EDITORIAL SEPTIEMBRE 2017-El pleno del estado de la ciudad, nuevo timo socialista

Hace unos días se llevó a cabo un pleno sobre el estado de la ciudad, una promesa del candidato del PSOE, José María Román, en las pasadas elecciones municipales.-

Decía que se haría uno al año, pero el de 2016 se lo saltó. Ahora, a dos años de los próximos comicios, el alcalde se acordó de esa promesa. Claro que para lo que sirvió, podría habernos ahorrado el bochorno que supuso escuchar a una portavoz del equipo de gobierno contándonos el cuento Cándida en la ciudad de las maravillas.

Alterada, hablando muy rápido para meter la mayor cantidad de consignas posibles, Cándida Verdier hizo una valoración del estado de Chiclana que cualquiera que no conozca nuestra localidad y la oyera por la radio, pensaría que vivimos en Jauja. No dijo nada nuevo, soltó las mismas diatribas contra el Partido Popular, que dos años después de dejar el poder, sigue siendo la única salvación de los socialistas cuando tienen que justificar el lamentable estado de nuestra ciudad.

Los argumentos son los mismos, ahora y cuando compraron las voluntades de IU y PSA año y medio después de perder el poder por el pacto cuatripartito. En dieciocho meses el PP había hundido Chiclana (ellos llevaban veinte años gobernando) y todos los parados, baches, viviendas ilegales construidas, deudas del Consistorio, etc., eran culpa de Ernesto Marín. En año y medio había llegado el apocalipsis y ahora volvían ellos, comprando a dos concejalas que estaban gobernando con Marín, para solucionarlo todo.

Hicieron las mismas promesas de siempre (3000 viviendas en dos años y medio, prometidas en tres comicios anteriores y nunca realizadas; presa contravenidas, polígono Miralrío –en seis meses empezarían las obras-, etc., etc., etc.), que no cumplieron, y siete años después nos vuelve Verdier a contar las mismas milongas.

No hace falta ningún pleno para saber cómo está Chiclana. Con pasear por las calles es suficiente. Sucia, llena de pintadas, con baches por todas partes, cacas de perro, barriadas en mal estado, casas en el centro en un estado deplorable de abandono, pasos de peatones sin pintar, colas de tráfico por todas partes, no solo en verano; los proveedores cobrando a los seis meses, el extrarradio abandonado por Verdier, su concejala de cabecera.

EL VERDADERO ESTADO DE LA CIUDAD

Y sin el PGOU aprobado y funcionando; el tranvía retrasándose un año más y ya van nueve, con el agravante de que no llegará a Cádiz y se quedará en San Fernando, al menos durante un buen tiempo, teniendo que coger un tren de cercanías para llegar a la capital. O sea, la repanocha. Aparte de haber arruinado a comerciantes por las obras.

Y seguimos sin estación de autobuses, también prometida hace décadas y no construida –ahora nos venden un apeadero como si nos hubiera tocado la lotería-. La ciudad turística más importante de la provincia no tiene una estación digna en la que atender a los cientos de viajeros que cogen los autobuses cada día. El aspecto cultural deja mucho que desear, y la sanidad no digamos, sin centro de salud de Los Gallos, ni el de La Cucarela, y colas kilométricas a la playa, y diez mil parados y…

Pero para Cándida Maravillas Verdier nada de esto existe. Ni los pozos contaminados en el diseminado desde hace treinta años y a los que no han puesto solución, ni tampoco han regularizado las viviendas ilegales como dijeron que harían, ni les han dado los servicios básicos, como prometieron.

Le van a regalar medio millón de euros a la empresa que gestiona el mamotreto de la Plaza Mayor, que debe, encima, al Consistorio 900.000 euros; no han municipalizado la limpieza, parques y jardines y la recogida de basuras como prometieron a los trabajadores, no han hecho ni uno solo de los planes de empleo que dijeron que harían…

Éste es el verdadero estado de la ciudad. Éste y no el que Verdier, Román y el PSOE nos venden. Los chiclaneros están ya cansados de que sus políticos les timen.