EDITORIAL MAYO 2022-Chiclana olvidada por Román, inmerso en la lucha autonómica

Pasada la Feria de San Antonio tenemos elecciones andaluzas.-

Esto, en principio, no debería de ser perjudicial para nuestra ciudad, pero viendo lo que está pasando en los últimos meses con los que dirigen nuestro Ayuntamiento, va ser negativo. Nuestro alcalde, José María Román, y su partido, PSOE, estás más dedicados a intentar restar votos al Partido Popular, que gobierna en la Junta de Andalucía y que parece ser que va a lograr un resultado más que amplio sobre los que han gobernado casi cuarenta años nuestra región.

 

La lucha política no debe hacerte olvidar las prioridades. Y para Román y el PSOE local la única prioridad debe ser Chiclana. Y eso no está ocurriendo. Llevamos casi un año de precampaña, en el que la localidad no ha sido lo importante para los socialistas chiclaneros, que han estado buscando la confrontación permanente con los populares.

 

Tenemos casi 12.000 parados, pero no son importantes para Román y sus huestes. En vez de invertir dinero en planes municipales de empleo, prometidos en el programa electoral en varias ocasiones, se los pide a la Junta, que le ha dado en estos tres años y medio unos cuantos. No se preocupa por los numerosos robos que se producen desde hace bastantes meses. La sanidad pública es ahora una prioridad en Andalucía, critican que haya convenios con entidades privadas, pero quienes hicieron estos conciertos, lo mismo que con colegios privados, fue el PSOE.

 

El centro de salud de La Cucarela tenía que estar funcionando desde 2010, según el acuerdo entre Román y la Consejería socialista que había hace trece años, pero ahora se acuerda de que es necesario y utiliza a los vecinos para que sean el ariete que derribe la puerta autonómica. Siempre poniendo a otros (vecinos o asociaciones) como solicitantes de algo que él nunca pidió porque gobernaba su partido.

 

La cañada de Los Barrancos debió acondicionarse antes del comienzo de las obras del tranvía, así lo dijo la entonces consejera, Rosa Aguilar, en el Hotel Alborán, con Román de testigo y el sector económico (empresarios, comerciantes y hosteleros) presente. Las obras están finalizadas y en un par de meses empezará a funcionar el tranvía, pero Los Barrancos siguen igual que hace diez o doce años.

 

HOTEL FUENTEMAR

 

Y ahora, precisamente ahora, a Román y al PSOE les entran las prisas y colocan un cartel en esa vía. Y utilizan a una entidad para que aparezca como la peticionaria de esas obras. Cinismo y cara dura, pero esto no es novedad. Por cierto, de tapadillo nos han soltado la cesión del Hotel Fuentemar al Balneario de Chiclana hasta final de año y anuncian que lo van a vender.

 

Cuando gobernaba Ernesto Marín, hubo un intento de compra del mismo por esta empresa, pero Marín no se quiso implicar al ser su familia la que estaba inmersa en la operación. Así consta en las actas de EMSISA y hasta la petición de uno de sus miembros, Manuel Chozas, solicitando al entonces alcalde su intermediación ante su familia, a lo que éste se negó.

 

El PSOE emprendió una campaña de acoso a Marín, acusándole de intervenir en la venta, de trato de favor y mil cosas más, a pesar de saber que no era cierto, pero no les importó. Difamar les ha salido barato siempre y en eso son unos maestros.

 

Ahora nos venden la noticia como algo fenomenal, se quitan el muerto del hotel de encima y el dinero será empleado en hacer viviendas sociales, que Román prometió cuando compró las voluntades políticas de Mari Ángeles Polanco (PSA) y Nadine Fernández (expulsada de IU) y en el acuerdo se hablaba de ¡¡¡3.000!!! en dos años y medio, que obviamente no hicieron. Ni una sola.

 

Y desde entonces muy pocas, diez o quince y pare de contar. Prometidas muchas, construidas, casi ninguna. Menos mal que junio está a la vuelta de la esquina. Igual después Chiclana vuelve a ser una prioridad para el gobierno municipal.