Por fin Mercedes Estrada pudo disfrutar de su nieta, junto con su familia

Aunque hubo alguna pega al principio, la Junta se la entregó y pudieron disfrutar de ella y con ella durante las horas acordadas por el juzgado.-

El pasado sábado, por fin, Mercedes Estrada pudo tener con ella a su nieta Thalía, desde las 12,00 hasta las 18,00 horas como ordenó la magistrada del Juzgado de Primera Instancia Nº 4 de Cádiz, y que la semana pasada se lo impidieron las técnicos de la Delegación Territorial de Cádiz de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, pese a la orden judicial. La niña disfrutó de lo lindo con sus abuelos, primos, tíos y demás familia.

 

Pero no todo discurrió como debía, ya que se la entregaron con cuarenta minutos de retraso por las pegas que le pusieron al principio: “Mi nieta estaba sentada en una silla y agarrada a ella, como si no quisiera soltarse. Me acerqué a cogerla y empezó a decir que le estaba haciendo daño, por lo que no insistí. Estaba claro que le habían dicho que actuara así”. Incluso le pusieron los acogedores un lazo rosa, para que no se olvidara de ellos.

 

En la sala estaban las tres mujeres de la pasada semana y dos miembros de la Policía Autonómica, que iban de paisano. El inspector le dijo a la abuela que así no se la podía llevar, a lo que Mercedes respondió que se la tenían que dar y que estaba claro que a la pequeña la habían aleccionado para que se comportara de esa manera.

 

Viendo el cariz que estaba tomando el asunto llamó a su abogado y éste habló con el policía, al que le dijo “que tenía que entregarla sí o sí y que de no hacerlo estarían incumpliendo una orden del juzgado”.

REGALOS, DIVERSIÓN Y MUCHO CARIÑO DE SU FAMILIA

El policía se acercó entonces a la menor, la cogió en brazos y se la entregó a su abuela, sin que las tres funcionarias presentes abrieran la boca, como hicieron el sábado anterior, cuando una de ellas, la psicóloga, le espetó de forma prepotente a Mercedes que ella tenía una orden de la juez, pero que allí mandaba ella. Esta vez quien mandó fue la Justicia y se tuvo que callar si no quería ser acusada de desacato. El inspector de policía, según relata, “se portó muy bien conmigo, lo que le agradezco”.

 

Cuenta Mercedes que una vez que la niña salió del edificio de la Junta en Cádiz, “su cara cambió en cuanto vio a su tía Carol y a mi hermana y no dejó de reír y disfrutar durante las horas que estuvo con nosotros”. Vinieron para Chiclana y fueron directamente a su casa, donde las agasajaron con regalos, ropa, chucherías y una rica comida.

 

La vivienda estaba adornada con guirnaldas para que la bienvenida a su nueva casa fuera lo más bonita posible y a Thalía le encantó. Pero no fue lo único. Desde el primer momento hizo muy buenas migas con su familia, especialmente con los primos, con los que no dejó de jugar, sin olvidarnos de su abuelo materno, también presente.

 

Pero con lo que más disfrutó fue con los perros y el gato, así como las gallinas. Thalía se metió en el gallinero y cogió los huevos que habían puesto. Fue toda una experiencia para esta pequeña, a la que hace seis años y ocho meses arrebataron desde la Junta de Andalucía nada más nacer y dieron en preadopción a una familia granadina, en vez de entregarla a su abuela, que había pedido su custodia ante la imposibilidad de que lo hiciera su hija, madre de la niña, que en ese momento estaba inmersa en la droga.

 FELICIDAD DE LA FAMILIA

 

Después de comer se fueron al parque público que hay en el Novo Sancti Petri, donde la niña disfrutó en la tirolina, los columpios y en otros aparatos que había, comieron la tarta que le prepararon y fue muy feliz con todos lo que estaban allí. Pasó un gran día y se divirtió y rió mucho.

 

Señala Mercedes Estrada a PUENTE CHICO que “estoy muy feliz por haber podido tener, por fin, a mi niña con nosotros, con su familia verdadera, con la que tenía que haber estado siempre”. Todavía le quedan dos sábados más para tenerla con ella esas seis horas, hasta que se quede definitivamente en su casa. No sabe qué pasará la semana próxima, aunque viendo lo que ocurrió hace dos días, confía en que no haya ningún problema y se la entreguen.

 

El 27 de noviembre es el último sábado que tiene que cumplir con esta orden del juzgado, debiendo dársela para siempre la Junta: “Hablaré con mi abogado para que mi nieta se quede ya definitivamente ese día y que no se la lleven más”. Dice la abuela coraje de Chiclana que su nieta le dijo poco antes de ir para Cádiz “que la llevara a Motril, a lo que le respondí que no podía hacerlo, insistiendo, pero le expliqué que tenía que dejarla donde la recogí. Se me partió el corazón”.

 

Mercedes ya ha empezado a moverse para buscarle plaza en un colegio cercano a su casa, esperando que pueda empezar las clases en diciembre. De momento todo parece encauzado y si sigue así en pocos días Thalía podrá estar bajo la tutela de su abuela.