no tenía ni idea.

Son muchos errores en muy poco tiempo y su muleta en la investidura, IU, se ha quejado de haber sido engañada en dos ocasiones. Y las que le quedan. Resumiendo, lamentable.