Gobernar Chiclana
Francisco M. Navas [colaboraciones].-
Los cambios de gobierno en un municipio suelen resultar algo traumáticos. Nuevas personas pasan a hacerse cargo de lo público, de una serie de problemas cotidianos a resolver en el corto o medio plazo, y de la planificación de soluciones para aquéllos que habrán de resolverse a largo plazo. En ese sentido, “Gobernar no es más que prever”, como diría José Martí.
En el pleno del Ayuntamiento de Chiclana del pasado jueves, los asistentes al mismo como meros espectadores, vivimos una situación absolutamente opuesta a la definida por José Martí: el punto esencial del orden del día por su repercusión sobre el conjunto de la ciudadanía de Chiclana, radicaba en la propuesta del nuevo equipo de gobierno para aprobar unas ordenanzas que permitieran subir el IBI y, dado el resultado de la votación, el equipo de gobierno no había previsto su derrota.
¿Habría que buscar culpables? Por supuesto. ¿Existe un solo culpable? Indudablemente, no. El equipo de gobierno saliente, esta vez sí, previendo su más que posible pase a la oposición en mayo, aplicó una rebaja generalizada del IBI en Chiclana, de manera que detrajo de la futura recaudación de las arcas municipales unos cinco millones de euros.
Esto supuso una magnífica noticia para una población que durante cinco años ha estado pagando un IBI sobrevalorado por unos terrenos y propiedades que más parecen pertenecer a la costa marbellí que a una ciudad de tipo medio como Chiclana. Sin embargo, el regalo venía envenenado. Caso de perder las elecciones municipales, como así fue, el partido político que se hiciese con el poder tendría que tragarse el sapo, como vulgarmente se dice.

CIGARRAS Y NO HORMIGAS
Lo lamentable de todo esto es que durante décadas ni unos ni otros, eso sí, unos más que otros, han sido capaces de cuadrar las cuentas municipales, buscando incluso el superávit, que sería lo deseable. Aquí, en esta ciudad caótica, los años de bonanza no han servido para paliar los efectos de los posibles años de carestía que podrían estar por venir. En definitiva, hemos sido cigarras, y no hormigas.
Porque no se explica de ninguna manera que este municipio, en donde el dinero corría como el agua, deba soportar en la actualidad una deuda de más de cien millones de euros que no ha hecho sino aumentar de año en año.
Los gobernantes nos endeudan año tras año y los ciudadanos debemos pagar las facturas. Aunque tampoco todos, porque un veinte por ciento de nuestra población, dato éste reconocido por el propio delegado de Hacienda, ni paga IBI, ni basura, ni agua, ni nada de nada. Unos dos millones de euros. Casi nada.
Una vez definida la situación actual, pasemos al actual espectro político de nuestro consistorio. Once concejales y concejalas de PSOE, ocho del Partido Popular, tres de Izquierda Unida, dos de Por Chiclana Sí Se Puede y uno de Ganemos Chiclana.
GOBERNAR ES PACTAR, PACTAR ES CEDER

Nos quedan otras dos fuerzas políticas: el Partido Popular, promotor de la anterior bajada del IBI, por lo que parecería improbable que se desdijese de lo acordado por ellos mismos durante su etapa de gobierno, e Izquierda Unida, la clave en todo este asunto.
Si tienes once concejales, la mayoría absoluta se sitúa en trece y necesitas a los tres concejales de Izquierda Unida para sacar adelante tus ordenanzas, no te queda otro remedio que pactar. Parafraseando a Gustave Le Bon, “Gobernar es pactar, pactar es ceder”.
Si no dedicas tiempo a dialogar, si no facilitas información, si no estás dispuesto a ceder aceptando algunas de las propuestas que te hace el partido que posee los tres votos que necesitas para sacar adelante tu proyecto, has fracasado de antemano, has perdido.
ERROR DEL PSOE
¿Bisoñez política? Nuestro alcalde y algunas de las personas que componen su equipo de gobierno, poseen sobrada experiencia en la gestión de lo público como para no cometer este tipo de errores.
El alegato de Ana Rodríguez en el pleno defendiendo su voto negativo a las ordenanzas fue impecable: de una parte, se mostró públicamente dispuesta a apoyar iniciativas del equipo de gobierno que, a pesar de resultar impopulares, fuesen justas; de otra, denunció la falta de información de su grupo sobre el asunto, de explicaciones, de papeles que justificasen la subida.
Y remató avisando de que su apoyo a la investidura de José María Román como alcalde no debía interpretarse en ningún caso como un cheque en blanco a sus futuras propuestas. Al terminar su intervención, la votación ya estaba perdida.
HUMILDAD
No es la primera vez que el PSOE gobierna en minoría en el Ayuntamiento de Chiclana. Otro político chiclanero, aunque su familia proviene de Bornos, Manuel Jiménez Barrios, supo sacar sus propuestas adelante durante sus mandatos en minoría a base de negociación y de las lógicas cesiones. Y alcanzó su justa recompensa obteniendo mayorías inimaginables hoy en día.
La vieja política no tiene ya cabida en nuestra sociedad. Eso de quítate tú que me pongo yo tiene los días contados. En la medida en que los nuevos partidos políticos sean capaces de demostrar coherencia ante el electorado, los viejos partidos sentirán cómo van perdiendo poder e influencia, cómo se desangran poco a poco perdiendo el apoyo de unos votantes que, afortunadamente, cada vez son más conscientes de cómo funciona este circo que tienen montado.
No quiero acabar sin citar a Lao Tse: “Gobierna mejor quien gobierna menos” Yo la interpreto como un verdadero canto a la humildad y a la participación colectiva. Ahora quedan pendientes las diferentes interpretaciones de ustedes.
Del gobierno del Chiqui no estas muy bien informado, aunque fueras del Psoe entonces. Compro la voluntad de Isabel Canto, de IU, que dejo a sus dos compañeros para echarse en brazos del Psoe, pero sin irse del partido. En los plenos votaba lo mismo que los socalistas y con ello se gano un trabajito en Diputacion, enchufada durante cuatro años. Evito con ello el pacto de IU de Ostua, hoy otra vez en IU y mano derecha de Ana, con el PP de Nanin. Con los otros dos concejales Chiqui tenia 12, pero no necesitaba pactar con nadie porque Canto le daba su voto y el del PIE lo mismo. Ramirez, del PA, no pintaba nada en esta historia porque no estaba en ningun lado de los dos posibles. Asi que eso de que supo gobernar en minoria no es exactamente asi. Supo llevarse con dadivas politicas a la de IU, y cuando el cuatropartito sucedio lo mismo con la Nadine, floja a mas no poder, y con la intervencion de los dos concejales de IU ahora, Rodriguez y palmero, enchufados como cargos de confianza, trincando buenos sueldos por tocarse ovarios y cataplines.
ResponderEliminarD.Francisco, muy bueno y muy bien escrito, le felicito. Aunque no se deje engañar, gobernar debería ser una cosa pero para Román e IU es otra bien distinta. A mí la demagoga populista de IU es tan culpable de la situación en la que se encuentran miles y miles de chiclaneros como Román, Chiqui, y los demás.Es una irresponsabilidad absoluta un cinismo, y una falta de previsión más que deliberdad yo diría que me parece programática.No le parece un escándalo llegar a la conclusión que ya muchos llegan, q no es que gobiernen de esta manera ya no porque no sepan, si no porque es que en el fondo es que ni les interesa, porque al fin y al cabo del populismo y la propaganda consiguen ganar muchísimo dinero y eso a ellos siempre les funciona?
ResponderEliminarY una populista como la Anita no podía votar a favor, ni si quiera Abstenerse, que hubiese sido lo más lógico en su lugar. Ya que la subida de impuestos es impopular. Desde el pleno no se sabe nada de ella, de los cinco partidos que forman el pleno todos han dado su versión menos IU. a la hemeroteca de estos últimos días me remito.
ResponderEliminarEsta vez Ana ha sido coherente, espero lo siga siendo, y tal vez en las próximas elecciones se lleve muchos votos de los que nos gobiernan.Tacho le puede ayudar mucho.
ResponderEliminarAna esta haciendo merito para cuando desaparezca IU ir en las listas del PP. De momento ya votan lo mismo y Marín se pasea por las dependencias de IU en el Ayunto como por su casa.
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