Lamentable estado del aparcamiento de la segunda pista, con socavones, raíces y acerado destrozado

La falta de entendimiento entre vecinos y establecimientos del centro comercial, que son sus propietarios, ha motivado que lleve décadas así.-

Hace unos treinta años se construyeron varias urbanizaciones en la segunda pista de La Barrosa, lo que conocemos como Pinar de Don Jesús aunque esta urbanización está unos metros antes. Se creó una Comunidad de Propietarios, Piscis, y se hizo el centro comercial Urpinsa, separado de dicha Comunidad por un aparcamiento, que al poco tiempo empezó a crear problemas, al salir a la superficie las raíces de los árboles y destrozar el asfalto y las aceras. Su estado actual es lamentable, con grandes baches y casi todo levantado, creando mala imagen y el enfado de los hosteleros de la zona.

Las fotos son muy explícitas. Las aceras están rotas, las piedras se agolpan al lado de los coches que aparcan allí, y las raíces de los árboles siguen destruyendo el entorno. Los hosteleros llevan años intentando llegar a un acuerdo con los propietarios de las viviendas para arreglar la zona, pero muchos de ellos se niegan, ya que lo que en realidad quieren es convertirlo en zona verde, como un jardín, y quitar los aparcamientos, a lo que los primeros se oponen, ya que es un beneficio para sus clientes.

El Ayuntamiento ha intentado mediar en varias ocasiones, aportando incluso una parte y los vecinos otra, pero éstos la mayoría de las veces no han querido. Nicolás Aragón, que fuera concejal de Obras cuando gobernó el Partido Popular, manifestó a PUENTE CHICO que “es un problema peliagudo, ya que es un lugar privado y el Ayuntamiento poco puede hacer allí, ya que son los vecinos y los hosteleros los que deben correr con el mantenimiento”.

DIÁLOGO CON LOS VECINOS

No obstante, “intentamos echarles un cable y lo hicimos algunas veces, siempre dentro de lo que no supusiera extralimitarnos en nuestras funciones y prevaricar”. Los vecinos quieren que el Ayuntamiento recepcione el aparcamiento y se haga cargo de todo, “pero el Consistorio no puede hacerlo sin que se encuentre en perfecto estado, lo que implica que deben ser la Comunidad de Propietarios Piscis y el Centro Comercial Urpinsa los que hagan las obras y luego recepcionarlo”.


Según Aragón, “colaborábamos en los trabajos que allí se hacían, ayudando en el asfaltado con alguna de nuestras máquinas o con personal de Medio Ambiente para talar los pinos”. El hilo conductor era “el buen entendimiento, siempre desde el diálogo, aunque hay vecinos muy prudentes y otros que no lo son tanto”. Parece ser que la nueva concejala, Cándida Verdier, no está por la labor.


DEJADEZ DE MUCHOS AÑOS

Sobre las raíces, el exconcejal de Obras popular señaló que “hay que recortar las raíces superficiales para evitar que sigan causando estragos. También se puede cambiar el arbolado, quitando lo que hay, llevarlo a otro lugar y colocar otras especies que no causen estos problemas, como plátanos, por ejemplo. Pero hay más”.

Resaltó Aragón que “el problema que hay ahora, mucho más acentuado que en años anteriores y peor que se pondrá, viene dado por la dejadez municipal de muchos años, que no obligó a los responsables de su cuidado, a que lo tuviesen en perfecto estado.  Si se hubiera hecho, quizá podría haber sido recepcionado por el Ayuntamiento y ahora no nos encontraríamos con esta papeleta, difícil de resolver”.


Lo cierto es que unos por otros, cada día está peor, los coches que aparcan corren mayor riesgo, los bajos sufren las raíces y las piedras y los socavones causan roturas de las gomas de los vehículos. Y la imagen que se da al turismo y a los que se alojan en esos apartamentos en vacaciones, dice bien poco sobre una ciudad que se vanagloria de su calidad turística, en una zona donde abundan los visitantes, ya que además de los apartamentos, hay muchos restaurantes y bares.