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Siglo XX: Las ideologías – Siglo XXI: Las economías


Pepe Vela [colaboraciones].-

Una vez que estamos empezando a superar las barbaries ideológicas del siglo XX  (nazismo, comunismo dictaduras de extrema izquierda y de extrema derecha), empezamos a ver de nuevo cómo no se aprenden de errores cometidos por las sociedades de países que se dicen desarrollados, pues siempre hay unas minorías de individuos que quieren adaptar los países y estados a su conveniencia. Eso está pasando en Grecia, España, Venezuela o Argentina.

Si todos saben lo peligrosos que son los individuos que mueven masas para sus intereses particulares, económicos y de poder absoluto, ¿por qué no se toman medidas para que no puedan cambiar las reglas e impedir atentar contra el bienestar de los ciudadanos?

El siglo XX se ha destacado por las imposiciones de las ideologías de tipo político, de religión o de raza. Política en Rusia, raza en Alemania o religión en la antigua Yugoslavia y todas la han empezado unos pocos, y todas o la mayoría, han terminado trayendo guerras, hambres, persecuciones y destrucción de todo lo anteriormente conseguido.

Las últimas decisiones de Europa y de EEUU han sido un fracaso. Todo lo que no han hecho con cultura y educación, lo han querido imponer con regímenes políticos que ellos dicen que son democráticos, sin tener en cuenta a sus habitantes, solo a sus dirigentes, caso de Siria que es para ellos una dictadura, pero ¿los rebeldes acomodados en Londres esperando el botín, no?
O Arabia Saudí, que para estos dirigentes no es una dictadura y han metido a todo el mundo árabe en su particular siglo XX, guerras ideológicas, de razas y, en mayor medida, de religión.

INTEGRAR NO, COMPARTIR

En los países europeos desarrollados vemos los grandes fracasos conseguidos con las políticas sociales para integrar a las minorías de otras razas o de religión, cuando lo importante no es integrar sino compartir.

Cuando se pretende integrar se olvidan los principios básicos de esos ciudadanos, como respetar su religión, sus costumbres o idiomas y el miedo a lo desconocido es lo que hacen que lo quieran integrar, y se olvidan, como en Francia, que para un francés el nieto de un inmigrante argelino siempre será argelino y de ahí los grandes fracasos sociales porque no se sienten ni franceses ni argelinos.

Pero sin ir más lejos, ahora con lo que está pasando en Cataluña con un puñado de iluminados, me recuerda la película “La máscara del Zorro”, de Antonio Banderas, cuando el gobernador, Rafael Montero, quiere entregar California al general Santa Ana para quedarse con el oro de España.

Algo parecido está ocurriendo y eso está poniendo en peligro la situación económica y la identidad de muchos, que antes eran españoles y ahora no saben si son catalanes o hijos de inmigrantes, poniendo en peligro la convivencia de todos.

TANTO TIENES, TANTO VALES

El siglo XX se ha destacado por muchas barbaries, pero también, ya en la segunda mitad, por muchísimo dialogo, que es por lo que ha conseguido tanto bienestar y progreso a Europa y a España.

El mundo está cambiando mucho, las ideologías ya no son lo importante y eso lo saben los partidos políticos, pero no encuentran la manera de cómo trasmitirlo a sus seguidores y buscan en el pasado lo que no son capaces de encontrar para el futuro.

A la vista está. En las últimas elecciones los partidos tradicionales basados en una idolología definida, PP, PSOE e IU, han caído estrepitosamente y los partidos emergentes, sin ideología definida o una mezcla de todo pero con una cosa en común, denuncias de corrupción, mejoras del reparto y cambios en los impuestos, han subido estrepitosamente, caso de Podemos o Ciudadanos.

El mundo siempre ha girado por tanto tienes, tanto vales, pero ahora, más que nunca, es más necesario cambiar y mejorar el sistema económico, donde ya no vale que unos pocos puedan manipular, pues todo se va al traste, incluso China, con un régimen comunista, se ha convertido en un sistema económico de Estado para poder paliar todos los problemas de sustento que tenia con sus ciudadanos. O Arabia Saudí, que ha empezado una guerra económica con el precio del petróleo.

QUITAR EL HAMBRE Y LAS DESIGUALDADES

El mundo solo tiene una forma de seguir adelante en el siglo XXI  y es conseguir un sistema económico que cubra las necesidades e ilusiones de sus ciudadanos, y en donde los ideales de los partidos, centro, derecha, izquierda, socialismo, comunismo, liberal u otras formas que quieran llamarse, solo se diferenciarán unos de otros por las capacidades de gestión y reparto de la riqueza, sino se termina arruinados como Grecia, Venezuela, Portugal o en guerra como Siria y Libia.

Por lo tanto hay que fortalecer al Estado y no a los partidos y, por supuesto, ni mucho menos a los dirigentes. Ahí ha estado el gran fracaso de los grandes partidos, que no han sabido modificar cuando han podido, las debilidades del estado de derecho, como entronizar muchos cargos, puestos y decisiones o falta de democracia de ellos mismos.

Dejemos atrás el siglo XX, que tanta ruina ha traído a Europa y al mundo con las ideologías mal llevadas, y respetemos a todos los ciudadanos en sus diferencias de raza religión o punto de vista político, pero castiguemos al que roba o rompe las reglas de todo lo público, pues son elegidos para administrar y servir y no a servirse, y hagamos del siglo XXI el siglo de las economías, que sea capaz de quitar el hambre y las desigualdades en todas partes del mundo y aprendiendo a compartir y no a integrar, pues es palabra de régimen totalitario




2 comentarios:

  1. Killo
    Qué gazpacho tienes en la cabeza
    Para juntar letras soltando tonterías ya tenemos a unos cuantos.
    anda, comparte tu sueldo y tu casa conmigo, que me da pereza integrarme

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  2. El gazpacho lo tienes tú, tontaina. Y aprende a respetar las opiniones de los demás.

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