EDITORIAL AGOSTO 2020- Sibilino Román pone al zorro Fernández a cuidar la gallina urbanística
El mes de
agosto ha vuelto a ser el de las sorpresas de José
María Román, que aprovechando las vacaciones, suele realizar alguna de
las suyas.-
Esta vez
ha sido el nombramiento del arquitecto Antonio
Fernández Sáenz, como coordinador de la redacción del nuevo PGOU, el
quinto ya, cuarto que se hará con el actual alcalde, al que ya le han declarado
ilegales tres de ellos (el primero le tocó a Manuel
Jiménez Barrios).
No es el
momento, en plena pandemia, para enchufar a nadie, pero mucho menos a una
persona que está en ejercicio y que se dedica a estas cuestiones, que hará las
dos funciones, coordinar dicha redacción y trabajar con los más interesados en
que ese Plan favorezca sus intereses.
Nos venden
esta contratación como el sumun de la eficacia. Dice nuestro alcalde: “Antonio Fernández es una persona que puede ayudar
mucho a la ciudad y a que el documento tenga las premisas de estos tiempos, que
pasan por la sostenibilidad, por cumplir los objetivos de la Agenda 2030 y con
el añadido de la nueva Ley de Suelo de Andalucía”. O sea, que sin él no
habrá nada de eso, como no lo ha habido en estas dos décadas de PGOUs ilegales,
cuatro, recordemos.
Por su
parte, Ana González, concejala de
Urbanismo, a la que le han declarado nulo este último Plan y primero del que se
encargaba, indicó que “era fundamental la
figura de coordinación entre todos y que recayera en una persona fuera de la
política y que conociera la ciudad”. Si hacemos caso de esa necesidad en
la citada redacción, han tardado veinte años en darse cuenta. Y ella sobra, lo
mismo que sus técnicos.
Ahora se
entiende por qué han anulado los tribunales por ilegales los cuatro realizados
hasta el momento: no estaba Fernández Sáenz de coordinador de los mismos.
Finalmente, el agraciado Antonio Fernández señaló que “queremos lograr un Plan General que realmente sea de Chiclana. Mi ofrecimiento a todas las asociaciones y grupos,
para mantener próximas reuniones y marcar las líneas generales de una idea de
ciudad, que aglutine los deseos de todos, para su traslado al equipo redactor”.
EL ZORRO A CUIDAR LAS GALLINAS
O sea, que
en estos veinte años los cuatro planes realizados no eran de Chiclana, no se
contó con los vecinos y entidades locales ni se les hizo caso en sus
peticiones, los que las hicieron, claro, porque si algo ha quedado claro en
estas cuatro redacciones es que han desestimado casi todas las alegaciones
presentadas. Algunas de ellas fueron llevadas a los tribunales y éstos fallaron
en contra del Ayuntamiento.
Sorprende
este nombramiento, porque por muchas flores que le eche el alcalde, el que
fuera arquitecto municipal dejó tirado hace treinta años al Ayuntamiento para
irse a la empresa privada, concretamente a la propietaria del Novo Sancti
Petri, a la que benefició con una tasación de los terrenos de vías pecuarias
donde irían los hoteles, con un precio muchísimo más bajo de lo que costaba
hace más de treinta años, provocando que el Consistorio dejara de recibir
varios cientos de millones de pesetas de esa época por esta causa, que nos
habrían venido muy bien, pues la caja estaba llena de telarañas.
Durante un
buen número de años fue el redactor de la inmensa mayoría de los proyectos que
se hicieron en el Novo. Sólo él podía llevarlos a cabo, excepto los de los
hoteles. Si querías montar un negocio o hacer una casa tenías que pasar por su
despacho que, por cierto, seguirá abierto mientras coordina el quinto PGOU. Se
ha hecho de oro. Han puesto al zorro a cuidar las gallinas.
Y luego
está lo de la compatibilidad, ya que no es de recibo que un profesional en
activo esté al frente de esa coordinación, que tampoco es tan necesaria, ya que
para eso tenemos a los técnicos de Urbanismo y a la propia concejala, a no ser
que no estén capacitados, que lo dudamos. Una vez más, José María Román le da una estocada urbanística a Chiclana a
traición y de paso intenta colocar a otro amiguete
a costa de los bolsillos de los chiclaneros.
Cuando
hicimos esta editorial no se había celebrado el pleno de agosto, en el que
Román dejó encima de la mesa este nombramiento, anunciando que Fernández no
quería el cargo, por lo que, se supone, renunciará a él, pero cuatro días
después todo sigue igual.
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