El cuento de nunca acabar

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Si quieres vivir en el engaño, allá tú, pero no intentes engañar a los demás. Esta frase había que decírsela a tantos papagayos y papanatas, pues abundan los dos, que nos tienen atosigados todo el día y parte de la noche, intentando arreglar el mundo a su manera o a la que le dictan sus mentores y dueños. Pretendiendo que los demás veamos y vivamos a través de sus falacias y palabras compradas.

Porque hoy se vende todo en este país de descerebrados y egoístas. Nada es como pasa en realidad, sino como nos quiere hacer creer el mensajero de la noticia, previamente aleccionado por sus amos del momento. Hoy ser periodista lo han convertido en sinónimo de chivato, pero a una sola banda,  trapisonda, filibustero de conciencias y persona que ha vendido su independencia y dignidad por un plato de lentejas, aunque lleno de euros y promesas de mejorar su posición si ganan sus pagadores.

Como profesional de la noticia y periodista vocacional me apena y avergüenza este proceder de los que hoy figuran como maestros, directores de medios y programas y nos atosigan de continuo con la misma noticia un día sí y el otro también, si se refiere a políticos de ese partido al que tienen la consigna de hundir en el fango, proclamando “vox populi”, sus muchos errores y corrupciones y silenciando al contertulio que libre de subterfugios y componendas, quiere exponer asimismo los defectos y casos de corrupción  de otros políticos de distinta onda.

Hay cadenas televisivas que yo me he vetado, porque me canso de ver a los mismos despotricar en una sola dirección y alabar a los de otras vertientes, aunque éstos cometan actos por los que deberían ser criticados asimismo. Justicia señor, pero no en mi casa.

MOMENTOS CRÍTICOS Y DECISIVOS PARA EL PAÍS

España está pasando unos momentos críticos y decisivos para su futuro y los que deberían esforzarse en arreglar el panorama, se han dedicado a una guerra, más propia de críos, que de personas responsables, intentando acaparar el mayor número de sillones ministeriales a cambio de votos. Como si trataran de cambiar cromos de colecciones.
Nos han hecho ir a votar bajo la promesa de que se iban a arreglar nuestros problemas y se iba a acabar con las corrupciones, medidas antisociales, desahucios, intolerancias de todo signo y otras bonituras más y nos han vuelto a engañar. Hablaban de responsabilidad y compromiso y cuando han tenido ya nuestros votos, se están repartiendo España como si fuera una tarta de cumpleaños.

Esperando ver a quien le cae la sorpresa. Y mientras, todo embrollado, la Bolsa bajo mínimos, las industrias paralizadas y las leyes y medidas necesarias para la buena marcha del país guardadas en cajones. Si es que algunos las tienen ya escritas. Nadie se preocupa más que en hacerse con un sillón porque son así de altruistas y desean servir al prójimo desde la altura de su pedestal.

No sé qué debe hacer el Rey en estos casos, pero creo que no ha de ser tan figura decorativa, que para ello tenemos obras de arte en diversos museos, sino la pieza fundamental que mueva las fichas necesarias para que este desmadre se acabe cuanto antes. Y si ve, como vemos hasta el más lerdo, que esto no tiene remedio, porque ninguno de los implicados quiere dar su brazo a torcer y sacrificarse en  aras del país y sus ciudadanos,  pues que convoque nuevas elecciones.

QUE GOBIERNE EL MÁS VOTADO

Que ya está bien de perder el tiempo y la esperanza entre dimes, diretes y  chorradas de la clase dirigente. Si me dicen que esa labor real no figura en la Constitución, que nadie consulta, ni se obliga a cumplir en casos graves, ¿por qué tiene que ser el freno que le impongan al Rey, los que no tienen agallas para solucionar los problemas que estamos sufriendo todos los ciudadanos?

¿Es mejor que el Rey se quede oteando el convulso panorama desde su atalaya, mientras unos y otros van a la caza de votos como en la Edad  Media iban a la de brujas? Es hora ya de que el país recupere su normalidad y el ciudadano sus ilusiones y esperanzas.
La solución debió ser que el partido que ha sacado mayor número de votos, hubiese empezado a gobernar, sin tener que someterse a investidura alguna, ya lo ha investido el pueblo soberano al darle el mayor número de votos. Solo debe someter al criterio del Congreso las leyes y medidas que puedan influir en la actividad, el bienestar, la seguridad y la justicia para todos los ciudadanos. Ahí si, hay hace falta consenso.

Pero si ha obtenido mayoría de votantes, es lógico que acto seguido convoque su nuevo gobierno y empiece su actividad, sin que sea el Rey el que lo designe, ya que ha sido el pueblo soberano el que lo ha hecho con sus votos. Si no se los hubiera dado al PSOE o a Podemos. Nadie se lo impedía.

CORRUPCIÓN DEL PP

Otro asunto realmente grave es la corrupción  generalizada que padece el PP. Ya hasta el partido ha sido registrado por la Guardia Civil por orden judicial y no hay día en que no amanezcamos con un nuevo escándalo de nepotismo, corrupción y robo descarado. Y los que quedan por venir. Y claro, eso ha hecho que Rajoy se encuentre con muchas dificultades para encontrar su hueco en la política gubernamental, porque nadie quiere subir a ese carro tan sobrecargado de corruptos.

Lo que no veo nada bien es ese contubernio (menuda palabreja), de estar los segundones y terceros con reuniones y secretismos intentando auparse a un puesto y a un gobierno para el que, digan lo que digan, no les ha nombrado el electorado. A la prueba de los votos obtenidos por cada uno me remito.

Y el Rey, a mi entender, no debería haberle encomendado a Pedro Sánchez la investidura de un gobierno para el que el pueblo no le ha votado. Así de sencillo. Ésa no ha sido la voluntad del pueblo. Ni debe ser la del Rey. Y conste que no tengo nada contra esta formación política, todo lo contrario.

Un gobierno en minoría, que es el que quería el pueblo, de acuerdo con sus votos, tendría que haberse esmerado en hacer las cosas con la máxima transparencia y sensatez, para evitar que sus medidas y proyectos les sean rechazados por sus adversarios políticos.

RAJOY DEBERÍA CEDER EL PUESTO

Y es entonces, cuando a lo mejor hubiera tenido que dimitir su presidente y convocar nuevas elecciones o dejar su puesto a otro. Lo esencial es que gobiernen los más votados y no los que han surgido de extrañas y disparatadas componendas.

Creo que Rajoy debería ceder su puesto a otro de su partido, sin estrenar aún en las lides de la alta política y sin la menor sombra de sospecha en su vida personal y política. Que los tiene y muy buenos. Sabe que con el “sambenito” de la constante corrupción que está  salpicando a sus compañeros actuales de actividades, le va ser difícil  encontrar valedor fuera de sus filas y hasta creo que dentro ya.

Y que deje que caigan los corruptos peperos, sin intentar lanzarle un salvavidas a ninguno, porque se expone a que lo juzguen erróneamente. Aunque en esta cuestión el PSOE y otros partidos que emergen con fuerza están teniendo también algunos dolores de cabeza, más o menos fuertes, aunque no se digan en las tertulias y debates televisivos, como expongo al principio.

CHANTAJISMOS

Solo advertir a Pedro Sánchez que piense bien la jugada que le están poniendo ante el tapete, ya que el chantajismo en la política suele tener malos comienzos y peores finales.

Que se acuerde de la fábula de la rana y el, escorpión. Ello supondrá darle una serie de ministerios los más fuertes y efectivos a los terceros en liza, favoreciéndoles con ello la toma del poder y como remate la desaparición de su principal adversario, partido socialista, ya que son los mismos votantes a repartir. 

Porque las ideas de ese socio no son nada difíciles de comprender. Respecto a los chantajistas que cambian sus votos por carteras ministeriales relevantes del gobierno, dejarlos en la oposición, que es el lugar que por los votos alcanzados merecen. Es mi opinión.