La “catetizada” Andalucía, crisol de cultura y arte

 
Félix Arbolí [colaboraciones].-

Hay tópicos que se mantienen sin el menor fundamento, propagados por alguien que vive anclado en el desprecio y el rencor hacia otras comunidades. No se percatan del daño que hacen a los que sin motivos se ven ultrajados y desprestigiados. Calumnia que algo queda.(FOTOS: Góngora, Falla, hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez, Séneca, Lorca y García Gutiérrez).

No sé por qué Andalucía, tan elogiada y estimada más allá de nuestras fronteras, la tratan como si fuera la Cenicienta de España, cuando es el más atractivo y estimulante escaparate allende nuestras fronteras de este país, que tanto gusta y nos hace diferente.  Yo la considero como la más genuina representación de la España profunda y pensadora, crisol de nuestras virtudes y en permanente lucha contra arcaicos vicios tan difíciles de eliminar. 

Soy un andaluz, gaditano y chiclanero por más señas, que ama a toda España y se siente orgulloso y feliz con los éxitos que alcanza cualquiera otra comunidad,  porque considero que formamos parte de un todo indivisible y hermanado. No hago distinciones cuando un original de otro lugar gana un triunfo u obtiene una honrosa distinción.

Me es indiferente que haya nacido en el norte, sur, este u oeste. Para mí todo es España. Sé que actualmente no se lleva mucho eso del patriotismo y los símbolos y detalles que definen y distinguen a una nación de otra.

Enseguida te acoplan lo de “facha” y te miran como apestado, pero prefiero que me desprecien por amar y defender la tierra donde nací, a que me alaben por despreciarla y combatirla.

SER ESPAÑOL, UN ORGULLO

Hubo un tiempo en el que ser español era un orgullo más allá de los límites convencionales y hay miles de lugares, en  los más apartados y diferentes confines de la Tierra, que dan testimonio con sus nombres de que fue un español el que los descubrió y nominó para la historia.

Algo que no pueden decir muchas potencias formadas  por los que se fueron huyendo de sus países, para esconder sus fechorías y buscar nuevas oportunidades. Nada al lado de la grandeza histórica de una España eterna, por mucho que pretendan lo contrario los que con absurdas ideas separatistas o crueles y masivos asesinatos, intentan dividirnos o dominarnos.

Nunca estaré de acuerdo  con esa falsa propaganda que nos hacen  acusándonos de vagos y catetos. Cualquier pueblo de mi provincia gaditana, incluso ese que se esconde en la lejanía de su sierra, tiene más sabiduría popular y más sentido filosófico que los de cualquier otra capital del norte y del centro.

Y lo digo por experiencia, ya que debido a mi profesión periodística, he tenido que recorrerme con el fotógrafo toda España y me he sentido gratamente sorprendido ante las respuestas y ocurrencias que han salido de manera espontánea de ese pastor, herrero, agricultor u obrero andaluz, que no ha tenido opción de pasar por la escuela más allá de su primera decena de años y sin embargo, el contacto con la naturaleza, la soledad en que desarrolla su trabajo y ese clima casi mítico que le acompaña, le hacen filosofar y razonar con enorme fundamento, sin haber oído hablar de Sócrates o Séneca, entre otros.

AVE FÉNIX

Mis paisanos poseen un don especial para aceptar y asimilar las circunstancias adversas de la vida sin que en ningún momento les venza el desaliento o se derrumben anímicamente. Tienen fuerza y respuesta para enfrentarse y salir airosos ante todos.  Son personas que no saben claudicar ante la desidia, el dolor, la tragedia o la mala suerte.

Aves fénix que resurgen de sus cenizas con mayor ímpetu y ansias de llegar a lo más alto. Y yo me siento feliz y empequeñecido a un tiempo ante su lección de pundonor y nobleza. A nuestra “Cenicienta” no le hace falta encontrar el zapato para lograr su meta y hacer realidad sus sueños.

Si los andaluces regresaran a su tierra, como el pueblo judío lo hizo desde Egipto con Moisés, la economía y las industrias de gran mayoría de comunidades españolas se resentirían. ¡Si hasta los políticos que presumen de catalanismo, tienen raíces andaluzas! Algo que nunca podré comprender, porque yo jamás renunciaré a mis orígenes andaluces.

Más aún de ese legendario lugar donde Hércules realizó sus mayores proezas y la serpiente de Eva se olvidó de visitar para que no dejara de ser un paraíso, llamado Chiclana, a la que llevo enquistada en mis sentimientos. No debemos preocuparnos porque algunos cretinos nos tachen de vagos y catetos, ya lo dijo don Quijote: “Ladran, luego cabalgamos”.

Es más envidia que caridad, porque tenemos una galería de hombres excepcionales que alcanzaron la fama y la inmortalidad sin sentir menoscabo de su procedencia andaluza.

CULTURA CON MAYÚSCULAS  

Entre otros, los emperadores romanos más notables, Trajano, Adriano y Teodosio y luego una serie de nombres que se harían interminables, pertenecientes a las más diversas facetas del arte, la música, la filosofía,  las letras y la política, entre otros Columela, Pemán, García Gutiérrez, Falla, Bécquer, García Lorca, Juan Ramón Jimenez, Alberti, los hermanos Machado, Luis de Góngora, María Zambrano, una de nuestras más ilustres filósofas y académicas, sin omitir, por supuesto, al cordobés Séneca y al insigne político Cánovas del Castillo, entre otros.

No creo que exista una comunidad española que pueda presentar una lista tan importante y diversificada de grandes hombres nacidos en la “catetizada” Andalucía, de la que nunca renunciaron. Esto es Cultura con mayúscula, de las que poco de esos que nos denigran pueden presumir.

Y no será por la ayuda y el interés que siempre nos ha demostrado el gobierno de la nación. Lo único por lo que debemos sentirnos incómodos y ofendidos es por ese denigrante feudalismo que hemos tenido que soportar y aún nos persigue, de aquellos que  residiendo en otros sitios, tienen a nuestra querida tierra como sitio de recreo y explotación, por ser descendientes de unos señores que ya solo figuran, y de pasada, en nuestros libros de  historia.