Partidos bisagra y mascaradas

     
Félix Arbolí [colaboraciones].-

Vivimos tiempos difíciles y amenazan futuros de imprevisibles consecuencias. Nos encontramos en una situación preocupante y los  problemas y complicaciones aumentan cada día. De la crisis parece que saldremos, pero la llegada de nuevas y camufladas formaciones políticas que nos quieren hacer creer que van por libre y en total independencia, pero al final se unen y forman una hidra de innumerables cabezas que alteran y desnivelan  los resultados electorales en beneficio del principal.

Como siempre, el pueblo es el más perjudicado, que ve como estos nuevos iconoclastas acaban con nuestros ancestrales símbolos y tradiciones para imponernos su nada total y hacer del país un enorme “corralito”, donde las promesas de las  campañas electorales quedan en solfa, como ha ocurrido en Grecia y tienen que adoptar la “marcha atrás” y hacer caso omiso a sus quiméricas fantasías. Se sale de Herodes y se pasa a Pilatos. 

Luego vienen las desilusiones y enfrentamientos, la ruptura total y ominosa entre sus miembros y con todos nuestros símbolos, historia, creencias y tradiciones. ¿Es que aún no se han dado cuenta?  Dicen que van a salvar al país, aunque una vez conseguido el poder, donde dijeron “digo”, dicen “diego” y a otra cosa mariposa. ¿Son éstos los libertadores que ahora necesitamos? Los helenos nos han disipado las dudas.   

Hay presentadores de debates televisivos que hablan de estos nuevos grupos políticos como si les fuera la vida en ello. Ignoro qué tipo de intereses puedan guiarles. En unos meses que llevan rigiendo algunos Ayuntamientos y Comunidades, hemos podido conocerlos sin máscaras y no nos gusta nada  ese odio y saña desplegados contra nuestros sentimientos y creencias, como si quisieran fundar un nuevo país en la anarquía y el odio.   

BARRABASADAS, RENCORES Y REVANCHISMOS

Hay que ver las barrabasadas, rencores, excentricidades, confrontaciones y revanchismos que están llevando a cabo en tan poco tiempo y tan escasos escenarios dominantes gracias a unas extrañas alianzas.

Ya han empezado a surgir problemas internos entre ellos y lo que parecía que iba a extenderse como la pólvora, va perdiendo fuelle y convivencia entre sus propios miembros. En las primarias celebradas en uno de estos partidos, solo votaron algo más de cincuenta mil de un colectivo que ellos cifran en más de trescientos mil. 

Tienen la orgullosa postura de no querer socios en su candidatura, pues según ellos se bastan y sobran  para dejar atrás a todos sus adversarios. Una postura algo pedante y pretenciosa. Incluso llegan al insulto y al líder de Izquierda Unida, el señor de la coleta y los constantes auto aplausos, -siempre les vemos aplaudiéndose-, lo llama “Fujin el enano” o algo por el estilo, pues no estoy muy ducho en libros y películas fantásticas e infantiles. 

DESPERTAR ANTES DE ESTRELLARNOS DE NUEVO
Yo voté a Carmena en Madrid, porque no sabía que su formación tenía algo que ver con Podemos. Nunca dijo nada y lo hice por lo que hablaba de acabar con los desahucios y librarme de una Aguirre que no me gusta nada. Hoy ya pongo en duda si acerté o no y eso que no es de las que más críticas recibe y peor lo hace. Que hay que ser justo en este tipo de apreciaciones. 

No me agradan nada los cambios del callejero para denostar a una figura y ensalzar a otra, según el cariz político del que gobierne. Mañana vienen los otros y vuelven a las andadas y terminamos sin saber cómo llamar a nuestras calles. Alabo el detalle de los americanos al designar sus calles a base de números, nombres de ciudades y otras circunstancias que nada tengan que ver con la política.

Es conveniente que el pueblo despierte antes de que el coche en que vamos todos se estrelle. Es una advertencia de alguien que ha conocido una monarquía, república, frente popular, guerra civil sangrienta y espantosa, periodos de hambre, calamidades y aislamiento, otra monarquía, años de bonanza y libertad y amenazas de malos y próximos presagios.