Vecinos de la barriada de la Caja de Ahorros denuncian el estado de abandono de varios locales comerciales

El dueño de uno de los más afectados, lo ha limpiado y cerrado varias veces, “pero rompen la puerta o la reja, que se la llevaron, y vuelven a las andadas”.-

Los vecinos de la barriada de la Caja de Ahorros llevan años sufriendo el abandono de unos locales que en su día fueron tiendas de alimentación o bares, así como una discoteca. Unos se han cerrado por decisión de sus propietarios o por orden del Ayuntamiento, pero hay otro que está lleno de basuras y escombros, en el que se reúnen jóvenes de diversas barriadas para vender, comprar o tomar droga. Y hay unos visitantes que acuden a darse un festín con lo que allí hay: ratas.

El estado en que se encuentra el local citado es lamentable. Aparte del olor, parece un vertedero. Hay latas de bebidas, cascos de botellas, la mayoría rotos, lo que aumenta el peligro para los niños o los que entren allí; leña, paraguas, bolsas de plástico, ropa, etc.

Los vecinos se quejaron a Gregorio Sanz Esteban, propietario de la antigua discoteca “Gatsby” y ahora del Mesón “Pata Negra”, creyendo que era el dueño del local: “Venían a quejarse a mí, creyendo que era el dueño, pero el propietario es Juan Romero, que lo tiene en ese estado desde hace años. Lo que no entiendo es por qué el Ayuntamiento no le obliga a limpiarlo, arreglarlo y cerrarlo como hicieron conmigo, que tuve que gastarme un buen dinero si no quería ser multado”.


ROBO EN LA DISCOTECA “GATSBY”

El Consistorio le exigió informes técnicos sobre el estado de la discoteca, preguntándose “¿por qué a mí me lo piden y a él no, cuando ese local se encuentra en un estado deplorable?”.

En su discoteca “entraban, rompían todo, robaban hierros, los bajantes de plomo y prendían fuego. Presenté el informe en Urbanismo con las reparaciones hechas, entre otras las vigas, que estaban en peligro de derrumbe, así como el interior por los incendios. Lo arreglé todo para que no se cayera”.

Dos o tres años después “me pidieron que lo adecentara por fuera, pintándolo, y si no lo hacía, se encargaría el Ayuntamiento y me pasaría la factura. Decidí restaurarlo en condiciones, con todos los permisos técnicos de Urbanismo, por si algún día se puede abrir de nuevo”.

Preguntó con su abogado por el informe del local de arriba del suyo “y no había ninguno, aunque nos dijeron que se lo habían notificado”. Algunos vecinos nos comentaron que de ese local salían “ratas como conejos, que el día menos pensado se nos meten en nuestras casas o muerden a alguien”. El suelo de la calle está sucio, lo mismo que las zonas de césped, y no parece que se limpie alguna vez.


“PUSE UNA REJA Y SE LA LLEVARON”

El propietario del local que ha motivado las quejas vecinales, Juan Romero, comentó a PUENTE CHICO que “no está cerrado porque se han llevado una reja que puse. Cuando eché el cierre hace años a la cervecería que tenía allí, rompieron la puerta y se llevaron todo lo que había. Me lo robaron. Limpié el local y puse una reja, que corrió la misma suerte”.

Pero lo peor no fue que desapareciera dicha reja, sino que le prendieron fuego al local, aunque no hubo que lamentar más daños que los propios de un incendio que fue sofocado rápidamente.

Tras esto, Romero volvió a limpiarlo todo, “pero no ha servido para nada. Entran y hacen lo que quieren. Voy a poner un muro de ladrillo a ver si esta vez consigo que no vuelvan a entrar”. Negó que el Consistorio le ordenara limpiar este local, aunque sí lo hizo con el adecentamiento de las paredes que dan a la vía pública: “Pinté aquello como me ordenaron, pero de nuevo han vuelto a ensuciarlo. ¿Qué más puedo hacer?”.

ABANDONO MUNICIPAL DE LA ZONA

Juan Romero agregó que “el Ayuntamiento tiene la zona abandonada desde hace años. Incluso cortó una calle que hay al lado, que pasaba por delante de mi bar y quiso cerrar las escaleras que iban hacia él, a lo que me negué, porque me dejaban sin entrada. Decían que era para que los que andaban con la droga no se sentaran allí, pero fue peor, porque rompieron mi puerta y hacían a escondidas lo mismo que a la vista de todos y encima me estropearon el local”.

Gregorio Sanz también se quejó de que el equipo de gobierno que estaba entonces le impidió entrar en uno que tiene al lado del de Romero, donde estuvo el Pub Chaplin: “Tapó una calle que iba allí con un muro y no puedo acceder a él. He ido a Urbanismo y a Obras, pero no me reciben”.

ALCANTARILLADO

Por otra parte, Sanz ha tenido problemas cuando ha querido abrir el Mesón “Pata Negra”: “Cuando fui a pedir permiso para instalar el contador de agua de obras. Me cobraron 290 euros por enganchar”. El alcantarillado siempre ha existido, “pero tuve que pagar 600 euros por él. Encima vieron que las tuberías estaban enraizadas, lo que impedía coger el agua, diciéndome que lo tenía que pagar yo. Fui a la Guardia Civil a denunciar que esas tuberías eran del Ayuntamiento, pero la jueza no pudo tramitarlo por la vía penal ya que debe ser por lo civil, por incumplimiento de varios artículos de la ley. Al final lo denunciamos en la OMIC”.

Al día siguiente apareció Chiclana Natural para cambiar el alcantarillado. Asegura Sanz que a la primera palada lo encontraron “como yo les había dicho y no me hicieron caso”. Los 600 euros que abonó se los reclama ahora al Consistorio “porque el alcantarillado ya estaba. Llevo más de un año esperando”.

Una parcela municipal que hay enfrente del mesón, no se limpia casi nunca. Cuando crece la hierba genera miedo por un posible incendio: “La gente deja los restos allí o los amontonan en un lado. Se llevan ahí semanas o meses”. Las escaleras de acceso a la barriada que hicieron en sustitución de las que siempre hubo,  tampoco están bien, tienen muchos ladrillos partidos y no hay mantenimiento alguno. Lo único que hacen es barrer.


UN CENTRO COMERCIAL EN RUINAS

En el lado opuesto de estos locales la situación es todavía peor por la suciedad existente y el abandono de varios de ellos, que son un peligro para los residentes, ya que se pueden caer trozos del tejado. La suciedad y abandono en lo que hasta no hace muchos años, era un reluciente, aunque modesto, centro comercial en esa barriada, se han impuesto.

A ver si el nuevo alcalde se preocupa ahora de lo que no hizo cuando mandaba en su anterior etapa municipal y da una solución al problema. Los vecinos de la zona no se merecen unas instalaciones en ese estado.