Democracia degenerativa
Félix de
la Fuente [colaboraciones].-
Nuestra
democracia languidece, está enferma y en estos últimos 30 años, tanto en España
como en la UE, no ha cesado de degradarse. Es verdad que en algunos campos ha
habido ciertos avances -muy pequeños- pero en general la situación, tanto
social como econĂłmicamente, ha empeorado para la mayorĂa de los europeos.
Se ha
aprobado un sueldo mĂnimo, y me parece muy bien, pero no pensemos que con ese
sueldo se pueden hacer muchos milagros, y mucho menos si no va acompañado con
una polĂtica de empleo, que además procure unos sueldos dignos. El sueldo
mĂnimo es imprescindible para poder sobrevivir, pero el trabajo dignamente
remunerado es indispensable para poder vivir como personas. Y que
nadie alardee ni se plante medallas. Es lo mĂnimo que unos polĂticos o unos
gobernantes deben hacer. Pensar que con el sueldo mĂnimo está ya todo resuelto
es un insulto a la dignidad humana.
Prescindamos
de las causas y de las consecuencias de la actual pandemia, pues esto merece
capĂtulo aparte. Los males de España y de la UE son estructurales no
ocasionales. No han empezado hace unos meses: Y, para más inri, de la pandemia
no hemos aprendido nada. Al contrario. La solidaridad entre regiones de un
mismo paĂs y entre los diversos paĂses de la UniĂłn, que es lo más
caracterĂstico de una democracia, es algo ya desconocido.
Los
desequilibrios econĂłmicos entre las capas sociales son cada vez mayores:
Concentrándonos en España, la pobreza y el paro ya van ahora e iban en aumento
ya antes de la pandemia. Nos vienen avisando los organismos internacionales,
tanto sanitarios, como econĂłmicos. Con una democracia de calidad afrontarĂamos
todo con muchos más recursos.
Son males
estructurales, tanto los de España como los de la UE. En la UE, el mal se
llama, sobre todo, voto a la unanimidad. Debido a esto en las cuestiones más
importantes no podemos avanzar. Y a esta unanimidad ningĂşn Estado quiere
renunciar, porque piensa que es un as en la manga para frenar la integraciĂłn
europea en el momento que le convenga hacerlo. Y en España, la raĂz de todos
los males tiene el nombre de partitocracia, o si preferĂs dedocracia o gobierno
de los más inútiles- Asà nos va.
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