“Y Europa, la solución”
Félix de la Fuente [colaboraciones]
Nunca han sonado con tanta actualidad como ahora estas palabras de
Ortega y Gasset. Y las quiero recordar,
pero con más pena que gloria. Aunque es verdad que el último Consejo Europeo ha
sido un triunfo de la solidaridad europea y un paso de gigante hacia la
integración de Europa, al haber asumido la UE una deuda común de todos los países.
Este Consejo Europeo ha sido también una sonora bofetada para
todos los españoles. Cuando veo cómo son cada vez más largas las colas de las
personas que tienen que ir en busca de un plato de comida; cuando pienso en los
millones de personas, y de españoles, sobre todo, que han perdido o van a
perder su puesto de trabajo, como español se me cae la cara de vergüenza.
Como europeo puedo estar orgulloso, como español estoy
avergonzado. Por otro lado, veo y barrunto cómo se van a gastar alegremente en
nuestro país esos miles de millones que nos han dado y prestado otros
ciudadanos europeos. No podemos ser eternamente el problema, esperando que otro
nos lo solucione. En España no estamos en un momento de aplausos ni de
triunfalismos.
Ya sé que no todo el dinero que nos viene de Europa es oro limpio
y que hay muchos intereses espurios, pero tenemos que reconocer que ha
triunfado la solidaridad y la ciudadanía europea.
LOS CIUDADANOS VAMOS POR DELANTE DE LOS POLÍTICOS
Felizmente los ciudadanos europeos vamos por delante de los
políticos. Nosotros sabemos convivir unos con otros, aunque tengamos ideas o
religiones diferentes, a pesar del ejemplo de enfrentamiento que constantemente
nos dan los políticos, En Cataluña y el País Vasco los ciudadanos lo estamos
demostrando.
Los intereses de los ciudadanos franceses o italianos no son
contrapuestos a los intereses de los españoles. Con la integración, todos
tenemos mucho que ganar y nada que perder.
El Parlamento Europeo, que debería ser el representante de los
ciudadanos europeos y no de sus respectivos partidos nacionales, debería asumir
con valentía la defensa de los intereses de los europeos. Que solamente se
podrán defender en una Europa democrática unida, como nos está demostrando la
pandemia actual.
España tiene que dejar de ser el
problema, y recuerdo con esto las otras tres palabras de la frase de
Ortega, pues los ciudadanos españoles hace ya mucho tiempo que no somos un
problema, aunque España sí lo sea.
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