“Esta zona está abandonada por el Ayuntamiento y los fines de semana muchos jóvenes la convierten en un estercolero”

Vecinos de Jardines del Marquesado piden también que tapien la entrada de un centro comercial abandonado, para que no entren allí a vender droga.-
   
Vecinos de la urbanización Jardines del Marquesado han denunciado a PUENTE CHICO las constantes molestias que sufren por parte de jóvenes que van a comer lo que adquieren en hamburgueserías de la zona, dejando toda la basura en el suelo, poniendo muy alta la música de sus coches.

En la primera planta de un centro comercial, que está abandonada, hay basuras, han robado todo lo que había, se drogan y hasta prendieron fuego a un sillón, que pudo provocar una catástrofe, ya que debajo hay un supermercado con varias bombonas de butano grandes.

Estos vecinos llevan más de cinco años soportando esta situación, que han trasladado en varias ocasiones al Ayuntamiento, primero a José María Román y luego a Ernesto Marín, “pero no ha servido de nada”. Hace dos años fueron a Urbanismo, pero no les hicieron el menor caso, y hace año y medio se entrevistaron el alcalde: “Nos dijo Marín que se iba a arreglar, pero no ha hecho nada por solucionar un problema que dura ya mucho tiempo”.

Los días más problemáticos son los fines de semana y vísperas de festivos: “Suelen llegar a partir de las 22,00 horas y se van de madrugada. Traen lo que han comprado en Burger King y Mac Donalds, ponen música muy alta y así pasan las horas. Pero esto no es lo peor. Los restos de comida, papeles, latas de bebidas, bolsas, tomate o mostaza son arrojados al suelo, convirtiendo la calle en un estercolero”.

Chiclana Natural sólo limpia los lunes de 7,00 a 8,00 de la mañana, por lo que la suciedad está varios días en la calle y jardines colindantes: “Necesitamos que limpien con más frecuencia, porque si encima el lunes es fiesta ya no vuelven hasta la semana siguiente, con lo que estamos dos semanas sin que se adecente la zona”. Los restos de comida llaman a las ratas, que aparecen a darse el festín.

EL AYUNTAMIENTO NO HACE CASO DE SUS DENUNCIAS

Si algún vecino tiene el coche aparcado al lado de donde estos jóvenes se ponen, puede encontrárselo pintado con tomate y mostaza, aparte de algún arañazo o golpe: “Hemos llamado muchas veces a la policía, pero no suelen venir y si lo hacen sirve de poco, porque se van y a los cinco minutos vuelven de nuevo y si les decimos algo nos gritan, insultan y amenazan”. Afirman que “esto es como una selva, se impone la ley del más fuerte”.

Como es lógico han enviado varios escritos al Ayuntamiento, pero ni les han contestado. En la zona abundan las personas mayores, que quieren tranquilidad, que no tienen por culpa de estos gamberros. Curiosamente allí viven varios policías y un alto cargo municipal, pero no ha valido tampoco para nada.

EDIFICIO ABANDONADO

Pero éste no es el único problema: “Hay un centro comercial que se hizo hace más de veinte años. En la planta baja hay varios comercios, oficinas y un supermercado, pero la planta de arriba está abandonada. Nunca hubo oficinas aunque estaba todo preparado para ocuparlas, pero nunca llegaron a venderlas”.

Esto ha motivado que se convierta en el refugio de drogadictos, ladrones y parejas que van a hacer sus cosas allí: “Han roto las puertas y se lo han llevado todo. Trajeron un sillón, algún colchón, sillas…, convirtiéndose en el lugar preferido para ciertos individuos, que trapichean con drogas con total impunidad”.

Unas veces vienen en coche y otras en moto: “Ha habido peleas entre ellos, lo han destrozado todo y hasta prendieron fuego al sofá, con el consiguiente peligro para todos, ya que debajo hay un supermercado con bombonas grandes de butano, que podían haber explosionado y ocasionar una catástrofe. Afortunadamente se pudo apagar el fuego a tiempo”.

Una terraza que da a la calle también les sirve a los ladrones para vigilar las salidas y entradas de los residentes: “Aquí han robado en varias ocasiones, a mí dos veces, una de ellas se llevaron objetos por valor de más de 5000 euros (teléfono, ordenador, relojes, ropa, etc.). Vinieron la Policía Local y la Guardia Civil, pero no encontraron nada de lo sustraído”. Lo que quieren estos vecinos es que tapien la entrada para evitar que puedan entrar. Al parecer, el dueño del centro comercial lo perdió y el propietario es un banco.

PERROS Y GALLOS

En la carretera del Marquesado, al lado de la Cañada del Lobo, hay una finca con gallos, otro problema más a sumar a los citados: “Como la carretera está al lado, las luces de las farolas iluminan ese sitio, con lo que los gallos se llevan toda la noche cantando. Hablamos con los dueños y no nos hizo el menor caso”.

También traen perros a defecar en una zona ajardinada, con lo que los olores, moscas y otros insectos hacen su aparición, debiendo tener las ventanas cerradas. Las palmeras están descuidadas y la limpieza brilla por su ausencia.

Alertan así mismo del peligro que hay en un paso de peatones colindante: “Cerca hay una parada de autobús, donde se bajan los niños de los colegios y los que usan los públicos. Los coches van a mucha velocidad y algún día va a haber una desgracia”.

Van a hablar de nuevo con el Ayuntamiento para que vigilen la zona, que Chiclana Natural haga un mantenimiento y limpie más a menudo, que solucionen los problemas de ruidos y concentración de jóvenes los fines de semana y que eviten que puedan entrar al centro comercial y la venta de droga.

“Queremos –aseguran- lo mismo que el resto de chiclaneros, ni más ni menos, porque pagamos nuestros impuestos y nos merecemos el mismo trato. No pedimos nada excepcional, sólo lo que nos corresponde porque tenemos los mismos derechos”.

Ya que los nuevos gobernantes dicen que están con el pueblo, tienen una buena manera de demostrarlo.