“TAETRO” representó cuatro obras del XVIII Certamen de Teatro Mínimo “Rafael Guerrero”
El poder y
el fomento y amor a la lectura fueron los protagonistas.-
TAETRO representó el pasado viernes en el Teatro Moderno cuatro obras del XVIII Certamen
de Teatro Mínimo Rafael Guerrero. Fue el
prólogo a la jornada festiva del día siguiente, en la que dicha entidad celebró
el Día Mundial de Teatro con diversos
actos.
La primera
fue Descerebrados, del chiclanero Zúh Malheur, nos contó un ataque zombi a una
pareja, aunque en realidad lo que hizo fue una oda al fomento de la lectura. Fue
interpretada por Alegría García Romero, Norman Kennedy y Manuel
Jesús Ragel Muñoz, bajo la dirección de Gari
León.
La
siguiente pieza fue Ecce Homo, del
argentino Federico Liste, una reflexión
sobre el poder, qué hacer o no en según qué condiciones. Todo ello mezclando en
una distopía a personajes de distintas etapas históricas como Pilatos, Jesús,
Hamlet o un miembro de
la Gestapo. Tomaron parte Eva Herrero, Almudena Ruiz, Aurora
Alcántara, Pepe Raya, Jaime García, Antonio
Meléndez y Miguel Ángel Bolaños,
con la dirección de Rafa García.
Ovíparas, de la autora valenciana Stella Manaut, fue la tercera escenificación de
la noche, con José Luis Sánchez “Johnny” y Eufrasio Jiménez en la interpretación y
dirección, contando también con la colaboración especial de Adolfo Rus.
CERVANTES
Y EL QUIJOTE
La última de las representaciones fue De la mudanza de las humanas cosas, de Reynaldo Gálvez, La Habana (Cuba). Al igual que la primera de las obras, también fue un canto a la literatura, en este caso a Cervantes. Una prostituta que recita El Quijote cuando está con sus clientes y mantiene conversaciones con una estatua del escritor alcalaíno mientras espera faena, al que le cuenta sus penas.
La última de las representaciones fue De la mudanza de las humanas cosas, de Reynaldo Gálvez, La Habana (Cuba). Al igual que la primera de las obras, también fue un canto a la literatura, en este caso a Cervantes. Una prostituta que recita El Quijote cuando está con sus clientes y mantiene conversaciones con una estatua del escritor alcalaíno mientras espera faena, al que le cuenta sus penas.
También
hay un transexual y un policía, que tuvo por compañero a Cervantes años antes
cuando durmió en un banco del parque donde está la escultura. Un trío
surrealista que dio buen juego. Laura Tapia,
Dani Peña y Juan de Lorenzo dieron vida a los personajes, con la colaboración
de Pedro Cid.
Reseñar
que al final del espectáculo los asistentes votaron la obra que más les gustó,
para escenificarla al día siguiente en la Fiesta
del Teatro que se hizo en la Bodega Sanatorio,
siendo esta última la que recibió semejante honor.
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