El Museo de Chiclana acoge la exposición “Manuscritos ilustrados del medievo a los albores de la imprenta”
Se lleva a cabo con motivo del Día del Libro y permanecerá expuesta hasta el 29 de abril.-
Con motivo del Día del Libro el Museo de Chiclana acogerá hasta el 29 de abril la exposición temporal Más que palabras II. Manuscritos ilustrados del medievo a los albores de la imprenta, que se suma a la recientemente inaugurada Palabras desplegadas.
Con motivo del Día del Libro el Museo de Chiclana acogerá hasta el 29 de abril la exposición temporal Más que palabras II. Manuscritos ilustrados del medievo a los albores de la imprenta, que se suma a la recientemente inaugurada Palabras desplegadas.
La
muestra, como su propio título indica, trata del libro, más allá de las
palabras, como objeto bello. Las ilustraciones de bellísimos códices antiguos
-que aquí se presentan en cuidadas ediciones facsimilares- protagonizan este
nuevo encuentro con la Historia del Arte.
Los libros
recorren siglos, partiendo de la alta Edad Media y llegando hasta el
Renacimiento, inventada ya la imprenta, recogiendo en preciosas miniaturas
(letras capitulares ilustradas, pequeñas orlas o viñetas, ilustraciones a toda
página o desplegadas en dos páginas confrontadas) la evolución de la pintura
desde el esquematismo románico al naturalismo gótico o renacentista.
Se trata
de una treintena de facsímiles donde los ilustradores (anónimos o no) plasman
las inquietudes de su tiempo: los terrores del año 1.000, las guerras de
religión, la omnipresencia de la muerte, la persistencia del amor, el juego en
ratos de asueto, los horas litúrgicas, el tiempo profano que rige la vida
rural, los estudios de la naturaleza, etcétera.
Todo ello
en obras tan emblemáticas como Los comentarios
al Apocalipsis del Beato de Liébana, el Apocalipsis
Ilustrado de los Duques de Saboya, La
crónica de las Cruzadas, el Breviario de
Amor, los Libros de Horas de Ana de
Bretaña o de Carlos V, el Códice
de Tudela, el Códice sobre el Vuelo de Leonardo
da Vinci…
Jesús
Romero, director del museo, manifestó que “son
facsímiles de códices manuscritos de muchísima calidad, que hablan sobre
asuntos de aquel tiempo como las guerras, el hambre, la peste, la naturaleza…”,
agregando que “en cuanto a forma, vemos cómo se
pasa del estilo románico al renacentista, pasando por el gótico”.
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