Tras doce años de retraso en las obras de la cañada de los Barrancos por parte de la Junta, a Román le entran ahora las prisas

 

Pide una reunión a la consejera de Fomento para abordar la ampliación y mejora de ésta, que debió hacerse antes de comenzar los trabajos del tranvía.-

 

Al alcalde de Chiclana, José María Román, de pronto le han entrado las prisas sobre las obras de la cañada de los Barrancos, una vía muy transitada y que debían realizarse antes del comienzo de los trabajos del tranvía, para aliviar el tráfico ante las colas que se iban a producir con la puesta en marcha de este medio de transporte. Durante más de doce años, gobernando el PSOE en la Junta de Andalucía, el regidor no ha pedido al ente autonómico su ampliación, pero ahora, con el PP y Ciudadanos al frente, se ha acordado de ello. Lo mismo ha pasado con el centro de salud de La Cucarela.

 

Román, continuando con su política de pedir a la Junta lo que ésta no hizo durante los casi cuarenta años de mandato socialista, ha remitido una carta a la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, para solicitar una reunión sobre las obras previstas de ampliación y mejora en la citada cañada, incluidas con motivo de la implantación del tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz.

 

Las obras del tranvía han causado daños a muchas empresas, que tuvieron que cerrar por meterlo por el centro en vez de buscar otra ruta alternativa y que en un futuro pudiera llegar a la playa o incluso más lejos. El culpable de ello es José María Román, alcalde cuando se decidió el recorrido. No le importó las quejas de los ciudadanos ni de los comerciantes y empresarios sobre el trazado, ni que hayan tardado más de doce años en ponerlo en marcha que, curiosamente, ha sido gracias al nuevo gobierno, porque el suyo había dejado abandonado el proyecto.

 

 

DOCE AÑOS SIN PEDIR QUE HICIERAN LAS OBRAS

 

Indica Román en la misiva que “la implantación del tranvía en esta ciudad ha llevado consigo múltiples y diversas afecciones a los sistemas de redes de viales, así como un importante impacto en las comunicaciones a través de los mismos, por lo que, al objeto de minimizarlos ya se acordó con esa Consejería la realización de actuaciones de mejora que permitieran un tránsito fluido y normal en la ciudad”.

 

Añade que “entre dichas iniciativas se encuentran las obras de ampliación y mejora en la Cañada de los Barrancos, que consideramos un eje fundamental y prioritario para las comunicaciones en esta ciudad”. Más de doce años ha tardado nuestro alcalde en percatarse de ello. Esa vía está abandonada, sucia, con señales caídas, basura por todas partes y en un estado de conservación lamentable, que ya denunció PUENTE CHICO hace más de un año.

 

Utilizando de nuevo a otras entidades para su protesta, en este caso la Asociación de Empresarios de Chiclana, manifiesta que “esta infraestructura estaba incluida en lo acordado entre los Empresarios y dicha Consejería, al tratarse de una petición de dicha entidad que la consideraba necesaria para poder restablecer la movilidad de la mejor manera posible en el municipio”.

 

 

LAS MENTIRAS DE LA JUNTA Y DEL PSOE

 

Aquí Román vuelve a estar flaco de memoria, pues esa petición se hizo mucho antes de que comenzasen las obras tranviarias y así se lo hicieron constar a la entonces consejera de la Junta, Rosa Aguilar, en una reunión con el tejido social y económico local en el hotel Alborán, donde ésta se rió de los chiclaneros al declarar que el tranvía no se haría si no estaban de acuerdo el cien por cien de las personas y empresas afectadas por el itinerario elegido. Nadie, excepto el PSOE, apoyó ese trazado.

 

El regidor se pone a disposición de la Junta “para colaborar en lo que pudiera estar dentro de nuestras posibilidades y de la competencia que el Ayuntamiento tiene encomendadas. Hemos hecho entrega de una copia del anteproyecto, tanto a la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, así como a la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz”.

 

Igual que cuando solicitó el centro de salud de La Cucarela, habla de la complicada situación económica del momento actual debido a la crisis sanitaria y económica como consecuencia de la pandemia del COVID-19, “pero el objetivo es que este importante proyecto para mejorar la movilidad en la ciudad no caiga en el olvido”. Cuando no había pandemia, ni crisis alguna, no instó a su partido a que hiciera lo que ahora solicita.

 

LOS VECINOS DE LA ZONA, OLVIDADOS POR ROMÁN

 

Y también ahora se acuerda de los vecinos, que llevan años pidiendo lo mismo y sin el menor resultado por parte municipal ni autonómica: “Debemos seguir trabajando para facilitar unas infraestructuras acordes a sus necesidades, de ahí que para el próximo año tenemos prevista una partida en el presupuesto municipal para mejoras en caminos de la zona residencial, que evidentemente incluye esta área del municipio”. En más de una década anterior, nada de nada.

 

Las actuaciones previstas en el anteproyecto incluye la instalación de las redes de saneamiento, pluviales y abastecimiento, la pavimentación de la calzada, redes eléctrica y de telecomunicaciones, alumbrado público, señalización, así como jardinería, riego y mobiliario urbano. Todo ello, “con el objetivo de hacer de esta vía en la zona este de la ciudad una gran avenida para el disfrute de la ciudadanía y que alivie el intenso tráfico, una vez comience a funcionar el tranvía”.

 

En estos años ya tenía que estar hecho todo lo que cita, pero su pasotismo ha propiciado esta situación y durante más de diez años hemos tenido que sufrir los problemas ocasionados por las obras del tranvía y que la cañada de los Barrancos no esté como debería. Meter prisa a la Junta en estos momentos es de un cinismo que resulta insultante para el ciudadano.