El Nazareno brilló por las calles de Chiclana en el homenaje a las Agustinas Recoletas
Las Agustinas Recoletas llegaron a Chiclana hace 350 años, concretamente el 25 de diciembre de 1666, con la madre Antonia de Jesús al frente, acompañada de cinco monjas. Venían de Granada y fundaron el convento donde hoy están y en el lugar donde se ubica la iglesia barroca y se guardan las imágenes del Nazareno y María Santísima de los Dolores, cofradía fundada a finales de 1800. El pasado sábado la hermandad homenajeó a la congregación con una salida extraordinaria por las calles de Chiclana.
La alameda Lora estaba llena de gente desde bastante antes de que saliera el paso del Nazareno. Los balcones estaban engalanados para la ocasión, como el de otros muchos de las calles por donde discurrió la procesión.
A la hora prevista se abrieron las puertas de la iglesia de Jesús Nazareno. La cruz de guía y los hermanos, así como numerosas mujeres con mantilla, fueron saliendo del templo en dirección a la calle Hormaza.
El alcalde de Chiclana, José María Román, fue otro de los que estuvieron en la procesión, así como varios de sus concejales y del Partido Popular. La Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, de Los Palacios, Sevilla, acompañó a la comitiva en las casi siete horas que el paso estuvo por las calles de la localidad.
El desfile procesional siguió por Ramón y Cajal, Gravina, Bailén, Plaza Santo Cristo, Plaza Mayor, atrio de la iglesia, Callejoncillo, Padre Añeto, Fierro, San Isidro, Doroteo, Segismundo Moret, Vega, Padre Caro, La Plaza (San Telmo), entrando al templo por Nuestra Señora de los Remedios, Mendaro, García Gutiérrez, Constitución y regreso a su templo en la Plaza Jesús Nazareno, alrededor de la 01,30 de la madrugada.
Esta salida extraordinaria finalizó con fuegos artificiales que iluminó la noche chiclanera. Bonito final para una efeméride que acaba de empezar, porque hasta diciembre habrá más actos en conmemoración de la llegada de la madre Antonia y sus cinco monjas.
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