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EDITORIAL JUNIO 2021-Novo Sancti Petri, ¿de verdad hay tanto que celebrar?


 

Desde que comenzó el año raro es el mes que no nos bombardean con que se celebra el treinta aniversario de la urbanización Novo Sancti Petri, “el mejor resort de España.-

 

Esto nos repite machaconamente nuestro alcalde, José María Román. Es el tema favorito. En los últimos días la ofensiva política y mediática ha aumentado de forma espectacular. Un longevo medio de comunicación provincial ha hecho en colaboración con el Ayuntamiento (o sea, publicidad que pagamos todos los chiclaneros) una exposición en la plaza de las Bodegas del antes y el después de la zona. Todo es bonito, sostenible (palabra inventada por políticos que no sostienen nada y degradan el medio ambiente), maravilloso… (FOTO: Aquí comenzó todo, usurpando la Vereda de Cádiz a Conil y las coladas de Fuente Amarga y Carabineros).

 

Nos muestran caminos de tierra y al lado ponen una foto de ese mismo camino asfaltado. Muy sostenible. Donde había miles de pinos hay hoteles, urbanizaciones, campos de golf y unos cuantos pinos y dicen que respetan el medio ambiente. Se vanaglorian de lo que han hecho, pero no dicen nada de lo que han destruido. Todo es bonito y hasta tenemos que estarles agradecidos por haber invadido una zona que iba a ser parque natural y que la convirtieron por arte de birlibirloque en residencial.

 

En ese longevo periódico le hacen una entrevista al que era alcalde entonces, José de Mier, al que califican de visionario, y éste cuenta su verdad, que no es la verdad absoluta, aunque nos la llevan vendiendo treinta años. Lo que hicieron fue un trabajo de ingeniería para que esa zona, que era una reserva natural al lado del mar, pasara a ser lo que hoy es. Ese espacio es un ejemplo de la degradación medioambiental y el auge del ladrillo a costa de lo que sea.

 

Hasta reconoce el exalcalde que cambiaron el PGOU que había por unas Normas Subsidiarias para poder llevar a cabo una nueva clasificación de esos terrenos. En esa exposición no se habla de usurpación de caminos públicos, de invasión de terrenos que no eran suyos, de destrucción salvaje de dunas que nunca se recuperaron, ni de plantas que estaban en peligro de extinción y que fueron arrancados impunemente, ni de las especies que han desaparecido. De eso no se dice nada. Normal, eso no es sostenible.

 

EN BRAZOS DEL TURISMO

 

El autobombo de Mier y del arquitecto mallorquín que hizo los hoteles resulta vomitivo. Tampoco hablan de los yacimientos arqueológicos de miles de años encontrados donde están los hoteles en primera línea de playa, o en la Loma del Puerco, en el lugar donde construyeron el Barceló, que fueron vergonzosamente tapados, cuando podrían haber sido un reclamo turístico.

 

Ni de los miles de chiclaneros que dijo Mier que trabajarían allí y que cada año que pasa son menos y mal pagados, denunciado por los sindicatos. Lo que han hecho es echarnos en los brazos del turismo y si éste falla como el año pasado por culpa del coronavirus, nos deja con los calzoncillos bajados y sin poder reaccionar. Vivimos del Novo y si éste tose Chiclana enferma o muere. Los huevos no se pueden meter todos en el mismo cesto. Se lo dijimos por activa y por pasiva.

 

Tampoco se habla de una urbanización con la que el PSOE de Felipe González se financió ilegalmente (Viajes Ceres). La familia Moll, que fue la que comenzó con un hotel y el campo de golf, llegó arruinada, con deudas de varios miles de millones de pesetas y el hijo, Salvador, hace unos días tuvo la desvergüenza de responder a un chiclanero que le afeó que habían destrozado un entorno único y construir donde no debían, haciendo caja, diciendo, textualmente: “Destrozar…imbécil. Da gracias a Dios que nuestra familia se cruzó en Sancti Petri y nosotros no nos llevamos nada más que enterrar nuestro patrimonio. Quizás para que capullos como tú podáis comer”.

 

El chiclanero, sin responder a los insultos, le recordó que habían salido de Mallorca con una mano delante y otra detrás, citando el escándalo judicial en el que se vieron inmersos (Geinsa), que perdieron y que otro mes recordaremos para que vean con los bueyes que aró Mier y el PSOE local. Lo dicho. ¿De verdad hay tanto que celebrar?

 

 

 

 

 

 

4 comentarios:

  1. Destrozaron una zona llena de árboles y encima presumen

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  2. Cuando se estaba haciendo el Novo, vino Pepe Mier a darnos una charla al Colegio de Adultos. Contó lo bonito que iba a ser todo. Una amiga mía se levantó y le dijo: “me he llevado 20 años en Alemania quitando mierda para que los alemanes pudieran tener sus casas limpias y ahora me dices que si quiero trabajar, aquí, en Chiclana, en mi casa, tengo que seguir quitándole la mierda a los alemanes para que puedan descansar”. Se levantó todo el mundo y empezó a aplaudirle. Esa también es otra verdad del Novo.

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  3. Una respuesta acorde a lo que se merecía nuestro alcalde

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  4. Difícil que un pueblo tenga tanta mala suerte con los equipos de gobierno como este. Aparte de la destrucción de la costa, poco más van a dejar de legado.

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